Ya no soy la misma

Capítulo 3: No era para tanto.

- Te tuvieron que separar Theo y el tipo de seguridad- me dijo Clara.

No era una pregunta. Así me retaba ella. Suspiré y me quejé cuando Olivia me puso hielo en el ojo.

- Amigo, tienes que dejar de pelearte así con tu hermano. Un día de estos van a terminar presos.

- ¿Por qué se pelearon ahora? -preguntó Clara, estaba sentada arriba de su escritorio al igual que Theo.

- Por nada -respondí, mientras Olivia me limpiaba la herida del labio-. Auh -me queje cuando me apretó el corte del labio.

- Jodete, no te hubieras peleado -me dice Clara con el rostro serio.

La miró a Olivia, tiene una sonrisa en la cara.

- ¿Acaso estás sonriendo? -le preguntó sonriendo de lado, provocando que me duela.

- No, para nada -respondió sonriendo con más ganas.

-Auh -me quejo de vuelta-. ¿Lo haces apropósito? -le pregunto separándome del escritorio donde estaba apoyado, ella dio un paso atrás para no chocarnos.

- No, dale quédate quieto tengo que terminar de limpiarte -me ordenó con una sonrisa. Le hice caso, me volví a sentar en el escritorio y ella se puso entre mis piernas para estar más cerca y limpiar mejor.

- ¿Alguna vez te dije que tenes una hermosa sonrisa? -le pregunté.

- Cállate que no puedo limpiarte -me reto, sin embargo, sus mejillas estaban ruborizadas.

Sus ojos estaban concentrados en el corte de mi labio. Estudié su cara mientras me terminaba de limpiar el labio, sus cejas estaban fruncidas por la concentración formando varias arrugas en su frente y su boca formaba una línea.

- ¿Amigo? -me llamo Theo. Noah -volvió a llamar, pero no podía responderle. Olivia levantó la vista para mirarme a los ojos.

- Te escucha -le contestó a Theo. No contesta porque sabe que lo voy a matar si mueve la boca.

- Ok, bueno necesito que vengas a ver esto, es sobre trabajo.

- Anda -me dijo separando el pañuelo de mi boca. De paso voy al baño a lavarlo.

- ¿Qué pasó? -pregunté cuando miré la pantalla de su computadora

- Todos los productos o alquileres de luces aumentaron un 20% ¿Es motivo para hablar con el jefe?

- Déjalo anotado como para consultar, hace varias opciones para saber qué solución le damos al jefe si no acepta ese precio.

- Bueno -respondió anotando un par de cosas en su libreta-. ¿Qué onda con Olivia?

- ¿Por?

- Demasiada confianza para poco tiempo, ¿No pasó nada más?

- No, te conté todo amigo.

- Entonces van a ser una buena pareja.

Me lo quede mirando, esperando que dijera que era broma, o algo por el estilo. Miré a Clara, pero tenía la vista fija en la computadora, lo cual me pareció raro, nunca estuvo tan seria.

- ¿Pasa algo, Clara? -le pregunté, pero no me escucho-. Clara -la llamé de vuelta.

Levantó la mirada y me miró. Pero su rostro no cambió, seguía serio.

- ¿Qué? -preguntó, parecía molesta.

- ¿Estas bien?

- Si, porque no lo iba a estar.

Agarró su cuaderno, se levantó y se fue.

- ¿Qué le pasó? -le pregunté a Theo.

- Amigo, lo lamento, pero no puedo contarte.

- Clara, espera -le dije levantando la voz, haciendo que me duela el labio, la seguí por el pasillo y me paré al frente de ella para que parara.

- ¿Qué queres? -me preguntó, no me miraba a los ojos.

- ¿Qué te pasa? Soy tu amigo, podes contarme.

Se rió con ironía.

- ¿Mi amigo?

- Si, ¿Acaso lo dudas?

- No, no lo hago -me rodeo y siguió su camino.

- Vamos, Clara -le dije dándome la vuelta.

Ella se dio vuelta y se acercó a mí.

- ¿Queres saber qué pasa? -preguntó, asentí, ella se acercó-. Pasa que mi "amigo" no se da cuenta que estoy enamorado de él, y encima trae a su no novia, y me rompe el corazón viéndolo con otra, y ni se das cuenta.

- Clara, yo…

- Sí, sé que vas a decir- me interrumpió-. Que no lo sabías, que lo lamentas mucho, pero ¿Sabes qué? Ni siquiera una oportunidad me diste.

- Pero no lo sabía.

- Y no te diste cuenta tampoco, porque desde hace meses que estas obsesionado con Olivia. Y pensé "Bueno capaz se olvida de ella con el tiempo" y hoy vengo a trabajar y me entero de que estas con ella.

No dije nada, ella no dijo nada. Nos quedamos en silencio, ella se dio vuelta y empezó alejarse, pero se paró, se dio vuelta y caminó rápido hacia mí.

- ¿Sabes qué? No me voy a quedar con las ganas.

Me agarró ambos costados del rostro y unió nuestros labios, haciendo que la boca me duela el doble por el corte. No me separe, ni le negué el beso, le iba a romper el corazón aún más si lo hacía. Separo nuestros labios, y negué con la cabeza. Ella miró el piso y se fue. No la miré. Ni levanté la vista. Me quedé inmóvil. Era difícil perder una amiga de esta manera. 

- ¿Por casualidad no podemos ir a tu casa? Necesito curarte las heridas, y acá no tiene nada para hacerlo- me dijo Olivia acercándose, una vez que estuvo frente mío me acaricia la mejilla-. ¿Te duele? Tenes toda la cara hinchada.



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En el texto hay: amigos, musica, confianza

Editado: 10.02.2020

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