Capítulo 5

En la mañana siguiente

Dastan: espero que mi prometida haya recibido a esta hora sus flores. Además, no quiero saber que no cumpliste lo que te ordene anoche.

Gabriel: la señorita Johnson recibirá su obsequio en el transcurso del día. Solamente que esta sería la primera vez que le obsequia algo, pero esta vez ya no son nada.

Dastan: no entiendo porque te empeñas en recordármelo siempre. Ahora necesito pensar en cómo sería nuestro reencuentro sin que ella piense que la estoy siguiendo.

Gabriel: debería de evitar cometer error tras error. Recuerde que su familia se caracteriza por ser respetuosa con las personas y necesita seguir ese mismo ejemplo.

Dastan: yo no soy igual que ellos. Porque cada generación es diferente y bien sabes que yo no soy nada paciente, pero en mi adolescencia fui una persona impulsiva y espero no volver hacerlo nunca.

Gabriel: precisamente esa es su manera de ser. Siempre ha conservado ese carácter que era imposible controlar por sus padres y cuando fue creciendo su personalidad cambio.

Dastan: lo recuerdo perfectamente y tuve que controlar mi carácter con el tiempo. Nada más que era demasiado divertido hacerlos enojar y el día que vuelva a cambiar mi personalidad no la volveré a controlar.

Él se despide de Gabriel y sale de su casa para poder ir a su empresa. Dastan se sube a su auto cuando llega y lo enciende para poder dirigirse a su destino y en todo el camino no podía dejar de pensar en cómo estaría

En la casa de la familia Johnson

Alexander: esta sería la primera vez que mis tres hijos trabajaran en la misma empresa. Solamente que ese ha sido el sueño de toda mi vida, ya que ustedes tarde o temprano se convertirán en los dueños, porque la empresa será divida en tres partes iguales como su herencia.

Verónica: eso ya lo sabemos, padre. Elegimos nuestras carreras para poder ayudarte a trabajar, ya que nos decía que teníamos que hacerlo para ocupar el puesto que nos corresponde adentro de ella. 

Leonardo: yo por el momento estoy ocupando el puesto de presidente y mi hermano es el vicepresidente. Nada más que nuestro padre no pierde la costumbre de ir a la empresa para saber si estamos haciendo bien nuestro trabajo.

Mariana: su padre lo hace. Porque quiere sentirse orgullosos de ustedes y ahora solo quisiera saber que puesto ocupara nuestra hija.

Leónidas: mi hermana estará a mi lado por lo mientras que se adapta y de esa manera le enseñare el manejo de la empresa de poco a poco.

Verónica: eso estaría bien para mí, pero debemos de irnos ahora que estamos todos juntos y necesito decirles que estar con mi familia me hace muy feliz.

Alexander: como familia eso queremos para ti, solo queremos verte sonreír y la única manera es que olvides el pasado que muy pronto olvidaras. Además, la mejor opción es el trabajo que tendrás y en poco tiempo ya no te acordaras de él, sino que pensaras hacer bien tu trabajo y tus hermanos no dejarán que estés triste y por supuesto irán al cine las veces que tú quieras.  

Verónica: no quiero que mis hermanos se aburran estando conmigo. Ellos saben que puedo ir sola, pero llego el momento de tener amigas y ya se quienes podrían ser.

Alexander: puedes tener todas las amigas que quieras. Nada más que sean auténticas y que estén a tu lado porque realmente te aprecian.

Verónica: estoy segura de que ellas serán así conmigo. Pero como es mi primer día de trabajo no quiero llegar tarde y debemos de desayunar.

Leonardo: nunca hemos sido un mal ejemplo para nuestros empleados, así que debes de tomarte las cosas con demasiada tranquilidad para que puedas hacer un excelente trabajo.

Verónica: como ustedes están acostumbrados a esa vida y en cambio yo no lo estoy. Solamente voy a querer que los empleados me traten con respeto.

Leónidas: por supuesto que lo harán. Ahora quiero que tengas presente que a partir de este día tu vida ya no será la misma sino más de que te la imaginaste.

Verónica: siempre le agradeceré al destino por darme una buena familia. Ahora lo único que no puedo tener es el amor, pero eso ya no me importa.

Ellos empiezan a desayunar y Leónidas observaba a su hermana y si tenía una oportunidad de ver a su ex prometido le daría su merecido. Esto era lo mínimo que podría ser por ella y tiempo después terminan su desayuno, así que ellos se despiden de su madre para poder irse y cuando estaban a punto de salir un mensajero había llegado con un hermoso arreglo floral y ellos no pudieron evitar preguntarse a quien pertenecía

Alexander: ahora que recuerdo yo no he pedido ningún arreglo. Porque la única persona que siempre recibe flores en esta casa es su madre.

Leonardo: seguramente el mensajero se equivocó de casa y no creo que sean para mi hermano, pero si lo es sería demasiado extraño.