Peter
El día de hoy estoy en clase de matemáticas y aunque me gusta la materia o al menos le entiendo un poco no hago el trabajo que pone el profesor porque desde que comenzó la clase mi mente se fue a otro lugar, para ser exacto en la noche anterior, no he podido dejar de pensar en eso porque fue un momento muy lindo en el que pase tiempo con la chica que ama la soledad, pero aun así por alguna extraña razón dejo que me quedara con ella un rato más para leer juntos su libro.
Fue ahí cuando vi por primera vez lo hermosa que era su sonrisa, porque si, aquella chica sonreía, trato de disimular sus emociones al principio de la lectura pero después al parecer le fue imposible dejándome ver esa parte de ella y a pesar de que han sido pocos los momentos que hemos pasado juntos, me he dado cuenta que en cada momento me va gustando más y creo que comienzo a sentir algo realmente por ella, porque no es lo mismo que una persona te guste de lejos a que te guste de cerca, porque de lejos no la conoces, conoces su físico mas no su personalidad y no te puedes enamorar de una persona solo por su físico.
Cuando menos me lo espero el timbre suena indicando que es hora del receso y que la clase ha terminado, así que recojo todas mis cosas y las meto en mi mochila, para poder dirigirme a la cafetería donde probablemente este Dana, pero supongo mal. Cuando llego a la cafetería mis ojos comienzan a buscar a la chica de cabello castaño, pero no la encuentro y creo saber el porqué, es por eso que decido ir a otro lugar donde podría estar y que es todo lo contrario a la cafetería, donde todo es silencio.
Cuando entro a la biblioteca la veo ahí sentada en una de las bancas que están en el rincón del lugar, se encuentra con la mirada en su libro y me decepciona un poco que lo lea sin mí. Me dirijo hacia ella con largos pasos deteniéndome frente a ella quien al sentir mi presencia levanta la cabeza y me mira de mal manera, típico de ella.
“No es por el libro, es por la compañía.” Quise responderle, pero algo dentro de mí me hizo dejarlo como un simple pensamiento, ese que espero algún día compartirlo con ella.
Avanzamos demasiado en la lectura a pesar de que la hora de receso se pasó muy rápido y es por la bella compañía que tengo, probablemente alguna vez todos hemos escuchado la frase de que cuando disfrutamos algo, cuando algo realmente nos hace feliz, no nos damos cuenta de cómo avanza el tiempo realmente, porque para uno pasa en un abrir y cerrar de ojos cuando realmente no fue así.
Mientras ella disfrutaba la lectura yo disfrutaba de su compañía, la disfrutaba tanto que cuando estaba con ella tenía la necesidad de detener el tiempo, para que esos momentos duraran más, pero obviamente eso no es posible, creo que después de todo si existe algo que es imposible.
Tomo mis cosas y volteo a verla quien pos su parte guarda el libro en su mochila y se dirige a la salida sin siquiera despedirse, me quedo ahí observándola y después me dirijo a mi siguiente clase, a pesar de que una parte de mi quería seguirla y molestarla un poco con mi presencia, pues se estaba volviendo en una de mis cosas favoritas.
Cuando mi clase de química termino me fui nuevamente a biblioteca pues la profesora de literatura nos avisó que no podría asistir a la clase de hoy y tenía la pequeña esperanza de que Dana fuera a la biblioteca, pero no estaba ahí y era lógico porque esa era ultima hora y no tenía caso de que se quedara si no íbamos a tener clases ya, así que me fui a comer algo en la cafetería porque no había comido nada en todo el día y tenía que tener energías para el entrenamiento.
Llego como diez minutos antes de que comience el entrenamiento así que me acerco al lugar donde están las porristas y algunos de los chicos, uno de ellos es Agustín el novio de mi prima Sofía, quien obviamente es parte del grupito que esta frente a mí.