Todo el fin de semana me quede en la cama acostada, para más remate Thiago había tenido que hacer un pequeño viaje de tres días a una ciudad que estaba a un par de horas por lo que mi yo ermitaña pudo hacer lo que quería conmigo misma. El sábado en la noche Alice me había invitado a una "pequeña junta" que se haría en la casa de una compañera pero me negué con la excusa de que andaba enferma del estómago. Estuve todo ese día acostada en el sofá con las luces apagadas y viendo series.
Había rompido mi record de series vistas en un día.
El domingo disfruté de una hermosa pizza familiar para mi sola, estuve en pijama todo el día y me permití no tomar ningún cuaderno para estudiar, incluso a Leo me toco decirle una excusa para evitar su invitación a comer comida china. Eso sí costo un poco más. Ya saben que es difícil negarse a la comida.
El día lunes, martes, miércoles, jueves y viernes que seguían fueron de esos días en que solo te levantas porque lo tienes que hacer. Era como un zombi en vida que lo único que hacía era sonreír y hacer como que nada pasaba. Había sido una semana llena de exámenes por lo que si no estaba durmiendo estaba estudiando. Me cacheteaba internamente por permitirme sentir nostalgia por el tema de Luke, pero vamos, necesitaba desahogarlo de alguna manera y me prometí a mí misma que luego de esa semana sería una persona completamente nueva.
Debía superar el tema de una vez por todas.
Y eso empezaría ahora mismo, viernes por la noche, último fin de semana del mes.
Fiesta, alcohol y drogas.
No, es mentira, no se crean. Pero si fiesta.
Me mire al espejo una última vez, llevaba el pelo liso, mi outfit era negro y lo único que rompía el esquema era la chaqueta de mezclilla celeste que llevaba encima. Mi celular sonó indicándome que Sam ya debía estar esperándome abajo, nos iríamos caminando pues la fiesta no era lejos de donde vivía.
-¡Ya me voy!.- grite para que Thiago me escuchara.
-¿Adónde vas?.- dijo mi tío apareciendo por la puerta de la cocina.
-A la fiesta de Dayana, te dije ayer.- le dije abriendo mis brazos.
Me quedó mirando con el ceño fruncido como si estuviera haciendo memoria.
-Oh vamos, no te arrepientas ahora, estoy toda arreglada y Sam me está esperando afuera.
Thiago entorno los ojos e hizo un gesto con la mano cuando su cuerpo se devolvió a la cocina. Supongo que fue un "haz lo que quieras". Me encogí de hombros y cerré la puerta detrás mío.
Sam me abrazo como saludo y yo la mire de arriba a abajo.
-Pero que guapa vas.- le dije dándole una vuelta con mi mano guiando su brazo para que diera la típica vuelta de película. Iba con una falda de mezclilla acompañada de unos pantis negros, los botines de taco alto la hacían ver más alta y su polera negra con un excéntrico símbolo en el centro le daba el toque.
-Gracias, tu también lo vas. Tienes un aspecto dark.
Me reí e hice posé de modelo.
-Estoy vestida como lo que representa mi alma.- ambas soltamos una carcajada y comenzamos a caminar hacia la dirección de la casa de Dayana.
-¿Cómo has estado?.- dijo Sam, la hubiera tomado como una pregunta común, de esas con las que respondes "bien, no he hecho nada por mi vida" pero sabía que su pregunta se refería a algo más profundo que tenía nombre y apellido.
-Bien, súper bien.- dije dándole la mejor de mis sonrisas.
-Si claro.
-¡Es verdad!.- dije alzando un poco la voz.- Es hora de seguir adelante. Si Vanessa Hudgens pudo superar a Zac Efron, yo poder superar a Luke Somers.
-¿Si, eh?.- dijo dándome una mirada maliciosa.- ¿Y qué pasa si te digo que Luke va a estar en la fiesta?.
La sonrisa que tenía en la cara se quedó ahí un momento como si me hubiera quedado pegada como los computadores Windows antiguos.
Reiníciate Emma.
-¿Ah, sí?.- dije acomodando mi pelo.- Pues, excelente.
Me rasque la nariz con brusquedad y por un momento sentí una piza de enojo por Alice. Me había recontra jurado que Luke no iría.
Talvez cambio de opinión a último momento.
Cuando doblamos la esquina de la cuadra comenzamos a escuchar la música potente que salía por alguna de las casas. No costo diferenciar la casa pues afuera habían unos cuantos simios jugando a quien derribaba al otro primero.
Negué con la cabeza y me sorprendió cuantas personas habían.
-Creo que llegamos tarde.- dijo Samantha a mi lado.- Espero que quede alcohol.
Reí por su comentario y al entrar a la casa busqué alguna cara conocida.
-Hola chicas. - dijo Dayana apareciendo de repente.- Los bebestibles están en la cocina, solo tienen que seguir el pasillo y ahí estarán. Y la comida está en la parte de la sala de estar.- se despidió con una sonrisa y por un momento me hizo recordar a la Barbie de Toy Story.
-Eso fue como un infomercial. - dije perdiendo a Dayana entre la multitud.
-No veo a Alice.- dijo Sam poniéndose de puntas.
-Pero yo te veo a ti.- dijo una voz masculina tomando a Sam por sorpresa. Mi amiga encaro al dueño de la voz y lo recibió con un suave beso en los labios. Yo sonreí al ver la escena, pero la mueca de desagrado por lo melosos que eran no tardó en aparecer.
-Iré a buscar algo para tomar.
-Okey, me traes un-
-¡Oh no!.- dije negando con mi mano al tiempo que reía y salía de la escena de los enamorados.
Caminé hacia donde había dicho Dayana encontrándome con caras de mi curso, los saludé y nos pusimos hablar un momento, luego me dirigí al estante donde había una cantidad impresionante de botellas de alcohol. Serví mi vaso y me dirigí a la sala de estar buscando a Alice.
Disfrute de mi vaso y de la comida sobre la mesa viendo como un grupo de chicos y chicas jugaba al "beer pong". Por un momento me sentí en una película estadounidense, solo faltaba la piscina abarrotada de pequeños borrachos.