¿y si lo intentamos?

Capítulo 5: Partido

Cuando llegué a casa dejé mi bolso en el perchero a un lado de la puerta. Eran casi las siete de la tarde y Thiago no estaba, normalmente llegaba a las nueve si es que no le surgía nada extra. Mi estómago estaba satisfecho por el helado por lo que decidí tirarme en el sillón.

Tomé mi celular y llamé a Samantha para saber cómo estaba ella y su abuela. Había tenido la oportunidad de conocer a mamá Gabi en un cumpleaños de Sam y era una señora muy amable.

El tono marcó unas cinco veces y se escuchó la voz de mi amiga en la otra línea.

-¿Aló?

-Hola Sam, ¿Cómo estás?.- le dije mirándome las uñas. Necesitaban que las pintara.

-Hola amiga, bien, un tanto aburrida, el campo no es mi ambiente favorito. - dijo y pude imaginar su mueca de desánimo. - Y olvídate de los insectos, duermo, como, me baño con el repelente de insectos. Quiero ir a casa.

-Ay Sam, ¿no fue Zac?.- pregunté. Zac era un primo de Sam de nuestra misma edad, era bastante divertido y no te aburrías con él. Lo digo porque lo conocí bastante.

Bastante.

Salimos un tiempo hace como dos años, era un excelente chico, pero no había química, y ambos lo notábamos por lo que decidimos no ser nada más. No somos amigos porque nunca hablamos, pero tampoco tengo resentimientos ni nada.

-No, el ingrato no vino. Le importó pepino mamá Gabi.- dijo con un poco de enojo en su voz.

-No te enojes, talvez tenía asuntos que no podía dejar, a propósito, ¿cómo está tu abuela?

-Está mucho mejor, sospecho que todo lo armó para que viniéramos a visitarla.

-Como dices eso.- dije riéndome.

-Em, nos recibió con tres tortas de sabores diferentes. Y en la tarde salió a pasear a su perro como si tuviera 20 años menos.

-Entonces si se estaba haciendo, ve el lado bueno... comiste torta.

-¿Y la dieta?

-Olvídala.

-Está bien.- dijo inmediatamente.- Entonces no me sentiré culpable por el pedazo de torta que iré a buscar en este preciso momento a la nevera. Espera un momento.

Solté una risa y espere. Estuvimos hablando unos cuarenta y cinco minutos más, le dije lo que habían pasado estos días en clase y le conté sobre mi salida con Luke hoy y como se había interrumpido.

-Que molesto una novia así.- me dijo y pude sentir como hablaba con la boca llena.

-Sí, le dije a Luke que le explicara todo lo que me dijo a mí, espero que no hayan tenido mayores problemas.

-Te apuesto la torta que tengo en mis manos que mañana los veras todos acaramelados traspasándose amebas.

Me reí por el tono irónico es su voz.

Nos quedamos calladas un momento porque supuse que estaba comiendo y decidí contarle lo de mamá.

-¿Estas segura?

-No.

-Mira yo te apoyo en todo lo que hagas siempre y cuando no te juegue en contra, pero no sabes con que señora te encontraras. Talvez te encuentres con una persona que le importa cero haber dejado a su hija, así como también te encuentres con una madre que ha anhelado desde siempre ver a la hija que dejó atrás.

-Sí, lo sé.- le dije mirando la televisión que había dejado en silencio.- Pero es un riesgo que estoy dispuesta a cometer, necesito sacarme esta cosa que hay dentro de mí, porque siento que está en mis manos hacer algo al respecto, salga como salga.

-Está bien Emma, te apoyo, cualquier cosa tu solo pide mi ayuda.

-Gracias Sam.

Nos despedimos cuando escuché que su madre estaba pidiéndole algo por lo que quedamos en hablar mañana, según sus cálculos llegaba la próxima semana así que pronto iba a tener a mi compañera de asiento conmigo.

Decidí subir a mi habitación a preparar el ensayo de Historia que la señora Palmer nos dijo y que logré escuchar a pesar del profundo sueño que tenía en ese momento. Avancé unas dos hojas acerca del tema y ya iban a ser casi las diez, Thiago aún no volvía y el sueño me estaba tomando cautiva por lo que decidí mandarle un mensaje y meterme en la cama sin antes revisar el mensaje que creía era de Thiago.

Pero no.

De Luke:

"Siento lo de hoy, no hubo mayores problemas con Eleanor... Nos vemos mañana"

Decidí no contestar, mis párpados se cerraban solos y luego me sumí en la oscuridad del sueño.

.

Era la hora del almuerzo, ésta vez había traído algo hecho en casa que Thiago me dejó preparado en la mañana, por lo que no tuve que hacer esa horrenda fila. Alice estaba sentada a mi lado apuntando unas cosas en su cuaderno y yo estaba mirando a la nada mientras me atragantaba con mi sándwich.

-Niña respira. - me dijo Alice mirándome con gracia.

Me tapé la boca y susurré un "lo siento" con un pequeño encogimiento de hombros y una sonrisa pequeña.

-¿Cómo te fue ayer con Luke?.- me preguntó masticando un pedazo de su ensalada.

Le conté como fue, exactamente lo que le había contado a Sam.

-Pero que perra. - dijo mirando hacia donde estaban ellos.

-¡Claro que no!.- le dije golpeando su brazo.- Es entendible, tal vez yo igual me hubiera puesto un poco brava si fuera mi novio.- dije encogiéndome de hombros.

-Sí, tal vez, pero ella sabe que ustedes son amigos desde hace bastante tiempo, no es sano que en una relación se estén prohibiendo cosas o algo por el estilo.

-Pues anda a decírselo a ella.- le dije mirando a la pareja. Ella lo abrazaba mientras el intentaba comer de su comida mientras se reía, corrí la mirada.

Volví a mi sándwich meneando mi trasero con entusiasmo y cuando iba a dar mi súper mascada vi unos jeans de hombre al frente mío, escuche como Alice susurraba un suave "hola", levante la mirada y me encontré con el chico pelirrojo. Le sonreí y apoyó su bandeja en la mesa.

-¿Puedo sentarme con ustedes hoy?.- preguntó con una sonrisa encantadora a lo que ambas asentimos. Miré a Alice y pude notar un leve rubor rosa en sus mejillas, y claro que no era maquillaje.



#43043 en Novela romántica

En el texto hay: amigos, amor, primer amor

Editado: 16.04.2019

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