Ya no soy la misma

Capítulo 5: Conversaciones.

Luego de comer, me despedí de mi mamá, no sin antes que me diga que teníamos que hablar. Agarre a Olivia de la mano y salimos de la casa, realmente no quería cruzarme con nadie más, sobre todo porque iban a saber que me había peleado con Santiago. Cuando nos subimos al auto, mi celular sonó. Mire la pantalla: Santiago. 

- ¿Qué? -pregunté. 

- Tenemos que hablar. 

- Si. 

- No estoy en casa ahora, llego como a las 6 pm. ¿Podes estar en casa a esa hora? -me preguntó.

Escuché que Ariana le preguntaba algo del otro lado. 

- Si, está bien. -acepté. 

Arranqué el auto y corté la llamada. 

- ¿A dónde vamos? -me preguntó Olivia. 

- En el único lugar que sé que no va haber nadie -le respondí. 

- ¿Y eso es? 

- La casa de mi hermano -le respondí y vi por el rabillo del ojo que sonreía con ironía-. Aparte me dijo que a las seis iba a casa para hablar. 

- Y aparte vive en esa casa... 

- También, pero podría irse con Olivia. 

- O vos quedarte en lo de tu mamá. 

- Eso no funcionaría -la contradije de inmediato. 

- ¿Qué pasó con tu padre que es tan malo que ni lo queres cruzar? 

- ¿Vos que hacías en el auto con mi hermano y mi cuñada? 

- ¿Respuesta por respuesta? -me preguntó divertida. 

La miré un segundo y le sonreí. Asentí y volví a mirar al frente. 

- Lo mío es muy largo para contártelo ahora, un tema delicado, te lo voy a contar cuando lleguemos, así que podes adelantarte y responderme vos primero.

Suspiro y se cruzó de brazos, poco satisfecha con mi respuesta. 

- Esta bien -acepto mientras esquivaba un auto que iba muy lento-. Fui al hospital, me pidieron unos papeles que claramente no tengo y sé por mi vecina que mi casa está clausurada por la policía. Están investigando qué pasó la noche que me conociste. Quería ir a la comisaría y cuando llegue tu hermano se ofreció a llevarme. 

- ¿Al hospital? -pregunté sin entender. 

- Si... Un tema delicado que te voy a contar cuando lleguemos. 

Asentí y nos quedamos los dos en silencio, Olivia puso la radio y canto por los bajo los estribillos de las canciones que pasaban hasta que llegamos. Estacioné el auto en la entrada del garaje de la casa y bajé, entramos a la casa y fui a la cocina por inercia.

- ¿Queres comer o tomar algo? -le pregunté.

- No, creo que realmente tenemos que hablar.

Asentí y me reuní con ella en el sillón. 

- ¿Que queres saber? -le pregunté recostándome en el sillón, ella dejó que apoye mi cabeza en sus piernas.

- ¿Por qué te peleaste de esa manera con tu hermano? 

- El auto que tengo lo compre con mucho esfuerzo y la única vez que se lo preste, lo chocó, pero ese no es el verdadero motivo. -hice una pausa y sus ojos conectaron con los míos-. En los últimos años hice muchas cosas por Santiago, lo defendí siempre que estuve presente y cuando no estuve busque a la persona involucrada y lo defendí, lo apoye cuando nadie más lo hizo y… Que me reclame que esta casa no es mía, y todas esas cosas me genera mucha violencia, Santiago antes no era así, sin embargo, sé que ahora va a venir, vamos hablar, vamos a solucionar todo, pero las palabras en ese instante duelen.

- Noah ¿Tu papá tiene algo que ver con esto? -me preguntó preocupada. 

- Si, es un tira y afloja todos los días. 

- Mira, Noah, así como yo no quiero que me preguntes nada de mi vida, no quiero hacerlo con vos, por eso te voy a avisar ahora y espero que no lo olvides. Lo que quieras contarme lo voy a escuchar, no te voy a juzgar ni a vos ni a la gente que queres, así que si podes y queres contame lo que tengas ganas. 

- ¿Cuándo los viste a Santiago y a Ariana juntos qué impresión tuviste? 

- Que pregunta rara, pero se nota que aparte de ser novios, son amigos, se llevan realmente bien, lo cual en mi vida no es normal, estoy acostumbrada a ver relaciones tóxicas, no ver a dos personas que se quieren de verdad y que se cuidan entre ellos y también cuidan a sus amigos.

Asentí, Santiago no era de ayudar, pero desde que estaba con Ariana siempre salía esa parte solidaria de él. 

- ¿Por eso no quieres que te conozca? -me arriesgue. 

- No, para nada. No creo que todas las relaciones sean iguales, pero no podría dejar que entres a mi mundo. 

- ¿Crees que no podría soportarlo? 

- Si podrías, pero no quiero que hagas algo así por mí.  

- ¿Y no necesitas un chofer? Porqué estoy disponible si me necesitas.

- Ya tenes un trabajo, Noah. 

- Bueno de lunes a viernes estoy disponible de 7 de la tarde hasta las 7 de la mañana. Y sábado y domingo full time. 

- ¿Los sábados no trabajas? 

- Son solo para hacer horas extras. 

- No dejes de hacer tus cosas por mí, Noah. -me pidió.



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En el texto hay: amigos, musica, confianza

Editado: 10.02.2020

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