Y todo inició con una mentira

Preparando Todo

CAPÍTULO 7 

—Mamá, ya llegué, debo decirte algo—Dijo Ian entrando a su casa 

—¿Que?– respondió la señora Allen

— la ví en el restaurante 

—¿ A quién viste?

—A Ruby, me dijeron que ella va diariamente a es lugar 

—Ah, ¿En serio? 

— si— dijo Ian

— eso lo podemos usar como una buena excusa para acercarnos a ella— respondió la señora Allen pensativa.

— Si definitivamente lo será.

— bien, entonces mañana, cuando las visites inventa algo con relación a esto 

—Claro madre.— dijo Ian con una sonrisa malévola.

— ese es mi hijo— respondió la señora Allen acariciando la cabeza de Ian.

— ¿Y en donde está mi hermana?

— se fue a dar una vuelta con tu tía.

— Ah, por cierto, no esperaba que le pidieras a mi tía que te ayudara con esto.

—Ya lo ves, soy impredecible.— respondió ella riendo.  Ian sonrió y dijo:

— lo sé Madre, iré a mi habitación.

— está bien hijo.

Una vez que Ian se marchó, la señora Allen sonrió y dijo en voz baja:

Esperé por 22 años, y todo está saliendo tal y como esperaba, mi momento está por llegar, podré tener lo que siempre quise.

Pasaron las horas, Hanna y Teresa ya habían regresado a su casa:

—Mamá ya regresamos—dijo Hanna 

– Hija, Hermana, bienvenidas, ¿Ya cenaron?

— si Hermana, gracias— respondió Teresa.

— ¿Mi Hermano ya regresó?–preguntó Hanna 

—Si ya está aquí

—Iré a saludarlo— dijo Hanna dirijiendose a la habitación de Ian. Cuando ella se fué La señora Allen le dijo a Teresa— espero que no me falles , Hermana, estoy confiando en tí, así que asegúrate de seguir mis instrucciones al pie de la letra, cualquier error, por mas pequeño que sea podría ser nuestra perdición, ¿Entiendes?

—si si, lo entiendo, no te preocupes por eso, no pienso fallar, siempre te apoyaré Hermana, asi que me aseguraré de no cometer errores.

—Eso espero, no quiero que arruines mis planes.

— no lo haré, ya no seas dramática— respondió Teresa un poco molesta. 

— Está bien, ahora prepara algúna ropa linda que tengas, mañana será el gran día tienes que lucir espectacular, tal y como lo haría yo 

—Claro hermana. Pero deberías decirle eso a Ian, después de todo él es el que se casará, tiene darle una buena impresión a la chica.

— Si, pero como madre debes dar un Buen ejemplo a tu hijo, después de todo los niños aprender de lo que ven, si miran a su madre como  a una mujer elegante, serán hombres elegantes ¿ Entiendes? Y por Ian no te preocupes él sabe que hacer.

— bien entonces iré a preparar mis cosas— dijo Teresa, dejando sola a su hermana.

El día estaba por terminar, Ruby y su madre conversaban alegremente, ya volvían a su casa, después de pasar la tarde en la agencia, y salir a dar un paseo, La señora Emma se veía cansada, así que en cuanto llegaron a su casa Ruby terminó la conversación para que su madre pudiera descansar.

—Mamá ya llegamos— Dijo Ruby 

— Ah si hija, bajemos del auto—respondió Emma. Ambas bajaron del automóvil y se dirijieron a su gran casa.

—Mamá deberías descansar, yo iré a mi habitación, tu duerme un poco, te ves agotada— continuó diciendo Ruby.

—Gracias Hija, lo haré. Que descanses, mi pequeña

— Tu igual madre.

La joven dejó a su Madre y se dirijió a su habitación, ella cerró la puerta, dejó sus cosas en la cama y se sentó en un pequeño sofá, recordó el momento en el que su mirada se cruzó con la de Ian, estaba pensativa.

— ¿Quién será ese hombre? ¿y porque estaba mirándome tanto? ¿Me conocerá?— se preguntó Ruby en voz baja. Ella se había dado cuenta que Ian la miraba, pues frente a la mesa donde se había sentado en el restaurante había un pequeño espejo, el cuál reflejaba la imagen de Ian. Después de unos minutos sonó el  celular de Ruby, era una llamada de su mejor amiga Brenda:

<Buenas noches amiga, ¿ya llegaste a casa?> 

— sí, ya estoy aquí, gracias por preguntar— respondió Ruby. <Que bueno amiga, ¿Te molesta si voy a visitarte mañana? Hace mucho tiempo que no pasamos tiempo juntas, de verdad te extraño> 

Ruby sonrió al escuchar las palabras de Brenda

— por supuesto, puedes venir cuando quieras, eres bienvenida.

<Gracias amiga, estaré ahí a las 9 de la mañana, nos divertiremos mucho> dijo Brenda emocionada

— Te escuchas muy feliz–respondió Ruby con una enorme sonrisa.

<Claro hace siglos que no duermo en tu casa>

—Ah, Entonces ¿planeas quedarte a dormir?— respondió Ruby sarcástica.

< Claro, si no te molesta>

—No me molesta, te espero, descansa ahora.

<Tú igual> Respondió Brenda finalizando la llamada.

Ruby dejó su celular a su lado, también se sentía feliz, ella era una chica cariñosa sólo con algunas personas, con las que se sentía cómoda, y Brenda era una de ellas. Finalmente Ruby se baño, se puso su pijama y se acostó a dormir plácidamente, sin imaginar lo que le sucedería al día siguiente.

 

 

 




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