CAPÍTULO VI.
El primer beso es sin duda el mejor recuerdo que tienes en tus memorias, la danza suave e inexperta de los labios de Helena le hacían increíblemente sensual en la boca de Dante, era su primer beso uno lleno de dulzura, estaba tan absorbida por esa burbuja rosa, no le importa el espacio ni el tiempo, ni siquiera que estaba en un cumpleaños, solo quería estar así de unida a Dante para siempre, su corazón palpita fuertemente al sentir las manos de Dante en su cintura apretando suavemente, estaban sumidos en el apogeo y la falta de aire les hizo separarse, Helena tenía sus mejillas sonrosadas, de toda las cosas que pasaban en su cabeza tener su primero beso no era una de ellas, se preguntaba que pensaba Dante, solo han conversado un poco, como que para ello naciera amor.
- ¿Estas bien Helena?
- Si lo estoy. Dice sonrosada.
- Oye sé que hablo poco, pero debo ser sincero contigo, me gustas y mucho.
- Yo también me gustas Dante. Le responde sincera y sin rodeos.
- Bueno, yo quiero decir. Se corta de repente.
- ¿sí? Animó ella, estaba segura de que le dirá.
- ¿Quieres ser mi novia? Pregunta finalmente.
- Si. Responde saltando a los brazos de Dante.
Sellaron su pacto con un nuevo beso, Helena irradiaba felicidad, era su primer amor y era correspondida de igual forma, estaba muy feliz ya que también es la primera novia de Dante, según le dijeron sus amigas, pero lo que no sabía es que hace minutos atrás estaban siendo observados por un par de ojos verdes llenos de odio, al parecer no era la única interesada por el amor de Dante, mientras ellos seguían en su mundo de enamorados, una diabólica mente preparaba un plan para separarlos, simplemente odiaba la idea de ver a Dante con otra que no fuera ella.
Después de unos minutos volvieron a la fiesta donde bailaron y gozaron como pareja, los demás que estaban en la fiesta los miraban curiosos, ya que Dante suele ser autista y no le gustaba estar en fiestas, además que no dejaba que ninguna chica se le acercara, pero dejaron eso de lado para seguir disfrutando de la fiesta hasta su término, Dante a pesar de su apariencia de rockero, la lleva hasta su departamento.
- Gracias por traerme. Le dice apenada.
- Eres mi novia ahora y debo cuidar de ti. Le responde.
- Que caballero. Dice ella.
- Bueno mi hermosa dama le dejo para que descanse. Se besaron por última vez.
- Buenas noches.
- Adiós.
Helena sentía que el corazón se le iba del pecho, hace tiempo que no se sentía querida por una persona, ya han pasado días desde la fiesta de Kendall, fue el momento en que se ha convertido novia de Dante y desde entonces no se han separado, en el instituto sus amigos se alegraron por la noticia, pero no falta la envidia de unas personas, sobre todo de una chica enamorada de Dante, rubia con unos preciosos ojos verdes pero su maldad puede más que su belleza, está enamorada de ese chico desde pequeña, pero Dante nunca tuvo sentimiento por ella, Helena sin querer ha despertado a una bestia llena de maldad provocada por celos, y que hacer mejor que destruir por completo la competencia, después de todo no es la primera vez que lo hace, lo haría todo por el amor de Dante.