💛
Capítulo 4
Alisse
Ella no dice nada, solo se pone de pie y sale de mi habitación, la sigo bajando las escaleras hasta llegar en la cocina, donde todos están sentados en la mesa.
Papa está en la punta de la mesa, a su derecha esta Loren y al otro lado esta Susana, Gael se sienta con Loren y Gareth junto a su madre. El orden de la mesa nunca importo en esta casa, lo que sí es importante es que, siempre debe sobrar un lugar.
Voy a sentarme a lado de Gael, mientras que Alexa se pone en la otra punta, quedando frente a frente con papa, el lugar que no se ocupa es el que está junto a Gareth. Todos se sirven la comida que habían preparado Papa y Susana, espaguetis con salsa de Strogonoff.
Nadie dice nada, están concentrados con el plato que tienen en frente, excepto Alexa, está jugando con el tenedor como si no tuviera ganas de comer, mira a Susana luego mira a papa y por último su mirada se queda en mí.
Lo que le había dicho no lo tomo tan bien como lo esperaba.
No lo hagas…
Internamente le pido que no hable del tema en este momento.
No puedo descifrar la expresión que tiene, Gael lo nota y carraspea antes de hablar.
– ¿Quieres jugo? – indaga mirando a Alexa, ella niega con la cabeza sin dejar de mirarlo. Gael continua con su almuerzo al igual que los demás, pero sin dejar de mirar a Alex.
– ¿Por qué no lo dijeron? – suelta la pregunta que la estaba teniendo de esa manera, todos miran a Alexa, pero ella no mira a nadie, sigue dándole la vuelta al pobre tenedor.
– ¿El que? – indaga papa mirándome. Alexa levanta la cabeza encontrándose con la mirada de mi padre, Loren es la única que sigue comiendo. – Que están saliendo… – espeta bajando el tenedor a un lado. Silencio por parte de todos, papa y Susana se miran por unos segundos, luego ambos miran a Alexa.
– No es cierto ¿Verdad? – espeta de inmediato Gael mirando a su madre. – Íbamos a contarles… – habla Susana siendo interrumpida por Loren.
– ¡La comida esta deliciosa! – menciona con entusiasmo, Alexa abandona la mesa ignorando a papa.
– ¡Alexa! – pronuncia papa. – Solo déjala… – hablo por primera vez desde que baje de mi cuarto.
– No debiste decirle nada – espeta papá mirándome. – ¿Cómo que lo sabias? – habla Gael.
– Ella debía saberlo, todos debían saberlo – expreso viendo como Gael se levanta y se va por el mismo lugar que se fue Alexa.
– Te dije que no era el momento – exclama papa nuevamente recogiendo los platos de la mesa.
– Estabas consciente de que ella lo tomaría así – esta vez habla Susana. – Tu… No digas nada – la miro sirviéndome el jugo.
– Alisse – exclama papa con un tono de voz autoritario.
– No es mi culpa, yo no fui quien reemplazo a mama tan rápido – suelto sin darme cuenta de las palabras que están saliendo de mi boca, Gareth observa la situación sin decir nada.
¿Él también lo sabía?
– ¡Basta! – expresa papa sin mirarme. Me levanto de la mesa, al salir escucho hablar a Gareth. – Yo les dije que no iban a tomarlo bien – espeta poniéndose de pie, también saliendo de la cocina. Mi mirada se cruza con la de él, pero solo se va sin decir nada, nunca dice nada al igual que Alexa.
La cosa no es que ellos tengan algo, sino que, estaban escondiendo lo que tenían. Sé también que, papa merece reconstruir su vida, y con Susana se ve bien, solo que debió hablar con Alexa, porque es a quien más afecta todo esto.
Subo a mi habitación con los ojos aguados, si Alexa supiera que lo sabía desde mucho antes, se hubiera enojado aún más, pero no podía ocultarle más tiempo. Y no se si hice bien al decirlo.
Entro a mi cuarto, pegando todo mi cuerpo por la puerta al cerrarla…
– No tienes la culpa de nada – habla Gareth sentado en la ventana, seguro subió por la escalera que suele estar afuera.
– Solo debí quedarme callada hasta que ellos lo dijeran – me acerco a la orilla de la cama.
– Si yo fuera tú, hubiera hecho lo mismo – Gareth se baja de la ventana sentándose en el piso a un lado de la cama. – Ven aquí – habla nuevamente estirando sus brazos para que me siente a su lado.
Me resbalo hasta quedar a su costado. – Tu lo sabias, pero no dijiste nada – hablo sin mirarlo.
– No me correspondía hacerlo – lo miro limpiándome las lágrimas que estuvieron a punto de salir. – Pero, a ti si y está bien, ya lo hiciste – no sé cómo agradecerle por estar aquí ahora, va a sonar raro, siempre estamos juntos, pero ahora es diferente.
Acomodo mi cabeza por su hombro, sin decir absolutamente nada.
A veces las palabras son necesarias, pero otras veces como ahora, no lo son.
– Oye… – habla Gareth después de un largo silencio.
– ¿Hmm? – no me muevo, solo espero a que continue.
– Tenemos una fiesta que preparar – exclama, es cierto. Me pongo de pie de un salto y Gareth hace lo mismo.
Bajamos rápidamente recogiendo las bolsas que habíamos dejado en la sala y nos dirigimos al garaje de la casa de los Stanlee, es mucho más espacioso y esta al fondo de su casa, es perfecto.
No veo a Alexa por los alrededores, al menos intentare subirle el ánimo con la fiesta.
Empezamos colgando unas tiras de luces con varios colores, Gareth se encargó de hacer unos cuantos banderines y la cochera ya se empezaba a teñir con adornos amarillos, desde los globos hasta los manteles.
La tarde paso volando, Loren se unió a la decoración, mejor dicho, se apropió de la decoración.
– No está bien… – indica a Gareth que se encuentra pegando unas flores por la pared. – ¿Perdona? – gira bruscamente mirando a Loren.
– Esta chueco – responde a la indignación de Gareth. – Eso es imposible – exclama bajándose de la silla para acercarse a mi hermana menor.