Partida

Que rápida puede ser una partida, que rápida y sin aviso, muchas veces se duda de los hechos y es necesario comprobarlo para estar convencido, no obstante siempre quedara una duda en el fondo del corazón que no desaparecerá aunque el tiempo trascurra de manera irremediable.

Las partidas son fáciles para aquellos que se van, pero son difíciles para aquellos que nos quedamos, nuestra mente se vuelve una maraña de emociones, arrepentimientos, rencor, felicidad, amor… no sabes en qué orden catalogar cada uno de tus sentimientos, pues todo en un par de minutos se viene a tu mente a manera de recuerdos, pero al final el único recuerdo que debe de prevalecer es el de los momentos felices, o eso creo yo.

De qué sirve seguir guardando las peleas, los disgustos hacia alguien que no está, de que sirve alimentar un rencor que después se vuelve arrepentimiento por un “perdón” nunca dado, por un “lo siento” nunca dicho. Ya es demasiado tarde para eso, y lo único que queda es esperar que esa persona te haya perdonado aun sin tu haber tenido la iniciativa de preguntárselo.