yellow ♡ | bts 노란색

Capítulo 26

 

68747470733a2f2f73332e616d617a6f6e6177732e636f6d2f776174747061642d6d656469612d736572766963652f53746f7279496d6167652f583239384979716a6539417a33413d3d2d313034343935313534312e313636663536333964353232363964623930353936393730343834362e676966

 

♡♡♡

 

— ¿Por qué lo llamaste? No era necesario, estoy aquí, en una pieza ¿Qué más quieres? – El rostro iracundo de mi madre me advertía que si seguía hablándole en ese tono probablemente no me gustaría lo que vería. Entre a mi habitación. Tiré torpemente mi mochila y empecé a sacarme el uniforme. Mamá aun seguía parada en la entrada, observándome con esos ojos marrones inquisidores, no era necesario que expresara lo que pensaba por que yo ya lo sabía. - ¿Dirás algo? – cuestioné. Ella solo se mantenía allí como una estatua sin vida.

 

— Porque era la única persona que podría saber algo sobre mi hija. – Esta caminó en mi dirección. – Porque yo no sabía donde podría estar y hasta donde yo recuerdo, Jeon Jungkook es bienvenido en esta casa. – Ella no sabía nada, no era su culpa, pero aún así no pude evitar sentir repulsión por sus palabras. - ¿O no?

— Mamá – Traté de hablar, traté de comenzar a contarle absolutamente todo lo que había sucedido, pero no podía. – Creo que des saber que Jungkook y yo ya no somos amigos y no creo tener planes futuros en que volvamos a serlo. – Su mirada sorprendida se posó sobre mí. – Por favor dile que se vaya, él sabe que no tiene ningún tipo de derecho en venir aquí.

— ¿Qué sucedió como para que te pongas así? – preguntó.

— Solo dile que se vaya – le pedí. – ahora. – Mi madre no se movió ni un centímetro, no parpadeó y mucho menos acató mis ordenes, esta se mantuvo allí parada observándome llena de confusión y tristeza o por lo menos, eso era para mí. Decepción.

— Eres suficientemente inteligente como para saber que, si te ibas a casa de ese chico, sin decirme, sin avisar, sin supervisión y regresar a estas horas, se sensata cariño, no me iba a gustar. – Era cierto, había dado por sentado todo este tiempo que mi madre estaría muy feliz en conocer a Jimin, en dejarme estar con él, pero supongo que mal interpreté sus señales. – Independientemente del porqué tu y Jungkook no son amigos, no quieras desviar la atención del verdadero problema aquí.

— ¿Quién eres y qué has hecho con mi madre? – Esa no era mamá. De la noche a la mañana su amable y apacible carácter se había convertido en una granada de mano. Estaba irritada y tensa, la única vez que la vi así fue cuando volvimos a ver a mi padre. El sacaba lo peor en ella.

— Soy tu madre, estoy preocupada y espero que pienses en las cosas que dices. – Eso era una advertencia. – No te quiero ver en el auto de ese chico nunca más y espero que organices mejor tus tardes ya que tendrás que venir y ayudarme.

— No sucedió nada – chillé. – Él es bueno, es amable no como Él. – dije refiriendo al moreno que estaba en la sala. – Ni si quiera lo conoces, por lo menos hazlo.

— Tendrá que esperar, pues no estoy de buen humor.

 

♡♡♡

 

Suspiré. Había alojado mi obvio enojo en mi cabeza por los últimos dos días. Mamá se había vuelto loca, si era honesta todos se estaban empezando a volver locos, en especial mis compañeros de salón. Como una vez alguien dijo, los rumores y las habladurías son tan pasajeras que nos asombraríamos. Aun cuando creemos que aquellas miradas odiosas nos pertenecen, debemos recordar que siempre llegará uno mejor, nuevo y más interesante al que escuchar con atención. Durante las últimas semanas la paranoia se había ido de poco a poco, debía agradecérselo en parte a que Jimin se mantenía conmigo en cada momento, ya no regresaba sola a casa y de vez en cuando “los chicos” o sus amigos competíamos palabras triviales. Ya no estaba sola, por lo menos no en apariencia. Por otro lado, no había vuelto a ver a Kim Taehyung, ya sabía la razón de su ausencia, pero no podía hacer casi nada al respecto. Por último, pero menos importante, se decía que nuestra querida Young-mi y el joven Jungkook ya no se encontraban juntos, ya no eran pareja y eso debía a que Jungkook había ido con otra chica a su casa después de clases. No podía evitar sentir pena por ella, sabía que sucedería tarde o temprano, pero lo peor de todo era que ella se había quedado sola.

— ¡Hana! – escuché como sus delgadas piernas hacían ruido al tratar de seguir nuestro paso. Jimin y yo íbamos saliendo de la escuela cuando la pequeña pelinegra me detuvo a la salida. - ¡Espera, por favor! – pidió al ver que ambos nos detuvimos. Esta se recargó sobre sus rodillas y trató de tomar un poco de aire. - ¿Podemos hablar? – Miré a Jimin confundida y luego a la pelinegra. El pelinegro me regalo una sonrisa y un beso en la mejilla antes de irse a sus practicas de teatro.

— Young – Medio saludo medio despedida, aun después de todo lo que había sucedido Jimin seguía siendo extremadamente amable con ella. Esta le contestó con una sonrisa tímida y un movimiento de mano.

— ¿Qué quieres? – yo por otro lado, no era así. La pelinegra vaciló un poco en empezar a hablar, pero al final lo hizo.



#3900 en Fanfic
#5055 en Joven Adulto

En el texto hay: bts, btsfanfic, jungkookbts

Editado: 12.01.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.