Ya no soy la misma

Capítulo 11: Beneficios.

Lo primero que escuche fue el ruido de la reja y abrí los ojos de golpe, pero me arrepentí al instante cuando los rayos del sol me dieron de pleno en mi rostro y cerré los ojos.

- Livi -la intente despertar, estaba abrazada a mi pecho y estábamos tapados con una manta-. Mi hermano está entrando a la casa -le avise lo que hizo que se despierte del todo.

Si mi hermano entrara ahora no nos dejaría en paz con sus bromas, abrazados en el sillón y el detalle más importante; desnudos.

- Mierda -dijo incorporándose, se envolvió en la manta y se fue corriendo a mi cuarto.

Rápidamente agarre mi boxer, me lo puse y agarre la ropa de Olivia, agarre la mía y la envolví para que no se vea justo cuando mi hermano abrió la puerta.

- Buen día hermano -me saludó mi hermano entrando, bostezo y fue a la cocina.

Fui al lavadero, dejé la ropa y volví a la cocina.

- ¿No tenes frío? -me preguntó mi hermano señalándome.

- No, estuve... limpiando -le respondí y él levantó una ceja.

- No se nota.

- Limpiando mi cuarto -le corregí.

- ¿Olivia está despierta?

- ¿Por?

- Porque si estás limpiando tiene que estar durmiendo.

- Ahh si... Estaba despierta, me estaba insultando de que la deje dormir.

Mi hermano se encogió de hombros y suspiro.

- Yo te mataría. ¿Llegaron bien anoche? -me preguntó haciendo que miles de recuerdos aparezcan en mi cabeza.

- Si, llegamos bien ¿Y vos como estas?

- En una nube -me respondió sonriendo-. Lo vas a entender cuando lo tuyo con Olivia avance.

Ohh hermanito ya lo entendía.

Reprimí la sonrisa y me fui a la heladera, me moría de hambre. Preparé unos sándwiches y fui a mi cuarto donde escuche la ducha del baño, volví a la cocina y llene unos vasos con jugo. Cuando entré a mi cuarto Olivia estaba envuelta en una toalla, no pude evitar sonreír.

- Ni se te ocurra sonreír así cuando estemos con tu hermano -me advirtió mientras dejaba los vasos en la mesita de luz.

Me reí y me senté en la cama, algo en sus mejillas sonrojada me hizo darme la vuelta y darle la espalda para dejar que se cambie con un poco de privacidad, anoche la había visto desnuda, nos habíamos dado placer mutuamente, sin embargo, al otro día seguía teniendo vergüenza de que la vea. Cuando se sentó conmigo en la cama, ya vestida, me paso el plato con los sándwiches y agarre uno, apoyó el plato en la cama, entre nosotros dos, y empezó a comer otro ella.

- ¿En que nos convierte esto? -le pregunté sin poder evitarlo.

Anoche me había pedido que no le haga esa pregunta, pero ya era mediodía…

- En unicornios, Noah -se burló haciendo que ponga los ojos en blanco-. ¿Queres saber la verdad?

- Siempre.

- Bueno.... No tengo ni idea, esa es la verdad, pero me gusta lo que tenemos…

- A mi también.

- ¡Chicos! -nos gritó Santiago desde el comedor-. Vengan un minuto.

Agarre el plato y ella un vaso y fuimos a la cocina, nos sentamos junto con Santiago en la barra y lo miramos.

- ¿Qué pasó? -le pregunté antes de darle un mordisco a mi sándwich.

- Miguel me acaba de llamar que va a venir con todos a vernos -me respondió sonriendo. Desde que pasó lo de él y mi padre costaba demasiado reunirnos todos. Sonreí feliz y luego miré a Olivia.

- A todos se refiere con mis hermanos y mi mamá ¿Está bien? -le pregunté mirándola pensando que capaz se sentía un poco incomoda que le presenté a toda mi familia.

- A tu mamá ya la conozco así que no creo que sea un problema que conozca a tus hermanos -me respondió Olivia dándole un mordisco a su sándwich.

- ¿Conoces a mi mamá? -preguntó Santiago sorprendido-. ¿Qué son ustedes amigos con derechos? ¿Novios? Porque no me creo que son solo amigos

- ¿Porqué no? ¿No crees en la amistad entre el hombre y la mujer? ¿Me vas a decir que Ariana y Luis no son amigos? -le pregunté dando en el blanco.

- Es diferente -respondió molesto-. Ariana y Luis no viven juntos, no duermen juntos, no comen juntos, no hacen nada de lo que ustedes hacen.

- Pero nosotros somos amigos -le aseguro Olivia.

- No pareces muy segura, ni vos ni mi hermano me están siendo sinceros, pero como le prometí a mi novia que no iba a presionarlos con el tema solo voy a pedirles que me ayuden a limpiar la casa antes de que llegue mamá y nos mate.

Me reí y me terminé rápidamente mi sándwich para ponerme a limpiar, Olivia me dijo que ella se encargaba de limpiar nuestro cuarto y cuando vi que Santiago iba a limpiar el living, lo detuve, había dejado los preservativos usados debajo del sillón.

- No me gusta limpiar la cocina -se quejó al darse cuenta que le tocaba la cocina.

- Limpié el baño -le sugerí.

Él asintió y desapareció por el pasillo hacia el baño. Suspire aliviado, me agaché y miré debajo del sillón, agarre los tres preservativos que había dejado y los tire a la basura. Olivia salió justo de mi cuarto y me miró.



#39270 en Novela romántica
#10455 en Joven Adulto

En el texto hay: amigos, musica, confianza

Editado: 10.02.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.