Yildizim está bien no estar bien

Capitulo 13~Nuevos amigos

Los ensayos han sido muy buenos ya nos hemos aprendido los primeros pasos y cada vez nos sale mejor, toda esta semana me he sentido mejor, no he tenido ninguna crisis y creo que tal vez sea porque he estado muy ocupada, por la mañana estoy en clases o si tengo alguna hora libre estoy con Peter leyendo o platicando con alguno de los chicos, realmente nos hemos hecho muy unidos, durante los descansos nos unimos todos para comer juntos y platicar, realmente son muy agradables. Por las tardes después de la escuela Peter y yo vamos a casa para escribir, leer o para enseñarle turco, dependiendo el día, algunas veces el chico suele ir primero a su casa a comer y luego a la mía. Realmente me impresiona porque aparte de ir a los ensayos, va a los entrenamientos de básquet, realmente a veces siento que no tiene algún descanso

 

Este fin de semana pasado habíamos quedado en que iríamos a casa de Fred, sin embargo, el chico tuvo que salir con su familia por lo que nos dijo que fuéramos el siguiente. Así que el sábado Peter y yo fuimos a una cafetería que era muy tranquila y aprovechamos para poder seguir con la historia y así terminarla lo más pronto posible, además que hay que aprovechar los momentos de inspiración porque en cualquier momento puede llegar un bloqueo y retrasar todo.

El domingo salí por la mañana a caminar con Cato algo que hace tiempo no hacía, luego me metí a bañar y me arregle para ir al supermercado, prácticamente vivo una vida un poco ya independiente y así han sido los últimos años, yo soy quien hace la despensa de la casa en la que vivo yo sola con Cato y algunas veces recibo visitas de mi madre quien solo va a reprocharme cualquier cosa y a dejar dinero para todo el mes.

 

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Peter

Toda esta semana ha sido pesada pero muy entretenida por así decirse, Dana y yo hemos pasado más tiempo juntos y a pesar de que va agarrándome confianza aun suele ser la misma chica que se la pasa peleando y contradiciendo todo lo que digo. En esta semana he conocido y he pasado tiempo con nuevas personas a las que al parecer les caía mal al principio sin embargo poco a poco me fuero incluyendo a su grupo de amigos, convirtiéndose en nuevos amigos tanto para mí como a Dana, tal vez y me podría parecer extraño que la chica comenzara una amistad con ellos sabiendo que no le gusta socializar con extraños y he ahí la respuesta ellos no son completos extraños pues ellos eran amigos de su mejor amigo, por lo que supongo que ha hecho una pequeña excepción dándoles una oportunidad y eso me hace feliz, porque ahí con ellos he visto como su humor mejora y ahora suele sonreír más y estar de un buen humor más seguido.

En estos momentos voy a casa de Dana pues hemos quedado desde el fin de semana pasado en ir a casa de Freddie, ese chico al principio me caía un poco mal pues solía coquetear con Dana y no puedo negar que eso me ponía celoso, sin embargo, luego dejo de hacerlo, incluso nos llevamos muy bien ahora, aunque con el que más me llevo es con Nick pues tenemos el mismo sentido del humor.

Al llegar a la casa de Dana toco el timbre y solo pasan unos segundos para que abran la puerta.

—Hola—dije saludándola con una sonrisa en mi rostro, mientras la observaba, traía un short y una blusa floja, su cabello estaba liso y amarrado en media coleta.

—¿Hola? ¿Qué haces aquí? Te esperaba más tarde —voltea hacia la calle y vuelve hablar—¿Dónde está tu carruaje Walker? —tan observadora como siempre.

—Bueno, sobre eso—dije un poco nervioso—cambio de planes, nos iremos caminando, pues el auto de mi madre está en el taller y le he ofrecido que use el mío mientras le regresan el de ella, espero y no te moleste que vayamos caminando. —la chica solo sonrió y me indico que podía pasar.

—Para nada, me parece buena idea, solo que como no me avisaste antes tendrás que esperarme unos minutos.

—Bien, te espero aquí con Cato. —digo cuando el bien a mí para que le haga cariño y yo con gusto lo hago.

 

Unos minutos después aparece Wembley por el mismo lugar en el que se fue momentos antes, esta vez traía su pelo suelto y un poco ondulado solo de la parte delantera y como haba de esperarse se había cambiado de ropa, llevando unos jeans y una blusa un poco más ajustada a la que traía antes.

  • ¿Nos vamos o te quedaras ahí parado?
  • No, podemos irnos. —digo sonriéndole.
  • Bien. —se queda parada observándome mientras yo hago lo mismo.
  • Bien. —me quedo callado por un momento—podemos pedir un taxi si quieres.
  • Oh, por mi está bien caminar—dice caminando a la puerta y yo la sigo—aunque si tú lo quieres podemos ir en taxi, sirve que tienes un descanso. —dice una vez que estamos afuera.
  • Descansar, ¿de qué voy a descansar? —esta vez soy yo quien comienza a caminar y ella me sigue.
  • bueno he visto tu rutina y creo que apenas y tienes tiempo de respirar, digo tal vez y no sea tanto no lo sé—comienza a repetir algunas palabras sin encontrar como explicarme su punto de vista, algo que me parece un poco gracioso y siempre trato de disimular mis ganas de reír, aunque a la ves es algo que me parece muy tierno— sabes a lo que me refiero, digo, te la pasa en la escuela por la mañana y en las tardes estas en mi casa, haciendo tareas, avanzando con lo de literatura, aprendiendo un nuevo idioma, a eso súmale que cuando no estas ensayando estas entrenando, eso debe de ser agotador.
  • Puede ser, pero cuando uno hace las cosas porque le gustan no lo es, jugar básquet es algo que me gusta mucho desde muy pequeño, y lo demás no me gustan tanto, sin embargo, yo decidí hacerlas y en cierta forma las disfruto igual, tal vez lo que más odio es hacer las tareas, pero ¿sabes porque nada de eso es agotador?
  • ¿Por qué? —pregunta ella.
  • Porque todas esas cosas las hago contigo y disfruto pasar tiempo contigo. —por un momento se queda callada y creo que no volverá a hablar.
  • Aja—se queda callada unos segundos, hasta que vuelve a hablar esta vez con una de esas frases que te lastimarían, sin embargo, para mí ya no funcionan pues sé que solo está mintiendo para ocultar sus verdaderos sentimientos—lamentablemente los sentimientos no son mutuos.
  • Sí, claro y por eso todos los días aceptas que vaya a tu casa. —digo con sarcasmo.
  • Bueno pues no tengo otra opción que dejar que vayas, veras como terminando este año escolar no nos volveremos a hablar.
  • Ya lo veremos y para eso falta mucho tiempo. —ella se ríe y habla una vez.
  • El tiempo se va volando Walker, para cuando menos lo pienses estaremos graduándonos.
  • Cierto, pero—trato de hablar, pero me veo interrumpido.
  • Nada de eso, ambos sabemos que yo siempre tengo la razón. —dice con superioridad.




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