Y si.... Quizás?

¿Qué has hecho, Aiden?

Sentía cómo su aliento golpeaba mi cara por lo cerca que estaba la suya, sin querer, bajé la vista a sus labios, tan carnosos, tan apetecibles.. Subí mi mirada a sus ojos y eran tan hermosos, amaba como siempre los tenía fijos a mí, y la manera en la que me miraba era tan... No sé, pero sabía cómo derretirme.

Nuestros labios estaban a nada de tocarse, pero simplemente decidí apartarlo.— Yo eh, lo siento Mason, pero quizás no me veo de la misma manera en la que tú me miras.— tomé el valor para alejarlo de mi y levantarme del banco.

— ¿Podemos irnos a casa? — pregunté ya levantada, mientras lo miraba fijamente, aún tenía su mirada puesta en mi, pero sus ojos reflejaban otra cosa que no era la de hace un rato.

«Genial Courtney, lo has decepcionado»

—Yo.. eh, sí, claro, vamos.

El viaje fue extremadamente silencioso. Al menos yo lo sentía incómodo, no sabía cómo remediar las cosas así que solo me acerqué más a él y apoyé mi cabeza en su espalda. Al parar en una semáforo, le pregunté;

—Oye Mason, estás enojado? O te sientes incómodo? Yo.. lo siento, no planeaba que esto hubiera terminado así. —Justo el semáforo se había puesto en verde y arrancó. Nunca dijo nada.

—Muchas gracias por traerme hasta aquí, muchas gracias por la salida, muchas gracias por todo, Mason. —le dí un abrazo, mientras sentía que su brazo se deslizaba por mi espalda baja.

—Sabes que no es nada, si por mí fuera, saldríamos todos los días, ahora, ya entra, es tarde. —Decía susurrándome al oído.

—En verdad no estás incómodo conmigo?

—¿Contigo? Nunca.

—Está bien, me escribes cuando llegues a casa, okey? —me alejé de él unos pasos.

—Está bien, Adiós, Court. —Dijo para desaparecer en la oscuridad de la noche con su moto.

Al entrar a casa, saludé a mis padres y les dí algo que les traje de comer, aunque ya hayan cenado, mi papá lo tomó con gusto, nunca se hartaba.

Subí a mí habitación y empecé a quitarme todo y ponerme mi pijama, me quité el rimel y me lavé la cara. Me tiré a la cama con mi teléfono y revisé el grupo que tenía con las chicas, me habían etiquetado un par de veces para preguntarme cómo me había estado yendo con Mason, pero no respondí y me acomodé para dormir, mañana les diría.

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Al llegar a la escuela, me senté a hablar con Jhulia y Jimena, les conté absolutamente todo sobre la salida y otras cosas, después de eso, nada interesante hasta que estaba sentada en una esquina usando mi teléfono ya que estábamos en hora libre. Sentí que alguien se sentó a mí lado, y cuando levanté mi vista, era más y nada menos que Aiden.

—Hey, qué haces aquí sola? —tomó una butaca y se sentó junto a mi.

Conocí a Aiden el primer año que entré aquí, cómo estábamos post pandemia y eso, estábamos en la misma clase pero íbamos días diferentes, lo conocí porque fuí varias veces en sus días. Luego, cuando pasamos de grado y entramos a la secundaria, se juntó el curso completo, Aiden era el chico más popular de este lugar, aunque la escuela se dividía por cursos, casi todas las chicas de primaria y secundaria estaban detrás de él. Y cómo no? Si era el típico chico blanco, alto, pelo negro y un poco largo, ojos marrones claros y egocéntrico.

Cuando me enamoré de él, tenía novia, su novia se llamaba Alana, era la mejor amiga de una de mis mejores amigas, Liliana. Estaba en un curso superior a nosotros, pero ellos vivían cerca y siempre tenían algo. Ella era alguien muy linda, y digamos que podía ser hasta envidiable. Tenía tez blanca también, y su pelo era sedoso y largo.

Con el tiempo, mis sentimientos por él se volvieron como tan visibles que casi todo el mundo sabía sobre mis sentimientos, sé que ya él lo sabía, aunque se hiciera el que no. Éramos adolescentes estúpidos, eramos amigos, éramos enemigos, pero nunca pudimos ser amantes. Siempre había intentado acercarme a Aiden, aveces chismeábamos juntos porque estábamos bien, y eso hacia que nuestro curso se volviera loco, emparejándonos, y él siempre lo negaba, de una mala manera. Y por situaciones, decidí que dejar de estar tras él, sería una buena idea.

Una de esas fué, que una vez, Liliana me contó, que Alana y Aiden habían terminado, no me sorprendió, puesto que ellos terminan cada cierto tiempo, pero esa vez me dió esperanza. Cómo yo solía hablar con Alana, ella me dijo que intentaría hablarle a él, sobre mí, a ver si podía ayudar en algo, ya que no planeaba volver con él.

Yo, aunque sabía que no iban a llegar a nada, acepté, y aunque él había dicho algunas cosas que podrían llegar a ilusionar a cualquiera, seguía pensando que no podíamos llegar a nada.

Tiempo después, Liliana se negaba a darme información sobre lo que habíamos quedado, me pareció extraño, por ende, intenté cuestionarla, pero ella nunca quiso decirme algo al respecto. Me acerqué a Alana, y mientras hablaba con ella, Aiden se había acercado a nosotras, y sin preámbulos solo dijo:

—Ya sé que yo te gusto, y que intentaste hablar con Alana y Lili (cómo él le decía a Liliana) para que tú y yo pudiéramos tener algo, pero, sabes que eso no se va a dar, verdad? —se puso al lado de ella, mientras me miraba, sus palabras sonaban un poco crueles, pero su mirada no lo era tanto.

—No es que seas fea ni nada por el estilo, estás... Más o menos, pero, yo simplemente no puedo estar contigo. Aparte, nos besamos el fin de semana, en su habitación. —dijo mientras miraba a Alana, Alana simplemente lo fulminó con la mirada antes de hablar.

—Mira Courtney, no era por mal ni para que te sientas mal, pero es que simplemente... pasó. Osea, estábamos en mi habitación y yo le debía algo, el simplemente me besó, y yo simplemente... Correspondí. —Dijo sencillamente, en sus palabras quizás se podía sentir una pizca de remordimiento. Pero en su mirada no había ni un rastro

«Como te digo, no es por hacerte sentir mal ni nada, pero es que eso de ustedes no se va a poder.




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