Ya no más soledad.

Capítulo 18.

CAPÍTULO XVIII.

 

Pasaron varios días desde aquel hombre fue a la casa de su suegra y novio, ellos ya se sentían mejor desde entonces, a Helena le contaron mejor la historia de lo que había sucedido con el padre hace unos años atrás, el hombre es conocido por ser un empresario del país el cual ganaba millones por su compañía de ventas de bebidas alcohólicas, una marca muy renombrada en el mundo, cuando Melany quedó embarazada del pequeño Jake todo entre ellos se vino abajo en el matrimonio, ya que no estaba planeado el niño pero Melany lo amo desde el día que se enteró de su embarazo, pero con Mark el padre fue todo lo contrario dejando a su esposa sola la mayoría del embarazo, fue desde que comenzó a llegar más tarde a casa y olvidaba por completo las citas con la matrona, cuando el niño nació la relación fue empeorando, el hombre se ausentaba días de casa y Melany cuidaba al niño sola, fue cuando en una noche de tormenta se desató todo, aburrida de las actitudes de su marido Melany fue a su empresa a enfrentarlo, pero nada más entrar a la oficina ver la escena le rompió el corazón, su marido fornicaba con su joven secretaria, Melany no dijo nada y volvió a casa envuelta en llantos, después solo pudo mirar como su esposo se iba con sus maletas para no volver. 

 

La secretaria era muy infiel con su jefe y pareja, Mark descubrió que su secretaria Melissa estaba robando dinero de su cuenta para mantener con lujos a su amante, el hombre no tuvo más opción que demandar y enviarla a prisión y en ese preciso momento descubrir que fue utilizado, y en ese momento quizorereasr con Melany, la unica mujer que lo había amado por ser el y no por tener éxito y dinero, Helena no le cabía en la cabeza como un adulto puede cometer tanto errores y con ello perder a su familia para siempre, ahora comprende más el dolor que había provocado el hombre por aventurarse con su secretaria, Helena jamás se podría ver siendo infiel, desde ese día dejaron de lado el tema y descansar la mente, las vacaciones de mitad de año se acercaban y Helena quería aprovechar tener a Dante a todo momento, aprovechando que estaban en hora de colación en el instituto le preguntaría.  

 

- ¿Te apetece hacer algo en vacaciones? Le pregunta sonrojada. 

- Pues la verdad si, quiero hacer otro viaje. Pero quiero llevar a mamá y a Jake. Dice. 

- No me parece mala idea. Tu madre necesita distracción. 

- Lo se pero quiero estar solo contigo. Dice sonrojado. 

- Eres un pillo. Dice divertida. 

- ¿Qué te parece si vamos a Andorra? Me apetece esquiar. 

- Suena divertido, yo nunca he ido a la nieve. 

- ¿Bromeas? Es lo mejor del mundo. Menos mal que me tienes para llevarte. Dice orgulloso.

- ¿Ah sí? Tengo suerte de tener un buen novio. 

- Bueno solo habrá que hablar con mi madre y prepararnos para el largo viaje. 

- Andorra es muy bonito, solo le he visto en fotos. 

- ¿No viajabas con tus padres? 

- La verdad es que no, apenas salía con mis abuelos, mis padres solo conocen el trabajo. 

 

Helena siempre ha vivido en las sombras de sus padres, el intercambio de institutos fue lo mejor que le pudo pasar en la vida, no extrañaba para nada a sus padres, al fin de cuentas sólo eran familia por el nombre pero nada más, ahora estaba construyendo su propia familia y eso le bastaba para ser feliz, Dante y Melnay cuidaban de ella y no necesitaba  más.  

 

Después de clases un Dante de buen humor queria solo llegar a casa para hablar con su madre, Helena solo reía por ver a su novio siendo infantil por un viaje, cuando llegaron a casa Dante habló con su madre, esta estaba de acuerdo con hacer el viaje, el pequeño Jake celebraba ya que esa sería la primera vez que iba a la nieve, con el entusiasmo de un niño como solo los adultos podían sonreír junto a él, además esa misma noche Helena celebró junto a Dante detrás de las cuatros paredes intentaban no hacer ruido, el placer se había acumulado con los días y el ritmo frenético que daba Dante con sus caderas solo quería hacerla gritar, ambos contuvieron ese deseo y cuando terminaron se durmieron de inmediato, el nuevo amanecer se asomaba en la ciudad, para suerte de ello era sábado y podían estar horas en la cama. 

 

Ese día Melany fue a casa de sus padres a visitarlos, no quiso molestar a la pareja para que fuera con ella. prefirió que disfrutaran la casa para ellos solos y llegaría a cenar, eso es lo que decía en su nota pegada en el refrigerador, Helena no pudo evitar sonrojarse pues Melany la hizo intencionalmente y que sabía exactamente lo que ellos hicieron la noche anterior, Dante solo se reía y así estuvieron todo el dia en el salon viendo películas, comieron chatarra hasta no mas poder, estaban felices de poder estar así sin ser molestados, no es que Melany y Jake los molestaran pero siempre es necesario un pequeño momento a solas, el tanto que necesitaban.

 




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