Yaravett

oportunidad

01 de enero del 2018.

Un nuevo año, nueva vida, nueva misión era lo que me propuse luchar por permanecer de pie y no dejarme caer.

Hoy nuevamente estaba en el cementerio un día frío, dirán que hago en el cementerio en la madrugada; simple respuesta pedirle perdón, despedirme de esa persona algo que no pude en su momento, era algo de remordimiento pero las circunstancias así lo ameritaban.

—Perdón, llegue tarde no queda mucho tiempo buscaré las pruebas te lo prometo es lo último que haga para que tu muerte no quede sin solución, diste tu vida por la mía y eso es algo que me pesa hay algunas cosas que quise decirte antes de tu partida gracias por ayudarme, los voy a buscar diré la verdad y lo meteré a un hoyo donde no pueda salir. Esto es una despedida y me duele mucho ya. 

»Han pasado dos años, no puedo creer que te fueras, cada día te recordaré tengo ti recuerdo guardado, te quiero.

Muchos sentimientos encontrados tenía, hace mucho no lloraba como hoy. Dolía muy en el fondo seguía la herida jamás lo olvidaré cada recuerdo me persigue cada noche.

****

15 de enero del 2018.

El sol estaba insoportable, pero no me importaba tenía que seguir mi camino a la cabaña que había comprado para mí nueva vida.

Me mude a las afueras de la Villa llamada Lake Grove oswego Oregón, era caluroso.

La cabaña era sencilla pero linda refrescante era de un solo piso con una sencilla cocina y una sala cómoda, dos cuartos, un baño en la habitación principal y otro para visitas; el cuarto de lavado y el sótano.

Me dirigí a la habitación desempaque las dos pequeñas maletas donde tenía guardado lo más necesario y básico.

Mañana tenía que ir al pueblo más cercano para conseguir un trabajo para poder mantenerme.

***
16 de enero del 2018

6:30 me levanté me dirigí a la ducha despojo mi ropa me quedo un rato bajo el chorro de agua.

Cada noche era lo mismo, me tendía en la cama desnuda. Sentía sus manos en todo mi cuerpo con una brutalidad que una vez la sentí con amor.

No, no, no te hagas lo mismo me lavo fuerte todo mi cuerpo queriendo olvidar.

Pensar que un día fui feliz pero hoy sólo veo oscuridad y soledad.

Una más tarde…

Estaba recorriendo el centro del pueblo, entre a una cafetería a preguntar por el letrero.

Me atendió una mujer de aproximadamente 30 años con una sonrisa sincera.

—Buenos días que se le ofrece— dijo ella.

—Buenos días, vengo por lo del letrero— le informe

—Claro, permíteme llamar a mi jefe para que te entreviste— no me dio tiempo de contestar porque se adentró al interior de la cocina.

Estaba tan distraída viendo el local, que no era para nada feo, era sencillo con un aspecto rústico pero a la vez moderno.

—Buenos días, me informaron que venías por el puesto de mesera— un hombre quizás de mi edad de unos ojos café pero tirando a uno miel más claro de podría decir casi amarillos pero de ese amarillo bajo y hermoso aunque tenis una cara seria.

Hay ocasiones un la vida donde tienes un dejavú así me sentía, me daba la impresión que este muchacho desconocido me parecía haberlo visto pero no recuerdo de donde exactamente.

Flash black

Cada verano visitaba a mis abuelos a Portland me encantaba, las montañas el aire libre ir al lago, ese día decidí ir sola ya que mis abuelos no podían tenis que ir a trabajar así que me encamine al bosque que estaba atrás de las casas que daba un camino de  una hora que daba hacia el lago.

Me senté en el pequeño columpio mientras mecía mis pies rozaban el agua está era mi tranquilidad pero a lo lejos vi un cuerpo lanzado al agua por unos muchachos mayores que yo me dispuse a bajarme del agua y esconderme hasta que se fueran después que vi que ya no estaban trate de nadar hasta llegar ahí estaba un joven unos dos años mayor que yo estaba todo golpeado nade hasta llevarlo a la orilla; que debía hacer con el estaba tan delicado y sabía que si lo llevaba a casa se me armaría de Troya, así que lo puse en una pequeña lona jale de ella hasta llevarlo a la casita que tenía cerca del lago lo deje en el pequeño sofá.

Busque el pequeño botiquín me dispuse a curar sus heridas, estaba inconsciente. Fui a la habitación busque algo de ropa que dejaba mi primo.

"Bueno hay que cambiarlo" me dije a mi misma

Luego de una hora el chico de encontraba acostado en la cama ys curado y cambiado había traído comida, medicamentos para el dolor y unas pomadas.

Fin de Flash black

—Así es,  vengo por el puesto de mesera.

— Venga.

No podía creer que el fuera aquel muchacho que ayude hace cuatro años sería demasiada casualidad y yo no creía en ellas, lo seguí me dio paso atrás de barra me llevo a un pasillo pasamos la puerta de la cocina luego que al parecer era el almacén hasta que llegamos a la última puerta me imagino que es su oficina abrió y me dio paso para que entrara primero y luego el cerro la puerta con seguro.

— Siéntate— dijo con una voz neutral tome asiento enfrente del escritorio me quedo viendo fijamente no podía decir quién era realmente.

—¿ Como te llamas?— pregunto con seriedad.

—Yaravett Müller.

—Muy bien, soy  Adler Ríos.

 




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