Yildizim está bien no estar bien

Capítulo 2 ~ Zona de confort

  • Tengo un hermano pequeño el cual no nos dejará concentrarnos— fue lo que dijo Peter ayer.
  • Está bien, entonces que sea en mi casa.

Esto ya era demasiado, estaba saliéndome por completo de mi zona de confort al aceptar hacer el proyecto en casa, aunque era la única opción. No quería que alguien estuviera molestando y menos un niño y no es que no me gusten, simplemente que en algunas ocasiones el ruido me fastidia demasiado y hace que mi mal humor aumente y no quisiera terminar tratando mal a un pobre niño que no tiene la culpa de nada.

Saliendo de clase Peter y yo fuimos a mi solitaria casa para poder comenzar hacer el proyecto final, el cual no sabía cómo quedaría. Al entrar a casa Cato, mi perro, es el único en recibirnos. Se dirige a mí para que le dé cariños como todos los días, siendo hoy la excepción pues no podía hacerlo ahora en frente de Peter, no quería que supiera cual es mi mayor debilidad, no sé qué es lo que haría si algún día le llegase a pasar algo a Cato.

  • Ahora no Cato, tenemos visita. — y como si me hubiese entendido, se dirige a Peter, comenzando a olfatearlo es algo extraño, cuando alguien llega él comienza a ladrar y al parecer Peter será la excepción, ¿acaso hasta a mi propio perro le cae bien ese chico?
  • Así que se llama Cato. — me dice Peter quien se agacha para acariciarlo.
  • ¡Oye!!  — grité, al mismo tiempo que me sentaba en uno de los sillones— deja a mi perro.
  • ¿Celosa Dana? — dice el chico enarcando una de sus cejas mientras que eleva un poco su mirada para verme.
  • Quisieras Walker— dije riendo falsamente.
  • Vamos acéptalo, estás celosa porque tu perro tiene mi atención, pero no te preocupes que tu también tendrás mi atención — dice riendo, aunque a la vez se escucha un tono serio en su voz— además dicen que para conquistar bien a alguien hay que tratar bien a sus hijos, así que necesito ganarme a tu perro para poder conquistarte. — dice y después me guiña el ojo
  • Buena suerte en eso, porque no eres nuestro tipo, así que no creo que lo logres.
  • Yo no estaría tan seguro, creo que ya me he ganado el cariño de Cato, ¿verdad que sí? — voltea a ver a mi perro el cual como si entendiera le dio un ladrido como respuesta y eso hizo que Peter sonriera— lo ves.
  • Conmigo no lo conseguirás y será mejor que comencemos a trabajar.
  • ¿Por qué arruinas siempre nuestros mágicos momentos? — comienza hacer gestos de decepción, este chico podría ser actor le saldría muy bien.
  • Porque no te deje entrar a mi casa para pasar el rato, te deje entrar porque tenemos un proyecto que hacer.
  • Pero aún falta demasiado tiempo.
  • Si no lo quieres hacer no hay problema, te puedes retirar y yo lo hago, al final digo que lo hicimos los dos, por mí no hay problema.
  • No, claro que no, no soy de esas personas, me gusta sacar calificación alta por mi esfuerzo no por el de los demás. — dijo en tono serio.
  • Bien entonces, que quede claro que solo vendrás a mi casa para hacer la historia y solo para eso, no quiero ni necesito socializar con alguien y mucho menos contigo.
  • Eso me ofendió y por lo otro lo intentaré, pero no prometo nada.

Comenzamos a planear todo, primero decidimos que genero sería y lo más raro de todo esto es que decidimos hacer una historia de romance, aunque creo que todos en algún punto llegan a tener un poco de este, aunque sea de otro género, claro no todas. También decidimos poner algo de misterio y crimen.

Al principio nos fue difícil encontrar una idea de cómo empezar y de que iría la historia en concreto, que queríamos reflejar, los nombres de los personajes y todo eso, de repente como si nuestras mentes estuvieran conectadas, que por cierto no me gusta esa idea, al momento de que nos llegó la primera idea nos llegaron aún más y las fuimos compartiendo para luego irlas anotando y no se nos olvidaran.

Ese día no comenzamos más que anotar como la idea principal de la historia, los personajes, la personalidad de ellos, el lugar donde se daría la historia entre otras cosas, el punto es que la historia no la comenzamos a escribir porque ya era muy tarde y los dos teníamos tareas que hacer.

El insistió en que podíamos hacerlo juntos también, claramente yo me negué, ya estaba cansada de tener compañía, extrañaba mi soledad, la necesitaba, así que decidí mentir que por cierto se me da muy mal y dije que mi madre no tardaba en llegar del trabajo y se molestaría si me encontraba con un chico a altas horas de la noche.

  • Sé que eso es mentira, pero está bien me iré, entiendo que te he quitado mucho de tu tiempo, pero antes de irme te diré que mañana después de clases seguiremos con la historia y no acepto excusas. 

El castaño se levantó tomo las cosas mientras que decía esto y antes de salir volteo a verme para ver mi respuesta. Inconscientemente asentí y no me di cuenta hasta que él se había ido, ¿cómo es que acepte?, ahora tendré que verlo mañana, con hoy bastó para que me pusiera de muy mal humor porque por su culpa me salí de mi zona de confort y no fueron minutos o segundos fueron horas. 

Me dirijo a mi cuarto después de dejar todo en orden, voy subiendo las escaleras y escucho que alguien viene detrás de mí.

  • Ni creas que dormirás el día de hoy conmigo. —comienza a ladrar— estas castigado— y me vuelve a ladrar— el chico no es nuestro amigo, no debes de pedirle que te acaricie eso solo lo puedo hacer yo, por eso estarás castigado.

Entro a mi cuarto y cierro la puerta, cato está enfrente de la puerta, sentado viendo como la puerta se va a cerrando, mientras yo veo la cara triste de mi perro. Me preparo para dormir, aunque solo me preparo porque no me duermo, solo me acuesto y me pongo a leer en lugar de hacer tarea, esa la hare mañana en la escuela. Duro como tres horas leyendo hasta que ya no puedo más pues mis ojos comienzan a cerrarse, así que dejo el libro en la mesita de noche y tomo mi celular y activo las alarmas, y lo regreso a la mesita de mesa. Estoy a punto cerrar los ojos y mi conciencia juega conmigo, pues recuerdo que cato está afuera de mi habitación, además que escucho sus lloriqueos, así que me levanto abro la puerta y le hago señas de que puede pasar y lo hace rápidamente, dirigiéndose a mi cama, ambos nos acostamos y nos quedamos profundamente dormidos.




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