CAPITULO 12

* * * * * * * * * * CAPITULO 12 * * * * * * *

Había pasado una semana en la cocina de Karin, la chica era muy exigente y tenía que esmerarme al máximo, aprovechaba los tiempos de descanso para estudiar francés y llegaba al cuarto para dormir. El señor Hernández seguía en el hospital y Sandro bajaba a veces por un capuchino.

-Entonces que dices Marce- Rogó con una sonrisa

-No creo, estoy de turno esta tarde- Me explique mientras recogía su taza.

-¿Y en la noche?-Preguntó Jasen.

Había estado preguntándome toda la semana si quería ir al cine con él. Pero apenas sobrevivía al trabajo y estudio al mismo tiempo.

-Saldré con ella, así que tampoco puede-

Ni me digne a voltear, Karin se molestaría si se enterará que he estado perdiendo el tiempo. Corrí hacia adentro del restaurante.

-¿Estas huyendo?-Pregunto ingresando al almacenamiento de comida

-Karin se molestará si te ve entrando- Le regañe a Alessandro.

-Entonces escondámonos- Me susurro y agarro de mi muñeca. Abrió la puerta del esquinero y me metió junto con él.

Al estar muy pegados sentí el olor a vino y alcohol.

-Estas ebrio- Afirme.

-¿Quieres probar?- Se acercó a mí, estaba acorralada.

Sus labios cayeron en los míos, sus manos abarcaron mi cintura. El beso se profundizo y algunos sonidos finos se escapaban de mi boca; mordió mi labio adentrándose.

Disfrute sus manos tocando mi rostro y mi oreja.

Los besos fueron dejando marca. Mi cabeza volvió a recuperar el control y lo detuvo; mañana quedaría marcas de esto y no podría ocultarlo.

Alguien más abrió la manija, cuando la toque.

Su rostro estaba anonadado y mi cara muy pálida. De todas las personas, yo tenía la peor suerte.

-Celeste no es lo que crees que es- Anuncie sin tener en cuenta el orden de mis palabras.

Ella seguía observándonos con la boca abierta, jale a Sandro por el pasillo.

-¿Nico?-Pregunte extrañada al verlo entrar tan decididamente; que ni siquiera se fijó en que estábamos pasando.

Alessandro se acercó un poco tambaleante hacia él.

-¿Qué le paso?-Pregunto Nico y alce los hombros- Difícilmente se embriaga, seguro bebió mucho.

-Me podrías ayudar a llevarlo- Él asintió y caminamos rumbo a  la puerta de la cafetería.

Nicolás lo ayudaba a mantener la postura mientras avisaba que me iba a retirar.

Nico pidió un taxi para la casa de Sandro; nadie quiso opinar acerca de las situaciones extrañas. Solo rogaba que cuando recobrara Sandro la conciencia, no se acordará de nada.

Nicolás me ayudo a llevarlo a su cuarto, al parecer Darlin no había venido hoy y cuando Nico se disculpó para retirarse, me quede sola con él.

Los pensamientos impuros que había imaginado, me atormentaban y no podía parar de verlo recostado en su cama. Mi meta en esta ciudad solo se enfoca y se tenía que enfocar en estudiar y trabajar, pero cada vez que me encontraba con Alessandro, era como un detonante hacia aquellos planes.

Me acerque aún más a él, pero sus brazos me jalaron para tirarme encima de él. Me desesperé y jalé con fuerza para salir, pero no podía zafarme de su agarre. Al admitir mi derrota trate de acomodarme a su lado, ya que estar encima de él era incómodo y demasiado vergonzoso.

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-¿Dijiste mi nombre?- La voz varonil algo ronca por despertar, hizo que mis ojos se abrieran.

Mierda_ Insulte en mi cabeza y luego me corregí. Voltee a verlo.

Realmente era él, se notaba tan lindo, aún tenía la camiseta de ayer pero algo arrugada y desabrochada. Sus ojos también empezaron analizarme y me recordé de lo de ayer.

Sus ojos se posaron en la marca, que el mismo había dejado en la cafetería. No podía estar pasando, me había quedado dormida y ya el sol estaba en su máximo esplendor. Era domingo y había amanecido en la misma cama que antes no me habían dejado dormir; con un hombre arrogante y extrañamente un bipolar atractivo.

Mi cara estaba ardiendo de vergüenza por lo de ayer y por las cosas que pasaban en mi cerebro.

-¿Tu y yo…?- Empezó a preguntar Alessandro sorprendido.

Me apresuré a negar la cabeza; y aproveche que él aun tenía resaca para escapar, antes de que hiciera más preguntas y me atrapará.

(Holi gomitas, si para estos dias hay dos votos más un especial Sandro largooooo)