¿y si lo intentamos?

Flores

Caminamos a lo largo del camino hecho de piedras mientras le sacaba información a mi amigo de cómo había conocido y llegado a este lugar. Me conto que en una salida con sus amigos del equipo llegaron caminando a un bar que se encuentra a unos veinte minutos a pie, cuando pasaron por este lugar a Luke le llamo la atención y luego investigo sobre él.

-No había encontrado una razón para venir aquí hasta hoy.

-¿Acaso me tienes una fiesta sorpresa atrasada?.

Negó sonriente.

-¿Zac Efron me está esperando?.

Me miro con cara de pocos amigos y yo sonreí con inocencia.

-¿Qué? ¿No te acuerdas del trato que hicimos?- dije para luego ver a Luke reír.

-Claro que me acuerdo.

-A ver, dilo. - lo incité a decir el trato que hicimos hace unos años cuando veníamos saliendo del cine.

-Que si yo te conseguía a Zac Efron tú me conseguirías a Alexandria Daddario.

-Aja.- dije sonriendo y caminando de tal forma que mis pies estuvieran alineados en cada paso. Unos momentos de silencio nos inundaron, pero no fueron incomodos, al contrario, me permitió analizar y disfrutar el paisaje verde en el que estaba incierta. Ahora sabia porque no era un recinto público, de serlo así, probablemente no estaría en las condiciones en las que está ahora. Cada un metro encontraríamos alguna botella de plástico, alguna lata de cerveza o algún paquete de golosinas.

-¿La resaca ya pasó?.

Mire a Luke rápidamente y mirándolo con una cara de "¿quién carajos te dijo?". El solo me miraba con diversión en su rostro y alzo las cejas esperando a que respondiera su pregunta.

-Eh... amm- rechisté. No me culpen- ¿Qué?.

-Anoche... cuando enviaste el mensaje.- comenzó Luke con una risa escondida en su rostro.- No te voy a mentir que me sorprendió tu invitación pero luego el "ven guapo"- hizo comillas con sus dedos- me hizo pensar que alguien te había gastado una broma.

-No fue precisamente así...- le dije un tanto apenada.

-Luego, hoy en el entrenamiento, hable con Ian y me comento que Alice ayer lo llamó como a las cinco de la mañana exigiéndole que le llevara un trozo de sandía.

Golpeé mi frente mientras reía imaginándome a una Alice completamente fuera de sus cinco sentidos, exigiendo una sandía. Lástima que no lo recordaba.

-¿Y luego?.

-Bueno, le dije a Ian el mensaje que me había llegado y comenzamos a atar cables hasta que llegamos a la conclusión de que había una gran probabilidad de que estuvieran ustedes tres... borrachas por la vida.

Termino su parte dándome una sonrisa divertida al ver como escondía mis cara tras mis manos.

-Que vergüenza.- le dije sintiendo mi cara enrojecida. Luke río y luego de unos segundos baje mis manos rápidamente con el ceño fruncido.- ¿Entonces sabias que mi invitación había sido producto del alcohol?.

Asintió divertido.

-¡¿Y aun así llegaste a mi casa como si nada con la intención de que saliéramos?!.

Volvió a mover su cabeza de arriba a abajo y yo entorné los ojos a su sonrisa ladina.

-No todos los días me llega un mensaje de Emma Jones invitándome a salir.- gruñí y revolví los ojos.- Y menos diciéndome que me ponga guapo.

Mordí mis labios aguantando la sonrisa que quería aparecer en mi cara y con la que no pude luchar mucho para evitarla.

-Que descarado. - dije a lo que él solo se encogió de hombros para volver a caminar.

-¿No escuchaste el show que teníamos arriba?.- pregunté cuando llegue a su lado y enganche mi brazo al suyo. Me gustaba como iba el paseo hasta ahora.

Luke rio y negó con la cabeza.-Por lo menos no te diste cuenta que estaban en casa.- dije uniéndome a su risa ronca.

-No... pero me di cuenta cuando las vi asomarse a la ventana cuando nos fuimos.

-No me digas. - cerré los ojos maldiciendo a mis amigas y no pude evitar reír.- Esto ha sido un caos. Por lo menos mi cabeza dejó de querer explotar.

-¿Ves? Soy tu mejor remedio. - dijo Luke con un movimiento gracioso de cejas. Lancé una risotada bastante poco femenina y golpeé su brazo.

-Extrañaba esa risa.

Dirigí mi mirada a él y en sus ojos pude ver un brillo especial. Su sonrisa lograba llegarles a sus ojos haciendo que se viera adorable. No me di cuenta que habíamos parado el paso para mirarnos atentamente. Por un momento no sentí el suelo y tuve la sensación de que el tiempo no estaba pasando. Su mano viajó hasta mi mejilla y sus ojos se movieron alrededor de mi cara a lo que yo hice lo mismo. Sus ojos grises se veían casi transparentes con la luz que el sol daba, tenía una barba de unos dos días que lo hacía ver como para derretirse. Sus labios estaban rosados y levemente entreabiertos.

El momento estaba perfecto hasta que un celular sonó sobresaltándonos a ambos. Luke se separó buscando su celular en los bolsillos de su jean y de inmediato un terror repentino inundo mi cuerpo. Tuve miedo de que la persona que lo estuviera llamando fuera Eleanor. Pude visualizar a Luke diciéndome que tenía que irse y casi pude sentir el peso de la ilusión destrozada únicamente por mi culpa por permitirle aparecer.




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