—Amelia por favor... —escuche una voz susurrar en la lejanía y trate de localizar de donde provenía, siento un dolor terrible recorrerme entera y un martilleo punzante en la cien.
—Reacciona ¿acaso quieres perder a tu bebe? —mi memoria se fue aclarando poco a poco y reconocí la voz como la de Jenny, la hermana menor de Chase. ¿De qué está hablando?
—Lía por favor… si no lo haces por ti… hazlo por tu bebe que está esperando por conocerte… ¿no te gustaría sostenerlo? —susurro con la voz rota por el llanto y trate de moverme pero otra sacudida de dolor me lo impidió, una opresión en mi vientre me advirtió de que algo está pasando pero no logro recordar que es.
—Amelia… ¡despierta! —abrí los ojos y los volví a cerrar rápidamente por el dolor, lentamente parpadee y un segundo basto para que me tratara de incorporar de golpe, las imágenes de lo ocurrido en la sala me devolvieron a la realidad, Nicole maltratada y amarrada, el dolor, caer al suelo de rodillas y por último… Oh Dios mío mi bebe.
— ¡Él bebe! —grite tratando de incorporarme, dos pares de manos me retuvieron y me volvieron a tumbar en lo que parece una camilla, observe alrededor con el ceño fruncido tratando de entender que está sucediendo y reconocí el lugar donde nos encontramos como el interior de una ambulancia. Gire mi rostro a mi costado derecho para observar a Jenny con el rostro rojo y la cara surcada en lágrimas.
— ¿Qu... hahah —me vi interrumpida por otra sacudida de dolor, me lleve las manos al vientre y grite tratando de soportar el dolor tan profundo que me recorre entera, sentí la mano de Jenny posarse en mi frente y apartarme los cabellos sudados.
—Gracias a Dios que despertaste Amelia, él bebe se adelantó debido a la impresión que tuviste, tiene que nacer ahora —abrí la boca por la impresión de sus palabras y otra sacudida de dolor me asalto, apreté los dientes y me arquee en la camilla retorciéndome inútilmente tratando de soportarlo.
—Per... pero aún no… como puede ser... —me duele todo el cuerpo y siento como si mi espalda se estuviera partiendo a la mitad.
—Señorita Smith ¿puede oírme? —centre mi atención en un hombre de no más de 30 años que me observa con evidente preocupación desde su asiento, por su vestimenta deduzco que es el de la asistencia hospitalaria de la ambulancia. Asentí en su dirección apretando los dientes ante el dolor.
—Mi nombre es Sean y soy su enfermero, necesito que se calme y me permita tomarle los signos vitales —hizo una señal hacia mi brazo y lo estire como pude para que hiciera lo que tuviera que hacer.
—Vera, debido al adelanto de la gestación debo informarle que él bebe se encuentra en una mala posición para el alumbramiento, por culpa de la cantidad de tráfico que se presenta a esta hora de la tarde no podemos movernos de la autopista y necesito revisar que tan dilatada esta la bolsa ¿me comprende? —fruncí el ceño y solté un jadeo, no entiendo a lo que se refiere, mi bebe no puede nacer ahora porque faltan casi dos meses.
—No… aun no es tiempo… —el enfermero asintió con los ojos fijos en los aparatos a los que me conecto.
—Debido a la impresión que vivió se rompió la bolsa de la matriz, se debe realizar el procedimiento ahora, no podemos esperar o él bebe no sobrevivirá —abrí la boca con terror y las lágrimas se deslizaron por mis mejillas como una cascada.
—Oh no… por favor... Salve al bebe... —dije como pude sujetándolo del brazo para captar su atención— ¡tiene que salvar a mi bebe!
—Haremos todo lo que esté en nuestras manos para salvarlos a ambos —dijo y asentí— necesito revisar si ha dilatado, hare una evaluación rápida le parece bien —asentí y lo observe agacharse entre mis piernas. Volví mi atención a Jenny y le tome la mano.
—Chase... —susurre y ella asintió varias veces— ya lo llame, está en camino al hospital pero estamos atorados por el tráfico, no hemos podido salir de la autopista, y yo… tenia tanto miedo de que no despertaras… —fue interrumpida por un grito que salió de mi garganta, me doble en dos hacia arriba en la camilla y me agarre a los barandales.