Capítulo 2

young and sad

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Hana
 

Una vez al mes se celebraba un pequeño festival de películas de terror que habían sido un éxito a lo largo de los últimos diez años, Jungkook y yo siempre éramos los primeros de la fila de boletos o en ocasiones los únicos, pero eso no nos detenía de pasar un buen susto a media noche.

— Espero que estés listo Jeon Jungkook – sentencie mientras que me paseaba por su habitación. Este llevaba más de una hora metido en el baño, haciendo sabrá dios que. Puse cara de asco en solo pensarlo. – no entiendo por qué te demoras tanto.

La puerta se abrió de repente y un suave aroma a colonia de hombre fue despedida por la puerta directo a mi cara. Lo miré atónita, creo que jamás en mi vida lo había visto tan ¿limpio?

— ¿Estás seguro que aún vamos al cine? – me burlé al verlo. Empecé a tocar su cabello castaño perfectamente peinado, pero lo revolví con maldad. El castaño se alejó de mi al ver mis intenciones y huyó por el pasillo. – lo estaba arreglando, ven aquí. – chillé. fui tras él entre risas.

— Dejen de hacer tanto escandalo – una cabeza pelirroja se asomó por el vano de la puerta de enfrente. Hyuna nos miró sospechosa.

— Tu abrigo – dije recordando que lo tenía conmigo, había olvidado que venía a traérselo. La pelirroja hizo un movimiento de manos antes que pudiera quitármelo.

— Quédate con él, se te ve lindo – me giño el ojo. – ¿no es cierto Jungkook? - su hermano la miró sin entender y luego posó sus ojos en mí, me sentí expuesta. No era como si llevar unos pantaloncillos cortos, y un suéter grande fueran consideradas "ropa reveladora"

— Si, se ve linda.

— ¿A dónde van? – Hyuna no había perdido el tiempo y se había acomodado en la entrada de su cuarto.

— Media noche del terror – hizo una mueca de desagrado al escuchar eso. – la película de hoy será el exorcista. – dije emocionada.

— Genial – el tono irónico de la pelirroja lo decía todo. – ¡usen protección bebes! – Hyuna explotó en risas mientras que decía eso. Miré a Jungkook aún en atónito por el comportamiento de su hermana. Su cara estaba roja y no se veía muy feliz.

— Tranquilo, no dijo que debía ser entre nosotros – lo siento, no lo pude evitar empecé a reír como una loca maniática. – ¡es una broma Kook!

— Estás igual de loca que ella – dijo entre risas. – ¡sucia!

— Y tú eres un idiota, solo jugaba. – Jungkook podía verse como el chico más genial del mundo, pero la realidad era que no era tan "experto" como aparentaba, aún no había tenido novia y según lo que tenía entendido no había besado a ninguna chica, jamás.

— Ya, lo siento. – ambos regresamos a su habitación y nos sentamos en el borde de su cama. – deja de hacer eso – le di un pequeño golpe en la mano para que se dejara de morder las uñas. - ¿Qué sucede? – pregunté.

— ¿Todo en orden? – me preguntó de vuelta. Lo miré confundida, no entendía a que se refería. – hoy estuviste muy callada, más durante el almuerzo y luego te fuiste tan abruptamente, creí que te habías enfermado o algo.

— Si, todo fue culpa de tu maldito sándwich de atún – chistee. – estoy bien Kook. Lo prometo.

— Creí que tal vez tendría algo que ver con Taehyung, sé que no son los mejores amigos, pero no creí que sería para tanto.

— ¿Taehyung estaba con nosotros en el almuerzo? No me percaté de su existencia. – me burlé. Taehyung era tan insignificante que me ofendía que el pensara que tenía que ver con su amigo. Jungkook me dio un pequeño empujón entre risas, el entendía mi relación con Kim. Si es que había alguna.

— Eres cruel Min Hana – sonrió.

— ¿Por eso somos amigos no? – este asintió. – además, solo vi a la linda chica que venía a tu lado. – lo miré. Este se quedó en silencio, su cara se había vuelto un tomate.

— Hana, si no nos vamos ahora no llegaremos a la película a tiempo. – patético Jeon. Lo vi ponerse de pie, llevaba unos pantalones negros y uno de sus hoodies favoritos, negro igualmente a juego con unas botas Timberland. Me levante y ambos nos fuimos.

No sé cómo habíamos llegado a esta situación, trataba de entender que había salido mal y no recordaba nada, solo la cara de perra chismosa que llevaba Jungkook en aquel momento. Hilarante, como hacia bromas con la pelinegra y le preguntaba si le gustarían sus palomitas dulces o saladas. No estaba feliz y mucho más porque no me dijo que vendrían ellos, si lo hubiese sabido me hubiera ahorrado esto.

Miré de reojo a mi derecha encontrándome con Kim, al parecer la estaba pasando de maravilla.

El castaño estaba cien por ciento sumergido en su celular, mientras que soltaba risitas ocasionalmente.

— Aquí están los boletos – jungkook extendió cuatro entradas. Los fui a tomar cuando una mano los arrebató antes que pudiera hacer algo. – cuanta educación Kim.

— Gracias – me sonrío con falsedad. – solo diré que no quiero una esquina, así que tomaré el K12 y ustedes se pueden quedar con el resto. – sentencio el oh grandioso Kim Taehyung.

— Genial, yo solo no quiero estar cerca de ti. – dije buscando a Kook con la mirada. Taehyung y yo estábamos tan concentrados en pelear por las entradas que ellos dos ya se habían ido al frente.

Entramos a la sala, no había muchas personas era entendible ya que era un lunes y ya casi era medianoche. Se que deben estar pensando que nuestros padres son unos locos por dejarnos salir a esta hora y en un lunes, pero la verdad era que tanto Kook como yo amábamos las películas y esto era casi una tradición para nosotros y mi madre y sus padres lo entendían.