A la mañana siguiente.
Sinani, se había levantado súper temprano. Se lavó los dientes, la cara y se bañó. Se arregló y se puso un traje formal y empezó a preparar el desayuno. Uno sencillo, pero llamativo.
Mientras Amelia, se encontraba cómodamente durmiendo, empezó a sentir un olor llamativo, cautivador, ese olor cálido y dulcemente atractivo, que emanaba de la cocina. Rápidamente, se levanta,con un apetito voraz y se dirige a la cocina.
- Vaya, alguien se cayó temprano hoy de la cama. ¡Qué bien son pancakes!.-dice entusiasmada Amelia.
-Amelia, hoy me tengo que ir. La tienda abrirá hoy y tengo mucho trabajo que hacer, así que llegaré tarde hoy, no me esperes y come- Lo dice Sinani, toda apurada mientras termina rápidamente de desayunar.
- Está bien... pero, me debes traer unos chocolates como disculpas- dice Amelia mientras se sentaba a desayunar.
-¿Qué te parecen los bombones de ayer?. Son unos productos de la tienda, te traigo una caja- le pregunta Sinani.
- Sí, estuvieron deliciosos. Qué te vaya super bién. ¡No te olvides de mis bombones!- se despide Amelia de Sinani.
- ¡Está bien!- exclama Sinani, mientras se dirige a la salida.
Después de terminar de desayunar Amelia, se sentó en el sillón, acomodo su cabeza hacia atrás y pensó.
La casa se siente muy vacía sin Sinani, aunque ella no hacía mucha bulla. Pero se siente muy solitario esto, tan vacío... que haré ahora...me moriré de aburrimiento. Suavemente, levanto la cabeza y observo lo vacío que se encontraba la casa.
- Bueno, no me quedaré sentada todo el día. Primero limpiaré la casa y después me bañaré. Si eso haré.
Y así empezó, el solitario día de Amelia. Y como se lo propuso Amelia empezó primero a limpiar. Recogió los servicios y los lavo, cada uno cuidadosamente.
Cuando terminó, se dirigio a su habitación.
- termine de lavar, ahora a barrer. Dónde está, creo que lo deje por aquí.- Amelia se dirigió a su armario y se puso a buscar su pañuelo para el pelo.
- si, sabía que aquí estaba- mientras se colocaba el pañuelo en el pelo.
Amelia empezó a estirar su cuerpo, como si estuviera en una competencia de atletismo. Se colocó unos audífonos y empezó a limpiar su habitación.
- ¡Que orgullosa estoy de mi!, que impecable y ordenada se ve mi habitación. Ahora limpiaré el resto de la casa- toda positiva Amelia se dirige a la sala.
Al terminar de limpiar la sala, se dirigió a la cocina y después a la azotea.
-Esto es muy cansado, pero al fin terminé- Amelia se recuesta sobre el sillón, mientras estira todo su cuerpo.
- ahora me daré un relajante baño y después a comer- se levanta y se dirige a su habitación.
Amelia se pone a alistar todo lo que usará para bañarse y la ropa que se pondrá después. Ya teniendo todo listo, entra al baño, y pone una música muy relajante. Se empieza a meter lentamente a la tina, se acomoda y empieza a cerrar paulatinamente los ojos.
Amelia, sumergida en su baño relajante, empieza a introducirse en su mundo de pensamientos.
Es algo reconfortante haber hecho todo este trabajo. Pero mi cuerpo se siente super agotado... estoy tan cansada, que creo que no podré prepararme el almuerzo, mejor pediré a domicilio.
Cómo le estará yendo a Sinani... espero que muy bien, ahora que ella empezará a trabajar, pasaré la mayor parte de tiempo sola... que haré, no creo poder hacer esto todos los días. Que haré...no tengo a nadie más con quién pasar el tiempo.
Amelia se despertó de sus pensamientos y terminó de bañarse. Saliendo del baño agarró su celular y empezó a hacer su pedido.
-Buon pomeriggio,Vorrei ordinare una pizza- con un poco de dificultad ordenó Amelia una pizza.
-La pizza no demorará en venir, así que mientras demore en llegar, elegiré una película para ver mientras como.
Amelia ya recibiendo su pedido se puso a comer, mientras veía una película de terror llamada..."susurros en la oscuridad". Amelia se encontraba muy entretenida, y ni siquiera se dio cuenta de que ya había terminado la pizza.
- Como....en qué momento, ya ni importa, la película es muy interesante- Amelia siguió viendo la película, con una gran concentración.
Amelia se la paso toda la tarde viendo la película, sin percatarse que ya se había hecho de noche.
- Que, ya terminó... pondré otro, pero primero me traeré algo para tomar- Amelia se levanta del sillón para dirigirse a la cocina.
A la hora de levantarse Amelia se percata de algo escalofriante.
- ¡Que!, la casa está muy oscura, no...ya es de noche- Amelia voltea para todos lados, observando lo oscura que está la casa.
Al notar esto, Amelia sintió un escalofrío en todo su cuerpo, se sintió observada por mil ojos y su cuerpo estaba inmóvil, pasado un rato Amelia, se vuelve a sentar al sillón, pero esta vez sube sus pies al sillón y se abriga con la manta que se encontraba doblada a lado de ella.
Amelia junto sus manos y empezó a rezar con todas sus fuerzas. Al fijarse que eso no funciona, se tapo la cabeza con la manta y empezó a regañarse a sí misma.
- Como se te ocurre Amelia, sabes que le tienes miedo a todo, las cucarachas, los mosquitos, las lagartijas... incluso a las moscas. Cómo se te ocurre ver una película de terror. ¡Si sabes que estabas sola!
Después de unas horas, Amelia empieza a escuchar unos pasos, que se hacían más claros a cada segundo que pasaba.. Escuchaba como empezaban a acercarse a ella. Esos pasos dejaron de escucharse, pero Amelia empezó a sentir algo que le acariciaba la cabeza, Al sentir eso Amelia, grito sin parar, mientras tenía los ojos cerrados, por el miedo.
Editado: 24.09.2024