Llegué a mi casa confundida y con muchas preguntas. ¿En serio no sentía nada por él? Me sentía demasiado confundida; nunca había sentido tantas emociones en tan solo un día. El hecho de solo verlo me puso nerviosa: abrazarlo, dar vueltas con él... todo.
Al llegar, no supe si escribirle. Es que me sentía tan llena de emociones que, en ese momento, no podía ni pensar, pero al final decidí escribirle:
"¿Nuestra amistad no se perderá por lo que pasó hoy, verdad?"
Estaba conectado, pero, mientras respondía, decidí irme a dar un baño y ponerme ropa cómoda.
"No lo sé".
Leer ese mensaje me hizo pensar: ¿y si lo arruiné? Era una de las cosas que menos quería que pasara. Mason, poco a poco, se estaba convirtiendo en alguien tan especial para mí que la sola idea de arruinar nuestra amistad no me gustaba para nada.
"Espero no haberte incomodado".
"No, para nada. Espero que todo esté bien entre nosotros".
"Pues, todo bien".
Cambié de tema rápidamente porque no quería seguir tocando ese asunto.
✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧
Iba a salir con Mason.
¿Cómo pasó? Pues simplemente me preguntó si quería dar una vuelta por una plaza, y yo le dije que sí. Genial, Courtney, genial.
Acordamos vernos hoy después de mis clases de inglés, así que llegué lo más rápido que pude a mi casa y empecé a prepararme.
Me di una ducha rápida y puse algo de música para tranquilizarme un poco. Escogí una camisa blanca ligera encima de un top negro, con una falda de mezclilla sencilla. Me puse mis tenis blancos de siempre, unas medias cortas y un bolso marrón cruzado. se veía bien; Me senté frente a mi espejo y empecé a probar diferentes peinados: cola alta, recogido, trenzas... todo, pero sentía que nada me quedaba con mi cara.
Justo en ese momento empezó a sonar Mrs. Potato Head. Aunque me gustaba mucho la canción, en ese momento no me hacía sentir bien.
{No one will love you if you're unattractive}
{Is it true that pain is beauty?}
{Will a pretty face make it better?}
Mejor decidí pasar la canción. No podía ponerme a pensar en eso en ese momento. Finalmente, opté por recogerme el pelo con una mariposa. Me di unos pequeños toques de rímel, blush y gloss, y estaba lista.
Recogí todas mis cosas y avisé que iba a salir. La plaza no quedaba tan lejos, así que pedí un taxi y en pocos minutos llegué.
Fui a una pequeña cafetería de la plaza donde acordamos encontrarnos. Pedí una rebanada de cheesecake con frutos rojos mientras lo esperaba. Me sentía ansiosa con mi apariencia: ¿me quedaba muy corto el top? ¿Mi cara se veía bien? No pude pensar más porque alguien se paró frente a mi mesa. Levanté la vista: era él.
—Hola, ¿todo bien? —Me miró de arriba a abajo cuando me levanté a recibirlo, observando atentamente toda mi ropa. Eso me puso un poco nerviosa.
—Hola. Eh, sí. Pensé que demorarías más, así que me pedí algo para picar. ¿Quieres? —saludé, pasando el peso de mis pies de uno a otro mientras le ofrecía un poco del postre.
—¿Por qué no? —Se sentó frente a mí y tomó un bocado del postre. —Me gusta.—mencionó, atento al cheesecake.
—¿Y ya escogiste una película para ver? —preguntó mientras seguía comiendo.
—Mmm... no. Mejor pasamos por la cartelera y escogemos juntos —dije, paseando mi mirada por el lugar. Era lindo y acogedor.
—Está bien.
Sentía que el ambiente estaba algo tenso, así que propuse algo.
—¿Y si mejor vamos a dar una vuelta?
—Me parece bien.
Ambos fuimos a la caja para pagar lo ya pedido. Luego dimos varias vueltas por la plaza, entramos a varias tiendas y Mason me compró algunas cosas: un perfume con aroma cítrico fresco y floral, unas cadenitas muy lindas y un peluche gigante de My Melody. ¿Cómo sabía que me gustaba?
Yo tampoco quise dejarlo con las manos vacías, así que entramos a una tienda para chicos y le compré un par de cosas.
—Ven, escoge uno de estos. —señalé los perfumes. Él no quería aceptar nada, pero igual se lo iba a comprar.
—No es necesario, no debes darme nada a cambio por lo que te he comprado. Está bien. —se rehusó.
—Me da igual. Lo hago porque quiero. —Lo tomé del brazo y lo obligué a venir.
Tras discutir, accedió a regañadientes. Le compré unas camisetas, unos abrigos y un perfume que él escogió.
Mientras caminábamos, se me ocurrió preguntarle:
—¿Por qué te gustan los perfumes que huelen tan fuerte? Son horribles.
—Esos son los que les gustan a las chicas.
—Ugh, a mí no —dije, asqueada.
—Aún. —Se limitó a responder.
Un rato más tarde llegamos a una librería. Ambos dijimos que solo íbamos a mirar y que no nos íbamos a dejar llevar.
—Mira este. Estaba loca por comprarlo, pero no encontraba dónde lo vendían —dije, entusiasmada por haber encontrado ese libro.
—¿Y este no te gusta? Lo leí y me pareció bueno. —me mostró otro.
—Ya lo leí. Muy bueno, por cierto. Pero... ¿y tú desde cuándo lees libros tan románticos?
—He empezado a leer algunos después de que me los recomendaste. —respondió mientras miraba otros libros del mismo género.
Sonreí, pero no dije nada. Luego salimos de ahí directo a la cartelera.
—¿Cuál deberíamos ver? —pregunté.
—No lo sé. Podemos ver esta. —señaló la nueva película de Deadpool. No me detuve a leer el nombre completo.
—Está bien. Quería verla, así que... —me dirigí a la boletería a comprar dos boletos.
—Las compré para la función 3, a las 7:20. ¿Te parece bien?
—Sí, está perfecto.
✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧✩₊˚.⋆☾⋆⁺₊✧
—¡Ahhh, espera! Ya me duele el estómago. —me detuve afuera de la sala con la respiración agitada de tanto reír.
—Esa película ha sido increíble.—dijo, colocándose a mi lado. Me miró fijamente y apartó un mechón de mi cara. —¿Ya te dije que te ves preciosa hoy?
Editado: 29.08.2025