—¿9×8 es...?
—72. —contesta sonriente
—¿9×9?.
—Buenooo… ¿81, mami?. —dice con su manita en su mentón, sonriendo interrogante
—¡Excelente, bebé!. —la abrazo y ríe. —Y por último ¿9×10?
—¡90!. —exclama emocionada. —asiento y la vuelvo a abrazar.
Mi bebé es la niña más hermosa e inteligente que conozco, hace poco me di cuenta de lo mucho que le gustan los números, así que me dediqué a practicar las tablas de multiplicar con ella.
Y de paso dejaba se darle vueltas al extraño sueño que me persigue cada noche.
Estamos en una guerra de cosquillas cuando mamá entra a la cueva mágica.
Mi pequeña y yo nos volteamos a ver asustadas
Nos descubrió
—¡El ogro!. —decimos al unísono, moviendo solamente los labios para que el ogro....digo, mamá no nos escuche.
—Sé leer labios ¿Saben? par de cabras locas. —dice con gracia mientras se recuesta con nosotras en la cama. Uniéndose a nuestra guerra de cosquillas, que de un momento a otro pasa a convertirse en una guerra de almohadas.
—¿Hay lugar para una más?. —volteamos a ver a rosa, quien está observando la escena desde la puerta, las tres le extendemos los brazos para que se una a la diversión.
Se acerca y es así como pasamos a ser cuatro en la cama, y en la guerra de almohadas.
Extrañaba con toda el alma estos fugaces momentos con ellas, y que mi bebé esté aquí lo hace perfecto todo.
Tal vez para Rosa soy Lena, ella aun no sabe nada, pero se ha acostumbrado a mi como si fuera Andy.
Lo sé, lo soy, pero ella no lo sabe
Y mi bebé, pues tampoco lo sabe, pero para ella soy su mami y aunque suene raro, es como si me sintiera, como si en el fondo de su corazón lo supiera, o al menos es lo que quiero pensar.
Porque es duro saber que...
Para ella, ella ya tiene una madre y yo ahora lo soy por el parecido con mi antiguo cuerpo, para ella nadie ocupará ése lugar, y...yo
Estoy usurpando mi propio lugar.
Al menos así de raro se siente.
—¿Qué dicen si hacemos una pijamada?- propone rosa
A lo que a todas se nos iluminan los ojos
Rosa es como una segunda madre, o bueno, una abuela, porqué regaña a mamá de vez en cuando, porque si de algo estoy segura, es que soy cabezota como dice Ryan, porque me parezco a ella en eso.
Al final quedándonos las cuatro sobre la pequeña cama, una a una van cayendo en un profundo sueño, mientras yo solo las observo, las extrañaba tanto tanto, sólo falta mi tarzán para que mi felicidad sea completa.
Cierro mis ojos para evitar así el llanto que asoma.
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—No podemos. Yo no puedo, perdón.
—¿Por qué? Solo...dime ¿Por qué?. Desde que apareció ese señor cambiaste.
—Yo...soy...
No confíes en nadie.
—Lena, despierta es tarde, ayúdame a preparar las cosas que llevará liliam al colegio-
Rosa
De nuevo esos sueños, pero nunca veo sus rostros, solo escuchó una voces lejanas
Se que una de ellas soy yo...bueno lena
Pero...¿Serán sus recuerdos?
¿Por qué ahora?
¿Será que está molesta por su cuerpo?
Siento que me estoy por volver loca en serio, en especial porque cada sueño termina por la misma frase.
No confiar en nadie
Alisto el uniforme y la mochila de mi pequeña, le guardo su refrigerio en su lonch, mientras rosa le ayuda a bañarse,
—¿En qué momento se despertaron?.
—dice mamá entrando al cuarto de mi bebé
—Buenos días. ¿O debería decir buenas tardes, señora potts. —la molesto
—Me merezco un descanso. —dice bostezando. —La empresa es un desastre, se han perdido unos informes. —acaba y mis alarmas inmediatamente se encienden
—¿Co...cómo?.
—Sí, lo que oyes, pero me pregunto ¿Quién…?.
Mi atención se desconecta y solo puedo pensar en lo que pasó aquel día.
¿Habrá sido Liam?
¡No! Él estaba conmigo, estábamos encerrados en el elevador, y luego fue al hospital conmigo.
Entonces ¿Quién?
—¿Crees que si fue él?- pregunta
—¿Ah?.
—Te decía que si crees que Liam los tomó? Según Stevens estuvo exigiendo mucho dichos informes, y pues...
—¡¿Está loco?! No fue él, yo ya le había dicho que le diría a Valeria que se los entregara, es más, recuerda que el edificio sufrió un apagón justo cuando Liam y yo...estábamos encerrados en el elevador. —parece meditar lo que acabo de decir
—Andy y yo...necesito que me ayudes, que te vuelvas parte de la empresa. —creo que mi cara no es la mejor, ya que rápidamente dice. —Liam es nuevo aquí, no sé qué pretende...
—¡Te acabo de decir que no fue él mamá!. —sueno irritada y lo estoy.
—Por favor. —dice seria.
"Lo verás más seguido" dice mi conciencia
—Está bien. —digo derrotada. —Pero será temporal.
Sonríe triunfante
Pero…¿Quién habrá robado esos informes? Y ¿Por qué?
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Llegó a la empresa, buscando a mi alrededor a esa persona que hace que mi mundo de vueltas y caiga de nuevo en él, una y otra vez, mi parte buena de mi corazón, mi tarzan