Y si me devuelves los años...

En la realidad.

_ Discúlpeme señora, el departamento fue alquilado hace 3 días_ le dijo el encargado del edificio. Nadia se encontraba visitando el edificio número 5 de este día mientras buscaba incansablemente un lugar donde vivir con Emilia, su hija de 2 años.

Ya estaba agotada, largas caminatas durante el día para encontrar un lugar decente donde vivir y un trabajo que pudiera pagar ese lugar decente. Su reciente divorcio la había dejado en la calle y sin nada para subsistir hasta que saliera la sentencia, el divorcio se estaba llevando lo poco que tenia de ahorros y ahora su situación era esta.

_ Muchas gracias caballero_ lentamente se alejó del lugar. Caminando por la calle mientras contaba el dinero que le quedaba en su billetera sonó el timbre de su celular. Su madre al teléfono.

_ Nadia, ¿dónde estás?, Emilia esta llorando sin parar y no sé qué hacer ya, además vino un abogado que me entrego una citación de parte de Ricardo, que dice que debes presentarte el miércoles a la mañana para una audiencia en el juzgado_ 

_ Si mama, estaba visitando un departamento para mudarme con Emilia y estoy en camino a una entrevista laboral en el centro_

_ Sabes perfectamente que nada de esto seria necesario si hablaras con Ricardo y escucharas sus explicaciones como toda esposa debe hacer, no sabes subsistir, nunca has trabajado y encima que esperabas que hiciera el pobre hombre cuando de repente te apareces con Emilia, la hija de Alicia presentándola como tu nueva hija mientras no le dabas un hijo propio…_  aparte el celular de mi oído, las recomendaciones sobre mi vida de parte de mi madre eran de larga duración y todo lo contrario a lo que yo pensaba. Una sola o dos cosas si estaba segura, primero, nunca se arrepentiría sobre la adopción de Emilia, Alicia la había dejado a cargo de su hija, debido a la enfermedad que había terminado por consumirla 3 meses atrás. Y segundo, el dolor por la traición de su esposo era lacerante.

Con respecto a Emilia, su solo recuerdo la hacía sonreír. Para Alicia la vida había sido dura, si bien eran primas segundas y no tenían mucho contacto, no se enteró de su enfermedad hasta poco después de su fallecimiento. El cáncer de mama había mermado todas sus esperanzas. Su ex había desaparecido poco después de que ella tuviera a su hija y no había querido saber nada de la niña, no podía hacerse la distraída ante su pedido de ayuda. Un mes después de que falleciera le llego una notificación de un juzgado de menores de otra ciudad y se presentó sin saber bien que había pasado. Cuando le presentaron a la pequeña y se la pusieron en brazos contándole el ultimo deseo de Alicia, quien había fallecido sin ningún otro familiar en el país cercano, se asustó. Pero cuando la niña la miro a los ojos supo en ese instante que nunca podría separarse de ella. Claro que también pensó en la responsabilidad y los millones de cosas que tendría por delante, sabia que su madre estaría en desacuerdo con esto, pero no pensó en ese momento en lo que Ricardo haría.

Ricardo había estado en desacuerdo con respecto a todo lo tenia que ver con la niña. No quería una hija de otros, quería los suyos dentro de su matrimonio. No se sentía con la capacidad de convertirse en padre ni de asumir semejante responsabilidad. Ricardo poco a poco había comenzado a distanciarse. Y Nadia con la nueva ocupación de madre a tiempo completo, comprendió todo un poco tarde.

_ Sra. puede pasar, el Sr. Ramiro Sáenz junto con la jefa de capital humano, la Srta. Agostina Ramírez, la están esperando_ Nadia asintió y se puso de pie. Esta entrevista era para el puesto de empleada en uno de los locales de una multinacional que entre las diversas cosas que vendían, se dedicaban a la fabricación, diseño y ventas de muebles para el hogar. Una empresa familiar que ya no era tal, por lo poco que había logrado investigar Nadia, le empresa que había empezado con Don Atilio Sáenz siendo un simple carpintero se había transformado en una multinacional que no solo seguía con la tradición de trabajar la madera, sino que había acaparado todos los aspectos que conformaban una casa en todo su esplendor. En la actualidad, si bien era una empresa muy valorada que se había lanzado a la bolsa con sus acciones, había tradiciones que todavía mantenían. Como, por ejemplo, la presencia del CEO en las entrevistas para tomar un nuevo empleado sin importar el nivel de jerarquía. Y aquí estaba Nadia, caminando hacia la oficina con su mejor ropa y una cartera que no cerraba con su currículo prolijamente hecho pero con escasos datos con respecto a su experiencia laboral.

Nadia nunca había trabajado. Su vida no había sido sobre una niña privilegiada que no había necesitado trabajar en su vida. Simplemente cuando salió de la secundaria había empezado un curso de diseño de interiores en la universidad y había conocido casi al instante a Ricardo Grancé. Ricardo era estudiante de Kinesiología en el último año, en la misma universidad y un poco tiempo después del inicio de su relación se habían casado. Como él se había enfocado en sus estudios y trabajo, ella se había concentrado en su hogar posponiendo los suyos. Después él había desarrollado un negocio exitoso y no había querido que ella trabajara. Como recompensa de su apoyo en los últimos años él decía.

Así que ahora ella se encontraba en proceso de divorcio, sin experiencia y sin un estudio que la ayudara a subsistir. Y con Emilia no podría por lo menos por un tiempo retomar sus estudios.

_ Adelante_ escucho una voz profunda después de golpear la puerta. Nadia entro, pero nada la había preparado para la visión que encontró. El hombre más atractivo que había visto en su vida estaba sentado detrás del gran escritorio, a su lado, Barbie misma con una increíble belleza que parecía sobrenatural la miraba con seriedad. _ Siéntese por favor. _ le dijo el hombre. Nadia asintió. Tomo asiento y les presento su cv.

_ Buenos días_ dijo Barbie, Agostina en realidad. _ ¿Nadia Alcazar es su nombre verdad? _ Nadia asintió tratando de no mirar al CEO. _ Por lo que veo en su cv, no cuenta con experiencia formal laboral. ¿A qué se debió esto? _




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