Ya no soy la misma

Capítulo 9: Una salida.

7:30 am la alarma sonó. Mire para mi costado y Olivia no estaba, me froté la cara, me levanté y fui al baño, me lave los dientes y fui a la cocina, esperaba encontrarme con Olivia, pero no fue así, estaba Santiago. 

- Buen día, Santi ¿Hace cuánto te levantaste? -le pregunté sentándome en un taburete 

En la barra desayunadora estaba la jarra de café recién preparada y tostadas, lo que me hizo sonreír. 

- Hace diez minutos -me respondió llenando una taza de café.  

- ¿Tenes clases? -le pregunté. 

- No, me acaban de avisar por el grupo que se cancela la clase. -me respondió dándome la taza que acaba de llenar.

- ¿Por? 

- No sé -me respondió frotándose el rostro-. El profesor mandó un mail a todos avisando que tuvo un conflicto personal y la clase de hoy se suspendía. 

- Entonces tenes la mañana libre

- No, Ariana quiere que vaya a la casa a estudiar, le voy hacer caso si no me mata

Me reí y agarré una tostada, mi hermano era muy pollerudo. Terminé de desayunar, me bañé, le dejé un notita en la barra desayunadora a Olivia y me fui a trabajar. 

Cuando llegué al trabajo recibí un mensaje de Theo avisando que no iba a venir. Entré a la oficina y me encontré con ambos escritorios de mis compañeros vacíos ¿Clara tampoco iba a venir? Me acerqué al escritorio de Theo para agarrar un documento que no me había entregado ayer y vi una notita pegada en la pantalla de la computadora; 

 

“Tengo una reunión importante, me liberó después del mediodía, esperó que adelantes algunos archivos. 

Tu insoportable compañera, Clara.”

 

Sonreí. Extrañaba compartir bromas y momentos con ella, sacudí mi cabeza tratando de apartar los recuerdos y fui a mi escritorio. Mientras esperaba que la computadora arranque, leí el archivo que estaba trabajando Theo, teníamos que entregarlo el lunes a la noche y no habíamos avanzado demasiado. 

Cuando llegó la hora el descanso, agarre mis cosas, apague la computadora y deje los archivos terminados en el escritorio de Clara. Salí de la oficina y antes de salir al garaje de la empresa me acerqué el escritorio de Emmanuel, nuestro secretario que parecía que trabajaba todos los días sin descanso. 

- Emmanuel, me voy -le avisé-. que se te pase rápido el día. 

- Ok, gracias, pasa un buen sábado por mí. 

Asentí, me despedí y me fui al garaje. Antes de que pueda entrar a mi auto recibí una llamada del número de mi casa.

- ¿Hola? -dije respondiendo

- Noah, ya estoy en casa ¿Trabajas hasta tarde hoy? -me preguntó Olivia

- La verdad es que acabo de salir. Estoy por subirme al auto para ir a casa. 

- Leo tu notita, esa que decías para hacer algo hoy… 

- Te escucho

- ¿Queres ir al cine? -me preguntó y por su voz pude notar que estaba nerviosa

- ¿Qué película? - le pregunté cerrando la puerta del auto y poniéndolo en marcha. 

- Seguramente alguna de marvel, no sé qué hay en cartelera

- Genial, te paso a buscar, comemos algo en algún lado y vamos al cine ¿te parece? 

- Te esperó. 

Dicho eso colgó. Sonreí en todo el camino a casa. Cuando llegue, toque bocina y Olivia salió, tenía el pelo suelto, unos jeans negros rotos y una remera verde con una campera negra de algodón. Abrió la puerta del copiloto y se sentó. 

- Buenas -me saludó dándome un beso en la mejilla sorprendiéndome. 

- ¿Qué queres comer? -le pregunté arrancando. 

- No sé, pero tiene que estar acompañado por papas con cheddar. 

Me reí y emprendí el camino al cine hoyts que quedaba en Morón, eran 20 minutos por lo que Oliva se entretuvo cantando las canciones que pasaban en la radio. Agarre acceso oeste y la miré de reojo, con sus manos marcaba el ritmo de la canción y la cantaba por lo bajo, sonreí y ella levantó una ceja al tiempo que volví mi vista al frente. 

- ¿Qué sonreís? -inquirió.

         - Nada, nada- le respondí sonriendo con más ganas. 

         - Déjame cantar -se defendió. 

         - Yo te dejo, amo verte tan suelta -le dije mirándola de reojo. 

         - Amo… -hizo una pausa que me hizo mirarla-. la película que vamos a ver

Se rió al ver mi cara y negué con la cabeza. 

         - Que Iluso soy. -admití. 

         - Demasiado -comentó Olivia riendo. 

Por suerte en el shopping no había vente, almorzamos y me encargue que no le falten las papas con cheddar. Después de comer fuimos al baño, estábamos caminando uno al lado del otro por el pasillo que llevaban al baño cuando sonó mi celular, lo saqué de mi bolsillo y miré la pantalla. Mensaje de Ben, abrí el chat y leí todo.



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En el texto hay: amigos, musica, confianza

Editado: 10.02.2020

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