Me dirigía al baño en la hora del receso. Alice y Sam se habían quedado en el patio del exterior por lo que caminaba sola por los pasillos del establecimiento.
-¡Hey Emma!.- escuché que gritaban a mis espaldas.
Me di la vuelta y me encontré al chico de los rizos rojizos.
-Hola Ian ¿Qué sucede?.- pregunté regalándole una cálida sonrisa.
-Te quería pedir un favor... más bien o un consejo, o mejor dicho ambos. - su risa se tornó nerviosa.
Le sonreí para que se relajara y le hice un gesto para que continuara.
Ian y yo no éramos los mejores amigos, nos llevábamos muy bien pero no siempre hablaba con él en persona y menos hablaba con él por chat por lo que me pareció extraño que acudiera a mí, a no ser que se trate de Alice.
-Te escucho.
Se rasco su brazo eufóricamente.
-Necesito que seas una tumba con esto, ¿okey?
Asentí dudando.
-¿Mataste a alguien?.- le susurré acercándome.
-¡Emma!.- dijo riendo.
-Ya dilo de una vez.
-Okey.
Tomó mi brazo suavemente y me llevó a una sala que estaba desocupada, poniendo atención a que nadie nos viera verificó si la puerta estaba con llave y entramos.
-¿Por qué tanta clandestinidad?.- le dije riéndome.
-Es que no quiero que nadie sospeche nada.- dijo apoyándose en la puerta.- Emma, quiero pedirle noviazgo a Alice.
Mi boca se abrió en una gran O. Me acerqué a él y le tomé ambas manos.
-¡¡Por fin Ian!!.- le dije dando unos saltitos.- Alice ya estaba que te lo pedía.
-¿En serio?.- sus ojos brillaron y se quedó mirando soñadoramente detrás mío a un punto en particular.
-Tierra llamando al enamorado. - le dije pasando mi mano frente a sus ojos divertida de su cara embobada.
-Oh, claro, claro.- dijo volviendo su mirada a mí.- Como te decía quiero que sea algo especial, algo que la sorprenda, y por eso es que quiero tu ayuda... y la de Sam también.
-Oh esto es genial, ¿por el momento tienes alguna idea en mente?
-Amm quiero incluir lo que a ella le gusta. - dijo pensando.- rosas blancas y tal vez yo en traje de baño... si sabes a lo que me refiero...- dijo dándome una mirada coqueta.
Hice una mueca que se mezclaba con mi risa.
-Okey, creo que eso de tu en traje de baño deberíamos eliminarlo.- bajó su cabeza en decepción y luego la subió rápidamente riendo.
-Me gusta eso de las rosas blancas.- dije cruzando mis brazos.- Podríamos agregarle alguna sorpresa, un plus.
La campana para regresar a clases sonó y nos miramos alarmados. Quedamos en que yo le diría a Sam y los tres haríamos algún plan para el gran momento.
Salí de la sala de clases mirando a mi alrededor para ver si no se veía nadie conocido y le hice señas a Ian para que saliera rápido. Ambos nos dirigimos a nuestras salas dándonos una sonrisa cómplice.
Tendría que sacar todo mi lado romántico.
.
Sam me estaba contando acerca de una película de terror que había ido a ver al cine, logré comprender que era desastrosa y que nunca la viera jamás en mi vida.
-No entiendo porque hacen películas tan malas, ¿no deberían pasar primero por algún público especial que diga "oye tu película apesta"?.- dijo enojada.- El dinero de la entrada pude haberla gastado en un labial de MAC.
Me reí por el ceño fruncido que tenía plantado en la cara.
-Talvez mi destino está en ser directora de cine ¿No crees?, que peliculones que haría.
Ambas estábamos de camino a mi casa, hoy era viernes y tocaba hacer noche de chicas. Alice no podría estar por qué le había surgido un inconveniente familiar con una tía que necesitaba urgentemente que la cuidaran.
Abrí la puerta y entramos a mi hogar. Estaba completamente silencioso.
-¿Tu tío no está?.- preguntó Sam subiendo las escaleras para dejar su mochila en mi habitación.
-Nop, ¿Quieres algo para comer?.- grité para que me escuchara.
-¡Está bien!.
Saqué unos tazones y les eché cereal, pediríamos pizza al rato por lo que decidí comer algo liviano.
Sam venía bajando las escaleras relajadamente con un post it en la mano.
-Encontré esto en tu espejo.- dijo entregándome la nota.
"No me esperes Em, hoy llegaré más tarde de lo usual, deje un poco de dinero en la mesa para que alimenten sus bocotas. Thiago."
-Ja, ja, que gracioso eres.- dije arrugando la nota.
-Empezó nuestra fiesta súper privada. - dijo Samantha tomando su tazón y tirándose al sillón mientras tomaba el control remoto.
-¿Empezamos con algo romántico o de acción?.- dijo poniendo el canal de las series.
-Mmmmh, pon algo de amor. -
-¿Para recordar lo sola que estamos?.- preguntó doblando su cabeza hacia el lado.
-Sip.
"Simplemente no te quiere" comenzó en la pantalla.
.
-¡¿Puedes abrirle al de la pizza por favor?!.- le dije a Sam mientras le gritaba desde la cocina.
-¡¡Ya va!!.- me gritó de vuelta.
Estaba mezclando las mascarillas que habíamos visto en Internet que consistían en limón, miel y avena molida. Por suerte Thiago era fanático de esa cosa así que contaba con tal ingrediente en la despensa.
-Pero mira que rico huele. - dijo Samantha entrando a la cocina con la caja en las manos y moviendo su nariz como roedor. - Estuve a punto de invitar al repartidor a pasar, te morías de lo guapo que era, tenía unos ojazos...- dijo mordiéndose los labios.
-Hay solo unos ojazos que me gustan...- le dije.
Ambas nos miramos en silencio y rompimos en risa.
-Oh, si quieres llamo a Luke para que se lo digas en persona. - dijo Sam imitando un celular con su mano.- Hola ¿Luke? Tengo una pretendiente aquí conmigo que se muere por que la mires con tus ojazos, y le tomes la cara y...- fue interrumpida por mi golpe en su brazo.
-Ay cállate. - le dije riéndome y sintiendo mis mejillas arder.