-Podríamos hacer eso.- dije apoyando la idea que había dado Javier.- Es como un tema interesante y sabríamos por donde abordarlo.
Estábamos en la biblioteca avanzando con el trabajo de Idiomas, al frente de nosotros estaban Alice y Sam estudiando otras cosas. Refregué mis ojos con la parte de abajo de mis palmas y suspire inflando mis mejillas.
-Tengo sueño.- dije sin más.
Javier negó con la cabeza y Alice despego su vista del cuaderno.
-¿Dormiste mal anoche?.
Le hice un gesto con mi mano indicándole un "más o menos" a lo que hizo una mueca y volvió su vista al cuaderno.
-Tal vez se quedó mucho tiempo hablando con ya sabes quién. - dijo Sam mirándome con mirada inocente.
Le sonreí falsamente y Alice río.
-La conquistó desde el estómago.- agregó la castaña.
-Claro que no.- susurré calmada.- Somos amigos.
Mis dos amigas me miraron con las cejas alzadas y sé que no dijeron nada porque Javier estaba ahí y ya había escuchado suficiente.
Seguimos trabajando en los temas que tocaríamos con nuestros entrevistados hasta que el timbre de salida sonó.
-¡Libertad al fin!.- dijo Sam alzando la voz y cerrando abruptamente su libro.
-Sshhh.- se escuchó por alguna parte del lugar.
Sam volteó los ojos y guardo todo en su mochila para luego estirar la mano hacia Javier, este la tomo y se fueron caminando por el pasillo de la biblioteca hasta salir por la puerta. Alice y yo nos quedamos unos minutos más hasta que el hambre nos ganó por lo que bajamos a comprar algo al quiosco que había en el patio.
Nos quedamos comiendo nuestras galletas de pie, esperando que sonara el timbre para que finalmente entráramos a la última clase del día.
En mi campo de visión aparecieron Ian y Luke, venían caminando y hablaban animosamente sobre algo en especial. Mi estómago saltó cuando vi que su camino se dirigía hacia nosotras. Tosí un poco y dentro de mi hubo una pequeña batalla campal donde no sabía si irme de la escena o quedarme ahí y activar el modo planta.
Opté por la segunda opción.
Los chicos llegaron a nosotras e Ian tomo a Alice por la espalda dándole un beso en su frente. Lo saludé con una sonrisa y me debatí si saludar a Luke o no. Finalmente le di una mirada rápida para comprobar que me estaba mirando y le di una pequeña sonrisa, su respuesta fue la mismaa e inmediatamente corrí la mirada, aunque aún sentía la de él quemando sobre mí.
Alice se dio cuenta de mi incomodidad y decidió sacar un tema de conversación.
-¿Cuándo es que juegan de nuevo?.- preguntó curiosa.
-Se supone que en un par de semanas comienzan los partidos del campeonato mayor, son solo dos y lo ideal es ganar ambos para ir a la final.- dijo Luke con notable entusiasmo en su voz.
Sonreí instintivamente al escucharlo hablar y no me di cuenta que me había quedado pegada mirándolo. Sacudí mi cabeza y curiosamente, la tabla nutricional de las galletas se volvió realmente interesante.
138 calorías. Interesante.
El timbre sonó y los cuatro nos encaminamos al salón. Adelanté el paso para no ir tan pegada a mis tres compañeros, pero la voz de la persona que estaba evitando me detuvo.
-¿Cómo estuvo el cumpleaños de Thiago?.- me preguntó alcanzando mi paso y quedando a mi lado.
-Bien, excelente. - le dije asintiendo y evitando su mirada.- ¿Te acordabas?.
Luke río y pasó la mano por su boca.- ¿No recuerdas que el año pasado te acompañe? Y justo ese día se había estrenado la película que había estado esperando una enormidad de tiempo, así que... digamos que fue una fecha que me marcó.
No aguanté la risa cuando me llegó el recuerdo de lo que Luke me comentó. Ese día casi lo había obligado a sacrificar su día de estreno para que me acompañara.
Entramos al salón y me dirigí directamente a mi asiento sin fijarme mucho que camino seguía Luke. Samantha llegó corriendo y aterrizo sobre el asiento.
-Maldito Javier.- dijo jadeando.- Me hizo... correr... desde las canchas.
-Respira.- le dije riendo y mirando cómo se tiraba sobre la mesa.
El profesor hizo su aparición, pero no venía solo. Atrás de él venía un chico de no más de 25 años, venía vestido de una forma bastante bohemia, su ropa era holgada y su pelo estaba amarrado en una coleta atrás.
-¿Y ese hippie quién es?.- escuché que dijo Alice desde atrás, sin que escucharan los demás, obviamente.
-Hola alumnos, les presentó a Michael. Es psicólogo y hoy me ha pedido si le prestaba mi clase para hacer una actividad para un curso que está haciendo. Pidió permiso con rectoría así que no hay ningún problema. Los dejare con él, pórtense bien y les pido participación. Les servirá.
El chico llamado Michael esperó a que el profesor saliera del salón y nos sonrió juntando sus palmas.
-Bueno chicos, como me presentó su profesor, yo soy Michael y soy estudiante de psicología, me estoy especializando en terapias alternativas y decidí hacer esta actividad a modo de entrenamiento. Ustedes están cursando el último año y me imagino que su nivel de estrés es bastante alto.