Promesas, sueños, metas que cumplir y todo eso desapareció en un abrir y cerrar de ojos. Había prometido no dejarme sola pero aun así lo hizo, dañándome aún más con su ausencia, quería que le prometiera que cumpliría aquel último deseo aun sabiendo que él no había cumplido su promesa, dijo que no me dejaría nunca sola que siempre me llevaría con él, sin embargo, fue mentira porque se fue y no me llevo con él, siempre me dijo que no podría vivir sin mi ausencia y como un cobarde se fue antes que yo, dejándome a mi ese sufrimiento que el tanto temía y aun así no lo odio, porque a pesar de todo entendí sus razones.
Siempre se la pasaba prometiéndome cosas y yo siempre le creía porque siempre las cumplía jamás creí que no llegaría a cumplir una, creí que las cumpliría todas y no fue así, desde entonces las promesas no valen nada para mí.
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Años atrás
Bahadir: héroe, valiente
Dana
Él dijo que llegaría en 45 minutos a mi casa y ya tardo demasiado ha pasado ya más de una hora y no hay nada sobre él ni siquiera un mensaje, le he llamado y no responde, vuelvo a intentar y al tercer timbre contesta, sin dejar hablar a la otra persona comienzo a reclamarle
Todo es silencio, no responde, solo escucho un sollozo del otro lado.
Ella tenía razón, tendría que tomar un taxi, porque mi padre me dirá que está ocupado y que tardara en llegar a casa, además dirá que no quiere regresar ahí, que, porque no quiere ver a mamá, la cual está de viaje y tampoco podrá llevarme, como siempre estoy sola por lo que no es buena idea salir, aun así, eso no es algo que me detendrá.
Cuando llego el taxi le di la dirección y le pedí de favor que fuera lo más rápido posible.
Al llegar fui a la sala de espera y ahí sentada vi a la madre de mi mejor amigo, estaba con su esposo, ambos no dejaban de llorar por lo que supe que aún no había noticias.
— ¿Ustedes son los familiares del joven Bahadir? — pregunta el doctor
— Si, somos sus padres, ¿Cómo está mi hijo? — dice su padre
— Bueno el peligro ya ha pasado, tuvimos algunas complicaciones en el quirófano, pero su hijo está fuera de riesgo. — en ese momento mi preocupación disminuía y una sonrisa se puso en mi rostro
— ¿podemos verlo? — pregunte.
— Bueno la recomendación es que descanse, pero el mismo ha insistido en que necesita verlos, así que hare una excepción y dejare que pasen por uno minutos.
— Gracias doctor. — dice su madre
Seguimos al doctor quien nos indica la habitación, al entrar veo a mi mejor amigo en una camilla, sus ojos estaban cerrados, pero los abrió al instante en el que entramos, el doctor nos dejó a solas, sus padres se acercaron a él, diciéndole que como estaba y si necesitaba algo, mientras que el solo les respondía que se encontraba bien y solo sonreía, aunque su sonrisa era cansada, creo que si necesitaba descansar.