Me había quedado hablando con el profesor más de la cuenta y me retrasé para el almuerzo, no me importó mucho pues el hambre no era mi mayor preocupación en este momento.
Caminé por el pasillo hacia las dos puertas verdes que abrían camino hacia el casino, me sentía débil y desganada por el principio de gripe que me estaba dando.
Mi paso se alentó un momento cuando vi como Luke aparecía por el pasillo, al momento que me vio sus cejas se curvaron de tal manera que le dio a su rostro un rasgo de tristeza. Moví mi mirada hacia otro lugar para disimular que lo había visto y apuré el paso.
Al pasar a su lado escuché como murmuraba mi nombre despacio, mis pasos se alentaron y me maldije por hacerlo pues en cosa de nada Luke estuvo frente a mí.
Traté de escabullirme por un lado pero su cuerpo me lo impidió.
-Hablemos.- dijo tomando mis hombros.
Negué con la cabeza con una risa sin gracia.
-¿Que? ¿Quieres dejarme en claro que lo que hiciste fue un impulso y no quieres que nada cambie?.- me escabullí de nuevo pero me lo impidió.
-Emma, por favor... Lo siento, no quise hacerlo... o sea sí pero no de ese modo.
-No entiendo Luke y no pienso leer entre líneas, háblame claro.
-Amo a Eleanor.
Puñalada 1.
-Y quiero estar con ella.
Puñalada 2.
-Pero tú... Dios, somos tan cercanos, te quiero mucho y a veces siento que hay algo más... que tal vez tú te confundes, somos amigos. Recuérdalo.
Me reí sin gracia y negué con la cabeza.
-Te recuerdo que fuiste tú el que me dio un beso.- ataqué con énfasis.- No al revés.
Nos quedamos mirando, él sin saber que decir y yo esperando que su boca dijera algo que por lo menos me hiciera sentir mejor a las puñaladas anteriores.
Elevé mis manos a mis lados y respiré hondo.
-¿A qué quieres llegar?.- pregunté irritada y cansada.
-Quiero que me digas que sientes por mi.
Mi ceño se frunció y lo miré con enojo.
-¿De qué te va a servir eso?.
Me miró de forma exasperada como si no consiguiera lo que quería.
-Emma, dime... no quiero dejar todo a mi imaginación.
Mi ceño se frunció aún más y me sentí indignada. Lo empujé a un lado y escupí un "Permiso" para luego abrir las puertas del casino y entrar en él. Busqué la mesa de mis amigos y fui donde ellos con un peso enorme en el pecho.
Tal vez esa había sido mi oportunidad para decir todo lo que pienso, pero me acobardé en el último segundo porque su pregunta me pilló desprevenida. Estaba segura que él sabía que había algo más de mi parte porque no hubiera preguntado y dudaba que se hubiera dado cuenta ayer. El sospechaba lo que yo sentía y aún así me dio el beso que puso mi mente en completo desequilibrio.
Me senté con el pecho oprimido y sentía como estaba colorada por la rabia que estaba sintiendo en este momento y que no podía liberar.
Sam me miró como si con la mirada pudiera saber que estaba pasando e inmediatamente cambió la mirada a Alice y ella miró a Ian. Sentía que todos sabían lo que estaba pasando dentro de mí y por un momento me sentí transparente.
Al poco rato las puertas del casino se abrieron y vi como Luke caminaba a la mesa donde estaban sus amigos y Eleanor con sus amigas. Se agachó frente a ella y la besó mientras se reía por algo que había dicho alguien.
Como si ninguna conversación hubiera existido. Como si fuera ajeno a lo que estaba pasando.
Volví mi vista al frente y vi de reojo como mis amigos mantenían su mirada en mí.
-Ya basta.- escupí.- No pasa nada.
No me importó que Ian estuviera ahí, no me sorprendería que él supiera o sospechara algo, a fin de cuentas, es amigo de Luke y lo más probable es que compartieran comentarios.
-¿No comerás nada?.- preguntó Alice suavemente.
-No tengo hambre.- respondí con casi nada de voz debido al dolor que tenía en la garganta.
-¿Estas segura? No comiste nada en la mañ-
-Sí, estoy segura.
Tragué el nudo que tenía en mi garganta y por trigésima vez en el día sonreí falsamente buscando que se olvidaran del tema.
Siguieron hablando y yo seguí metida en mi celular revisando redes sociales y cosas innecesarias.
**
Ya estábamos a punto de terminar la tarde y miré de reojo a Luke que nuevamente tenía su mirada puesta en mí, lo miré descaradamente y mantuve mi vista fija, lo que antes hubiera sido una sonrisa ahora era una cara de póker absoluta.
Luke bajó la mirada a sus manos entrelazadas y luego observó a la profesora.
Suspiré pesado y Sam se acercó a mí para susurrar.
-¿Cuando me dirás que pasó Emma? Todos sentimos la tensión entre ambos.
Negué con la cabeza pareciendo concentrada en lo que estaba escribiendo.
Cuando el timbre sonó tomé mis cosas y salí rápido del aula mandando el mensaje en el que había estado pensando toda la clase.
Abrí la puerta de una sala vacía y me apoyé en una mesa esperando a que el receptor de mi mensaje llegara. Cuando vi que el reloj había marcado 10 minutos desde que había llegado pensé que Luke no vendría hasta que la puerta se abrió.
Me di la vuelta y vi como entró con cuidado buscándome con la mirada, mis manos temblaban y mi estómago se retorcía de los nervios de lo que estaba a punto de hacer.
Pero lo haría, debía hacerlo.
-¿Por qué me diste ese beso Luke?.- pregunté despacio pues mi garganta dolía con cada acción de mis cuerdas vocales.
Me miró en silencio como si estuviera procesando la pregunta y buscando una excusa perfecta.
-No-no sé.- tartamudeó.
Me reí sin gracia.
-¿No sabes?.- asentí con la cabeza suspirando para mantener la paciencia.- ¿No sabes o no te atreves a decirlo?
Su ceño se frunció y en ese momento me importó poco que se enojara, algo en mí quería que lo que había pasado le pesara de algún modo.