¿y si no es suficiente?

LA TEORÍA DE NOAH

Yo estaba nerviosa. No sabía qué esperar, ni siquiera cómo sentirme al respecto. Pero mientras estaba sentada en el asiento del copiloto del coche de Noah, mirándole fijamente con una sonrisa tonta en la cara, podía sentir que los nervios me rezumaban por todos los poros de mi cuerpo. Él se dio cuenta de que le miraba fijamente y me devolvió la sonrisa, una sonrisa que parecía decir que le estaba gustando cada minuto de este viaje conmigo.

No hablamos mucho durante el trayecto, pero me di cuenta de que él también lo estaba disfrutando. Me vino a la mente la reflexión de Matilde: "Al parecer sí existía un sentimiento mutuo entre ambos… Mis afectos eran correspondidos."

Mi emoción fue recíproca. "Podría perder mi corazón irremediablemente esta noche.” Me sonrojé, pero no pude evitarlo. Noah tenía una forma de hacerme sentir la chica más guapa del mundo.

Me miraba con una tierna sonrisa mientras conducía por la calle. No podía evitar pensar que había algo entre nosotros, algo que no podía explicar, y a su vez sentía que me estaba enamorando de él. Quería alcanzarlo y tocarlo, sentir su piel contra la mía, comprobar si era tan tersa como parecía. Deseaba saber lo suaves que eran sus labios y cómo sabrían en los míos.

Pero entonces, como una sombra que se filtra en medio de la luz, recordé a mi madre. Recordé sus palabras: “A mí también me dijeron que era especial. Y terminé sola, con una hija en brazos y un corazón hecho trizas.” Ella siempre decía que los hombres pueden parecer príncipes al principio, pero a veces detrás de una sonrisa encantadora se oculta una salida de emergencia. Ese pensamiento, clavado en mi memoria desde la adolescencia, me hacía dudar. ¿Y si Noah también era una ilusión? ¿Y si yo también terminaba convertida en una versión joven de mi madre?

Los pensamientos intranquilos salieron de mi cabeza cuando me percaté de que nos habíamos internado en el centro de la ciudad. Noah había elegido un lugar no tan sencillo para cenar. Entonces miré la ropa que llevaba puesta. "Estos jeans y esta sudadera no van de la mano con ese establecimiento". Como el ser humano inteligente y analítico que era, Noah Duarte de León lo intuyó.

—Estás perfecta tal y como te ves… No necesitas maquillaje, ni vestidos de diseñadores, ni tacones de Prada para sentirte una reina —luego centró sus ojos en mi cabello—. Ya lo tienes de forma natural, y tu pelo castaño oscuro es la prueba irrefutable… Por otro lado, una pizza o cualquier producto de comida rápida no es opción. Esos alimentos son adictivos, pero distan de lo saludable.

Luego se volvió hacia mí y se disculpó por su descortesía; teníamos que entrar porque había otras personas esperándonos fuera para nuestra reserva de mesa.

Ya ubicada en nuestra mesa, por invitación de Noah, me senté en la silla.

—Buenas noches, señor Duarte de León, ¿quiere lo de siempre? —le saludó uno de los camareros, cuya elocuente forma de atenderle me dejó más que claro que Noah era un cliente habitual.

—No, Ricardo, esta noche quiero que mi acompañante me sorprenda —me miró mi irresistible caballero y palidecí. ¡No tenía ni idea de cuáles eran los gustos culinarios de Noah! Me di cuenta de que le hacía gracia mi cara de compasión.

—Entonces le dejo el menú para que la señorita elija la cena de esta noche. Con su permiso, me retiro y vuelvo en unos minutos —sonrió Ricardo y se marchó. Ya sola, me acerqué a Noah. No tenía el más ínfimo interés en escoger el platillo para la cena.

—Gracias por darme el privilegio de que yo elija la cena, pero prefiero que lo hagas tú. No hace falta decir que tienes experiencia.

—Lucía, ¿qué te hace llegar a esa conclusión? ¿Crees que tener una posición privilegiada, poseer un coche deportivo de último modelo y ser el director general de una empresa me convierte en un experto en el ámbito culinario? Siento decepcionarte. No soy perfecto. Aun así, prefiero comer la comida que tú escojas.

—Visiblemente, eso es lo que deduzco. Por favor, eres un hombre del mundo. Debes haber probado los platillos más exóticos. Yo apenas he salido de mi ciudad. Así que yo preferiría… —Noah me interrumpió.

—Lucía, has conseguido captar mi atención desde la primera vez que te vi. Cualquiera que me conozca te diría que no lo consideraría ni lo imaginaría… Suelo ser muy hermético. También te dirían que mi capacidad de análisis casi nunca falla. Esto me da la base para considerar que tendrás éxito esta noche. —El baile de mi corazón inició una guerra civil con mi respiración.

—Si es lo que supones, entonces lo intentaré… Te advierto, yo también soy muy buena analizando.

—Ves que no me equivoco… Puedes escoger lo que desees. Yo seleccionaré el vino. —Suspiré y hundí mi rostro en la carta del menú.

Tras unos minutos, revisando las opciones para cenar, mi mente repetía: “Algo ligero”. ¡¿Por qué no presté más atención al programa de Máster Chef?! Me enfoqué en escoger algún platillo que sonara sofisticado. ¡Dioses del azar, asístanme!

Ricardo llegó para pedir la orden.

—¿Lista, señorita?

—Estoy indecisa entre dos platillos.

—Dígame cuáles para ayudarla.

—El papillote de salmón con setas silvestres y couscous de limón o el rodaballo al horno con guiso de setas y crema de puerros —manifesté con confianza, aunque por dentro rogaba que esa comida no fuera solo vegetales e ingredientes extraños.

—Ambas son excelentes elecciones. En mi opinión, le diría que optara por el rodaballo. La textura es delicada y el sabor, sublime.

—¡No se diga más! Que sea ese plato, entonces —Noah sonrió al ver mi cara de alivio.

—¡Perfecto! ¿Con qué bebida lo quieren acompañar? —Noah respondió esa pregunta.

—La voy a elegir yo. Quiero un vino blanco con crianza en barrica, que mantenga frescura, pero tenga algo de complejidad.

—¿Le parece bien el Château Carbonnieux Blanc? —sugirió Ricardo—. Notas de cítricos confitados, flores blancas y un leve toque de vainilla. Equilibrado, elegante… y memorable.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.