¿y si lo intentamos?

Distancia

-¿Llevas bloqueador?.

-Sí.

-¿Toallas?.

-Sí.

-¿Llevas ropa abrigada?.

-¿Qué? Es la playa Thiago.

-Puede que haga frío en la noche.

Tomé un polerón del armario y lo metí a la pequeña maleta.

-¿Habrá alcohol?.

-Sí.

-¿Drogas?.

-Probablemente.- bromeé.

Thiago entrecerró los ojos hacia mí y tomó mi cabeza para acercarme a su pecho.

-Cuídate ¿sí?.

-¿Cuando no lo he hecho?.

-No esta demás decirlo.- dijo Thiago dando un pequeño beso en mi frente.

El día de hoy íbamos a la playa con un pequeño grupo de amigos y amigos de nuestra generación. Una compañera tuvo la amabilidad de prestarnos su cabaña por un par de días así que gustosos la recibimos. El grupo con el que íbamos no era más de quince personas, eran los más cercanos y con los que sabíamos que la pasaríamos bien.

-¿A qué hora pasaran a buscarte?.

Vi la hora en el reloj e hice una mueca mientras calculaba el tiempo.

-Unos cinco minutos si es su día de puntualidad.

-Toma.- dijo estrechando hacia mí una bolsa que liberó un olor sublime.- Panes, hay unos con solo queso, otros con jamón y otros con ambos.

-Gracias.- le dije entregándole una cálida sonrisa.

Mi celular comenzó a sonar. En la pantalla se veía el nombre de Alice por lo que no me molesté en tomar la llamada puesto que el claxon afuera de casa me hizo saber que ya estaban acá.

Tomé la pequeña maleta donde iba mi ropa y útiles de aseo y Thiago me ayudo a llevar el bolso térmico donde llevaba una cantidad exagerada de comida. Guardamos las cosas en el maletero del auto de Ian y me subí a él. En la parte trasera iba Sam y Luke mientras que adelante iba Alice e Ian.

-Cuídense chicos.- dijo Thiago por la ventanilla.- Y tú- dijo apuntando a Luke- Cuídala.

Luke asintió con la cabeza con esa seguridad que siempre tiene. Todos nos despedimos de Thiago cuando el auto comenzó a marchar.

-¡Cuida a Cooky!.- alcancé a gritar antes de que el auto agarrara velocidad. Una vez que dejamos mi casa atrás, se escuchó la fina voz de Alice.

-¿Preparados?.

-¡Si!.- se escuchó de parte de los presentes que estaban en el auto.

Luke tomó mi mano para depositar un beso en el dorso de ella. Alice prendió el estéreo del auto poniendo música acorde al momento veraniego.

Básicamente la hora y media de viaje, fueron cantos, chistes y más cantos hasta que llegamos a nuestro destino. Habíamos sido los últimos en llegar por lo tanto los últimos en acomodarnos en la gran cabaña que constaba de un ante jardín inmenso, quincho, dos baños, una cocina, la sala de estar y seis habitaciones de diferentes tamaños y para distintos números de personas. Finalmente, Alice, Sam y yo nos acomodamos con otra compañera en una habitación para cuatro donde tendríamos que dormir dos en cada cama y Luke e Ian se acomodaron en otra habitación con tres compañeros más.

**

El día se había pasado rápido, habíamos bajado a la playa, que por cierto quedaba bastante cerca de la cabaña donde nos estábamos alojando, y habíamos estado en el lugar unas tres horas mientras nos bañábamos, comíamos y jugábamos. El primer chapuzón no fue nada agradable pues los chicos se encargaron de no dejar a ninguna mujer seca, sin embargo, el clima estaba tan delicioso que fue un agrado entrar en el agua fría de la playa. Para nuestra suerte en el lugar había pocas personas por lo que nuestros minis partidos de futbol, quemadas y tenis de playa no se veían dificultados.

-¡Em!.- me di la vuelta para encontrar al emisor del llamado y me encontré a Luke corriendo hacia mí. Decir que esto era una película de salvavidas sexys era lo más cercano a la situación que veían mis ojos. Somers venía a trote suave con su torso desnudo al aire y unos shorts de baño que le llegaban un poco más abajo de la mitad de sus muslos. Su cabello mojado lo hacía verse extremadamente besarle y ni hablar de su cuerpo en su totalidad.

-¿Ah?.- dije embobada luego de sentir sus labios rápidamente sobre los míos.

-Te adoro.

Una sonrisa rebelde apareció en mi cara y en la suya también.

-Pero que románticos son.- escuché que decía Sam que se encontraba a mi lado.

-¿No extrañas tu media naranja?.

-Un poco sí.- dijo haciendo una mueca.

-¿Queda soda?.- preguntó Luke sentándose a mi lado.

Saqué lo que me pidió de la bolsa y se lo entregué.

-Iré a tirarme un chapuzón. - anunció Sam mientras se sacaba el vestido dejando al descubierto su bikini de dos piezas.

Sin aviso alguno, mi cuerpo estaba sobre la arena y con Luke encima mientras depositaba pequeños besos entre mi cuello y oreja.

-Te tengo que contar algo.- le dije cuando intercambiamos posiciones dejándome a mí encima de su cuerpo.

-¿Qué cosa?.- dijo acariciando mi mejilla.- No me digas que otra tía hizo su aparición.




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