Verónica: primero para empezar no quiero seguir hablando más de él. Porque nuestra historia al fin termino, aunque eso nunca existió y tuve que hacerme a la idea de que él nunca iba a ser para mí.
Alexander: no sabes cómo lamento tu sufrimiento. El claramente no te merecía y tarde o temprano encontraras a tu verdadero amor.
Verónica: eso nunca podrá ser. El siempre será mi único amor, pero jamás lo obligue a que me amara y en mi corazón no existirá nadie que no sea él.
Alexander: no puedes negarte a volver amar, hija. Porque tal vez en tu vida aparecerá un buen hombre que te quiera como eres y tendrás que aceptarlo.
Verónica: ahora en este momento no quiero saber nada sobre el amor y lo único que realmente quiero hacer es dedicarme a trabajar con ustedes.
Alexander: se hará como tú quieras. Solamente que también debes de pensar en ti misma y como siempre contaras con el apoyo de toda la familia.
Ella estaba feliz por la reacción de su padre y en cambio su madre no decía nada de lo que pensaba. Eso le preocupaba demasiado, ya que ella no era así
En la empresa de la familia Hendersen
Humberto: gracias a que tu compromiso se rompió tu madre se siente triste y deberías de pedirle una disculpa a tu ex prometida tan siquiera como muestra de respeto.
Dastan: no tengo ninguna necesidad de hacerlo. Además, Verónica fue la que rompió nuestro compromiso sin decirme nada de lo que tenía pensado hacer.
Humberto: seguramente se dio cuenta de que nunca la ibas a poder amar y por esa razón decidió eso. Nada más que desde hace mucho tiempo la empezamos a ver como si fuera nuestra hija.
Dastan: pueden seguir en contacto si es lo que realmente quieren, pero yo no tengo planes de volver con Verónica por más intentos que hagan tú y mi madre.
Humberto: pienso que algún día te arrepentirás de tus propias palabras y eso solamente pasara cuando te des cuentas de tus sentimientos.
Dastan: no puedo creer lo que me acabas de decir. Porque yo más que nadie sé que no me interesa como mujer y jamás lo hare en mi vida.
Humberto: estoy seguro de que cambiaras tu manera de pensar cuando la veas con alguien más y deberías analizar perfectamente tus sentimientos antes de que sea demasiado tarde.
Dastan: jamás me arrepentiré de nada y sobre todo de mis decisiones. Ella nunca será la mujer que amare y sabes perfectamente que nunca acepte ese compromiso que me querían imponer y ahora estoy feliz de no volver a verla.
Humberto: por más que digas todo lo contrario no te creo nada. Porque tus ojos no me mienten y en ellos expresan amor cada vez que dices su nombre, pero también no puedes evitar cambiar tu humor. Seguramente es tu verdadero amor, siempre te lo hare saber de esa manera hasta que lo termines aceptándolo y espero que no se enamore de nadie más durante ese tiempo.
Dastan: nunca he estado enamorado de ella. Nada más que Verónica tiene derecho a enamorarse y no entiendo porque me molesta demasiado decir esas palabras.
Humberto: la razón es que tu corazón la reconoce como si fuera suya y tu mente no. Además, deberías de dejar de pensar para que puedas sentir.
Dastan: en verdad lo que menos quiero es seguir hablando de mi ex prometida. Ahora soy un hombre que puede tomar las decisiones que quiera.
Humberto: aunque lo niegues tú mismo aceptaste tu compromiso el día en que la conociste. Eso no lo puedes negar y recuerdo que te impresiono demasiado y deberías de pensarlo bien.
Él se levanta de su asiento para salir de la oficina de su hijo. Humberto había hecho todo lo posible para que abriera los ojos y se dio cuenta de que para él ya era tarde o tal vez se equivocaba, eso el tiempo lo dirá
En la casa de la familia Johnson
Leonardo: así que mi hermana formara parte de la empresa. Nada más que ese era su legítimo derecho y cuando quieres empezar a trabajar para que antes se pueda condicionar una oficina para ti.
Verónica: seguramente ya saben que rompí mi compromiso y esa es la razón por la cual están aquí, pero estoy bien. Además, me siento emocionada porque empezare a trabajar.
Leónidas: si quieres llorar será mejor que lo hagas. Solamente que le haremos saber su suerte por la indiferencia que tuvo contigo estos años.
Verónica: no quiero que hagas nada en su contra. El no tuvo la culpa de no enamorarse de mí, aunque no puedo evitar sentir tristeza en mi corazón.
Leonardo: aun así, no quieres que hagamos algo al respecto. No puedo creer que seas de buen corazón, haremos lo que nos pides y si él se atreve nuevamente acercarse a ti, ahora si no lo podrás evitar.
Verónica: el no tendrá ninguna razón para hacerlo. Ahora tengo que olvidar que lo ame y el único problema es que sería imposible para mí.