Odiaba que arruinaran mis fechas favoritas de esa manera, pues octubre y los primeros días de noviembre eran para mí días que disfrutaba realmente. Habíamos pasado un buen rato en la cafetería frente a la universidad y los villancicos se escuchaban en la tienda de artículos para el hogar de la plaza.
- ¿Por qué nadie comprende que para navidad faltan dos meses? -me queje dándole otro sorbo a mi café que ya estaba frío-. Apenas y será día de brujas.
-Por cierto, ¿qué disfraces usaremos este año? -preguntó Joshua, el cual se había desparramado en el sillón ovalado color caqui.
-La pregunta sería si te vas a disfrazar con nosotros o con Nick -Soltó Giselle, la cual jugueteaba con el azucarero-.
-No lo sé, no hemos hablado del tema -respondí a su acusación mientras veía el fondo de mi taza-. Últimamente está muy tenso con la situación de sus padres.
-Uh, es cierto -Giselle reía probablemente con maldad-. Sus padres están reavivando la llama.
Soltó burlona, haciéndome sonreír, aunque realmente me sentía mal por mi novio.
- ¿Qué no sus padres estaban divorciados? -se incorporó Joshua, atraído por su parte entrometida-. Al menos hasta ahí me quedé.
-Lo están, tonto -Giselle torció los ojos-. Eres lento, Josh.
El castaño le hizo una mueca, reprochándole casi en silencio.
-Lo están, Josh, pero al parecer han vuelto a encontrarse y se están quedando en la ciudad tanto la madre y la hermana de Nick -dije, para después beber lo que sobraba de café-. Su padre las ha invitado a ambas a su fiesta de cumpleaños.
Josh abrió bastante los ojos y se dejó caer en el respaldo del sillón. Los Robinson la habían pasado realmente mal durante y antes del divorcio y aquello no era un secreto. Su madre había engañado a su padre por mucho tiempo, lo cual hasta el momento nadie lograba entender, pues el padre de Nick era un buen hombre, que, a pesar de su infidelidad, le ofreció perdón, el cual fue casi rechazado. Nick odiaba a su madre y a su hermana, la cual la había defendido hasta el último segundo y tampoco era un secreto. No me sorprendía que el pobre estuviera hundido en un mar de emociones.
-Si que está grueso -dijo Joshua viendo a la nada-. Su padre es algo estúpido, ¿no?
-Josh... -Le advertí.
-Es que perdonar algo así -se encogió de hombros. - Está cañón.
-Tú novia te engañaba y andaba diciendo por ahí que tenías... Cualidades muy pequeñas -Giselle lo atacó viendo hacía su entrepierna-. Y la perdonaste.
Negue riéndome de la situación y sacando mi celular del bolso delantero de mi mochila.
-No la perdoné, que quedé claro -la miraba con una sonrisa- Y créeme que, si tuviera "cualidades pequeñas", ya lo sabría.
Desbloqueé mi celular mientras aquellos dos seguían hablando y lo primero que vi fueron los mensajes de Nick.
"Nicki minaj<3: Preciosa, ya salí de clases, voy rápido por el nuevo uniforme y paso por ti"
"Nicki minaj<3: ¿Dónde andas?"
"Yo: Vine por un café enfrente de la uni con Gis y Josh, ¿te compro algo?"
"Nicki minaj<3: condones"
"Yo: Te compraré una bolsa de plástico... ¿Funciona? Jajajaja"
"Nicki minaj<3: Ya me lo dirás tú"
"Yo: JAJAJAJA cállate y mueve tus nalgas hasta acá, Nicki"
"Nicki Minaj <3: ¿Aún me tienes como Nicki Minaj?"
"Yo: JAJAJAJAJAJAJ No Nick, claro que no mi amor"
Me reí por su apodo y dejé mi celular para volver a integrarme a la conversación.
- Regresando al tema de los disfraces, si te vas a disfrazar con Nicolás, podrías disfrazarte de niña y él de Michael Jackson -sugirió Joshua -Por favor no otra vez Lola Bunny y Bugs Bunny.
-Ay, vamos -levante las manos-. Estuvo perfecto, el juega baloncesto y yo en ocasiones.
- ¿Eres su conejita o algo así? -bromeó Joshua.
Los tres reímos y Giselle negó divertida.