Ya no soy la misma

Prólogo.

Olivia.

Una fría tarde de abril de 2015. En un lugar de la ciudad de Buenos Aires.

 

- No te vayas por favor -le supliqué, las lágrimas caían por mis mejillas sin parar.

- ¿Para qué quieres que me quede? -preguntó enojado-. Siempre es lo mismo contigo, ¿Acaso no conoces lo que es la confianza?

Me miró fijamente en sus ojos solo había bronca y después de un rato apartó la mirada hacía la ciudad, estaba todo en silencio. No había nadie en esta fría tarde, ni siquiera pasaban autos por la gran avenida, parecía feriado.

- Si, pero amor, por favor no hagas esto -supliqué por décima vez.

Él seguía sin mirarme, tenía que decirle algo que sea importante para ambos.

- Te amo. -le confesé con la voz rota.

Por un segundo, su mirada se suavizó, pero no duró mucho.

- ¿Y ahora me lo dices? ¿Después de tanto tiempo que estuve esperando que me devuelvas todos los te amo que te decía? ¿Ahora vienes a decírmelo, cuando te estoy dejando?

- Perdón, perdón, perdón, no sabía que estaba haciendo, sabes que soy impulsiva y... había escuchado cosas y lo hice por venganza. -mentí.

- ¿Venganza? -preguntó incrédulo-. Olivia ¿te estás escuchando? -preguntó totalmente enojado-. ¿Acaso te hizo sentir mejor acostarte con mi mejor amigo porque escuchaste que estaba hablando con alguna chica que ni siquiera conozco? -hizo una pausa que me pareció eterna-. Olivia, me harte de esto.

Ambos nos quedamos en silencio, tenía que decirle la verdad, pero no podía. Aunque mi mirada estaba clavada en el piso, sabía que me estaba mirando. Y si lo miraba, él descubriría que estaba ocultando algo, pero fue un favor que le hice a su mejor amigo, y prometí no decirlo, lo único positivo que tenía era que a pesar de todo nunca rompía una promesa.

- ¿No vas a decir nada? -preguntó más calmado.

- Te amo.

Levanté la mirada y lo miré a los ojos. Él suspiró y se pasó las manos por el pelo.

- Maldición, yo también te amo, estoy jodidamente enamorado de vos, perdonaría todos tus errores hasta la traición de acostarte con mi mejor amigo, pero…

- No, no sigas con un pero -pedí, él se acercó a mí para envolverme en sus brazos y me refugié en ellos.

- Necesito tiempo -dijo finalmente, lo abracé más fuerte y él apoyó su barbilla en mi cabeza-. Necesito arreglar unos asuntos y luego volveré por ti, Oli, estoy muy enamorado como para dejarte.

- Me estas dejando ahora.

- ¿No te parece justo? Sería un estúpido si me quedara a tu lado sabiendo que te acostaste con mi mejor amigo.... y no voy a poder perdonarte si no me doy tiempo para mí.

Verlo así, tan destruido, me dolía, pensé en la promesa que le hice a su mejor amigo, Tenía que decirle algo para que no le duela tanto.

- Amor se que seguro no me creas, pero te tengo que decir que no me acosté con él. Es lo único que te puedo decir y no me hagas hablar más, prometí no decir nada y ya dije mucho -dije secándome las lágrimas, él se alejó lo suficiente para mirarme a los ojos-. ¿Cuánto tiempo necesitas?

No dijo nada mientras sus ojos me analizaban.

- No sé, un mes como mínimo -me respondió por fin-, pero si no me podes contar nada sobre que pasó, no sé qué pensar Olivia. Necesito respuestas y no me las estás dando.

Recordé las palabras de su mejor amigo y no tuve otra opción. Tenía que dejarlo ir.

- Necesito que él haga lo suyo y después puedo decírtelo.

- ¿Entonces no vas a confiar en mí? -preguntó.

Suspiré, recordé las palabras de su mejor amigo y me resigné.

- Las personas se preguntarán qué pasó que no nos separamos y habrán dudas. Y él no lo quiere así.

- ¿Qué te dio para que aceptaras y seas fiel a tu palabra?

- No puedo decirlo, amor. Lo mejor sea que nos demos un tiempo, aunque me rompa el corazón.

- Aunque nos rompa el corazón -replicó él.

Se inclinó y me besó. Fue un beso desgarrador, sabía que era una despedida, y su beso lo confirmaba, me besó con todas sus fuerzas, cuando se separó, mis labios ardían y un nudo se instaló en mi estomago.

- Te amaré por siempre, Olivia, y volveré por ti -me besó una última vez y luego se fue sin mirar atrás.

Caminé por el lado opuesto por donde se había ido él, no quería que piense que lo estaba siguiendo. Lloré durante toda la caminata, cuando me obligue a dejar de llorar y ver por donde iba, me di cuenta que ya era de noche, y faltaba poco para que tocara en Ghost, saqué el celular y vi que eran las 9:14 pm, mierda tocaba 9:30 pm, necesitaba urgente saber donde estaba e ir al bar para tocar. El alcohol en mi sangre ya se había ido tras la discusión, y tengo que admitir que no me reconocía cuando estaba con él, era otra persona. De repente, un chico que seguro sus padres eran chinos y una chica rubia salieron de una casa, me acerqué y me armé de valor.



#38184 en Novela romántica
#10230 en Joven Adulto

En el texto hay: amigos, musica, confianza

Editado: 10.02.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.