Y sí... ¿te hubiera dicho que sí?

Capítulo 2

Después de comer y de arreglar las cosas, partimos a casa de la abuela, donde estaba una de las primas con la que mejor me llevaba, aparte de Ha-Na —Hola, Yang Mi —me dirigí a ella, pues había pasado un tiempo desde que nos habíamos visto.

—Hola Sienna Rose, ¿cómo te va?

—Bien, mejor de lo que esperaba —las tres nos sumergimos en una conversación hasta que Ha-Na comenzó a hacer preguntas sobre si nos gustaba alguien.

—Sí, de hecho, estoy saliendo con alguien, aunque a mi mamá no le agrada la idea, porque soy muy chica todavía, pero parece muy normal para los demás, eso de tener novio a los 16 —dijo Yang Mi mirando a su madre al otro lado de la sala.

—¿Qué nos cuentas tu Rosie? Después de Jimin no has vuelto a decir que te gusta alguien.

—Hay Ha-Na, yo y el amor o algo relacionado no somos compatibles, está probado. Mejor cuéntanos tú. En serio que tu vida es toda una novela, te pasa cada cosa.

Y no miento, Ha-Na vive cada cosa, es del tipo de chica que les gusta a los chicos, y se lleva bien con los demás. Es muy difícil que ella le caiga mal a los demás, y que decir de su honestidad, por eso me llevo tan bien con ella, porque prefiere decirte las cosas de frente antes que ser hipócrita, algo que deberían hacer más personas.

—Esta vez todo ha ido tranquilo, nada digno de contar, solo he estado estresada con las clases, así que no creo que hablar de eso sea de mucho interés.

—No mientas, tienes muchos pretendientes, no nos digas que no te han dicho algo —dijo Yang Mi.

—Ay, ya me conocen más de lo que pensé, pero esta vez digo la verdad, solo estuve hablando con el mismo chico de la última vez, ya saben de Nam Joon, pero seguimos en la misma situación. Solo somos amigos, creo que sigue pensando en su ex, así que mejor darle tiempo.

—Prima, deberías dejarlo de lado, no hacerlo tu prioridad, hay más chicos, no seas como Rosie y te aferres —la mire con los ojos entrecerrados —no me mires así, sabes que tengo la razón, sino fuera así no estarías evitando a Jimin.

Ya les había explicado varias veces mi sentir sobre Jimin; no soy su tipo de chica ideal, no es por decir que no valgo la pena, o que no soy bonita, aunque por lo visto eso también influye, pero la verdad es que él no me ve a mí sino a alguien más. Me siento mejor ahora, dejando de lado lo que sucedió, pero este par no deja de recordármelo.

—Sienna Rose, ya nos vamos, despídete de tu abuela y de tus tías y de tus primas —mi madre entro a la habitación llamando nuestra atención.

—Nos vemos chicas —me levante no sin antes recibir un hasta luego de su parte para así dirigirme a donde se encontraban las mayores.

—Adiós tías, adiós abuelita —le di un abrazo para luego salir al lado de mi madre.

Al llegar a la preparatoria casi no había alumnos por ahí, estaba algo fría la mañana y apenas eran las 7:10, que esperaba si las clases comenzaban en 20 minutos. Me dirigí al salón donde tendría la primera clase, encontrándome a la distancia con el mismo chico de ayer. Ahora sabría su nombre de no ser que evite entrar a ver la publicación de Ho Seok.

El chico destacaba sobre los demás, antes no lo había visto, pero ahora me lo topaba con frecuencia, ¿Cómo es que de un día a otro las personas se ponen más en tu camino?

—Hola Sienna, ¿tiene mucho que llegaste? —Sujin dejo sus cosas y se sentó a mi lado.

—Hola. No, a decir verdad, solo unos cuantos minutos —respondí mientras verificaba la hora en mi teléfono.

—No me gusta tener clases tan temprano, quisiera poder dormir más, y luego la maestra de álgebra nos dejó mucha tarea, eso disminuyó mis horas de sueño.

—Sujin, esa tarea la hicimos juntas, y no terminamos tan tarde, ni siquiera era media noche cuando me fui a dormir. ¿Te dormiste después de terminar? —Sujin comenzó a leer un libro digital —ya me imagino por qué tienes sueño.

—Es que me encanta este libro, ya va la tercera vez que lo leo, te lo voy a pasar, es más, te voy a pasar varios, así hablamos de ellos, mi hermana no tiene mucho tiempo y no los quiere leer.

—Debes tener en cuenta de que Nari se está preparando para los exámenes de admisión a la universidad, a nosotras aún nos falta para eso, así que no es el mismo estrés.

Asintió —sé que no es lo mismo, ay no, no quiero llegar a ese punto,

—Hola, buenos días —Yumi se acercó a nosotras.

—Hola —respondimos ambas.

—¿Qué estás leyendo? —Yumi se sentó frente a Sujin.

Hopless, deberías leerlo —y ahí vamos, incitando a más personas a leer su libro favorito, aunque Yumi no es tanto de leer y Yeji tampoco. Si Solar quiere, podría llegar a convencerlas como a mí.

Después de las recomendaciones literarias y una larga clase de Álgebra y otra de artes, se había llegado la hora del almuerzo, donde nos encontramos con los mismos chicos del día anterior. —él está en el mismo curso que Nari —dijo Sujin señalando al chico de gafas que había estado ayer más atento a nuestra conversación que a la de sus amigos, cosa que no hacia hoy, se veía muy sonriente —él y sus amigos, mejor dicho, me lo dijo ella, me resultaban conocidos a excepción de Félix, él es su mejor amigo, es el de cabello rubio del final.




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