Yildizim está bien no estar bien

Capítulo 19~Una visita inesperada

Dana

Es miércoles por la tarde, Peter y yo nos vinimos a casa después de salir de la escuela quedamos con que hoy seguiríamos con las clases aunque le he dicho que tenido un muy buen avance, por lo que me conto a estado estudiando más en su casa como se lo recomendé, por otro lado con el proyecto de literatura le hemos avanzado mucho pues esta semana he tenido demasiada inspiración y en mis tiempos libres me pongo a escribir todo lo que se me viene a la mente y Peter me ha estado ayudando a aclarar más las ideas y a corregir la ortografía, claro que también ha aportado escribiendo algunos capítulos y sinceramente me va gustando mucho como va quedando.

 

  • Oye Wembley, ¿segura que no quieres que te ayude?
  • Completamente.
  • Pero es que no me parece justo que me vaya a jugar con Cato mientras tú te quedas aquí cocinando.
  • Si te quedas aquí no me podré concentrar y no me saldrá la comida. —era cierto estar en presencia de alguien cuando cocino me pongo de mal humor provocando que todo me salga mal, sin embargo, él lo entendió de otra manera.
  • Dime ¿tanto te distraigo? ¿acaso te pongo nerviosa Wembley?
  • Ya quisieras Walker, lo que quería decir es que tu presencia o la de cualquier otra persona me pone nerviosa así que no te creas el importante.
  • Vale ya no diré más porque entonces te enojaras más y eso es lo último que queremos, ¿cierto Cato? —le pregunta a mi perro, que está junto a él, para después de un rato salir de la cocina.

Su idea principal era que pediríamos algo de comida, sin embargo, le dije que prefería hacer algo en casa porque estaba aburrida de la comida rápida, razón por la que ahora me encuentro cocinando, aunque antes de que se fuera con Cato le he pedido ayuda para hacer un jugo de naranja fue ahí donde decidí no pedirle más ayuda porque al estar cortando los limones estuvo a punto de cortarse un dedo, cosa que si pasaba con lo dramático que es me hubiera pedido que lo llevara al hospital.

 

Luego de servir me dirijo al patio para avisarle a Peter que la comida estaba lista y los veo a ambos sentados.

  • ¿Qué les paso a ustedes? Creí que andarían corriendo por todo el jardín.
  • Bueno estamos muy tristes porque nos corriste— responde Peter, haciéndose la víctima y como si Cato entendiera le sigue la corriente.
  • Son unos dramáticos los dos, los corrí de la cocina para poder terminar de cocinar a gusto, sin embargo, ya pueden entrar a comer.
  • Se nos ha quitado el hambre, ¿cierto Cato? — voltea a ver a mi perro, el cual se levanta para meterse corriendo a la casa. —al parecer le es más fiel a la comida.
  • ¿Quién no? —le respondí pasando frente a él que sostenía la puerta.

Llegamos a la cocina y cada quien se sirvió su porción de comida, mientras que Cato ya había comenzado a comer desde antes de que llegáramos y se quedó n la cocina comiendo solo mientras que Peter y yo nos fuimos a comer a la sala para poder ver algo en la televisión. Algunas veces solíamos comer en la cocina y platicar un poco, sin embargo, yo tenía días en los que no quería ni pronunciar una palabra y justo estaba en esos días en los que buscaba cualquier otra cosa para evitar hablar y él lo entendía, después de todo este tiempo nos hemos llegado a conocer muy bien y él ha aprendido a darme mi espacio cada que lo necesito y al mismo tiempo estar presente en mi vida, en mi día a día.

 

  • Ayer estuve leyendo los capítulos que me mandaste—comenzó a hablar Peter— y están muy bien redactados, hice algunas correcciones a errores que se te pasaron y agregué unos detalles más para complementar, más tarde te los envió. —finalizo para luego introducir el bocado que tenía en su tenedor.
  • Vale, después de todo creo que somos un buen equipo.
  • Claro que lo somos, yo lo he sabido desde un inicio la que no lo quiere aceptar eres tú. —ambos nos quedamos en silencio una vez hasta que el comenzó hablar una vez más— ya casi terminamos esta historia, realmente es impresionante como es que hemos avanzada demasiado en estas últimas semanas, pero— dijo antes de tomar un poco de su bebida y yo aproveche para hablar.
  • Y aquí vamos con esta palabra una vez más. —él sonrió y simplemente negó con su cabeza.
  • Pero tengo que reconocer que tú eres la que más a echo en este proyecto, eres muy buena escribiendo, tal vez en un futuro te conviertas en una escritora famosa y muy talentosa. —todavía no terminaba de pasar la comida por lo que el hablo una vez más— ah y para que veas, no todo lo que viene después de un “Pero” es malo.
  • Vale tal vez y tengas razón en eso último, ahora bien, con lo primero no tanto, si tal vez en un futuro sea escritora porque realmente me gusta escribir, es como uno de mis lugares seguros, sin embargo, no creo que tenga demasiado potencial como para el futuro que mencionas, además no es algo que interese igual.
  • Con eso has alterado mi visión. —dijo en tono serio.
  • ¿Qué visión? —dije con curiosidad, realmente se le ocurre cada cosa también.
  • La visión de tu futuro, justo ahora nos estoy viendo a ambos y te estoy diciendo un “te lo dije, yo tenía razón cuando te dije que llegarías hasta aquí”. —una sonrisa se dibujó en mi rostro para luego desvanecerse con un pensamiento negativo.
  • Si aja —respondí con sequedad—tal vez en un futuro tu y yo ni nos hablemos más, tal vez y volveremos a ser unas personas desconocidas con recuerdos en común —solté sin pensarlo y el dejo de sonreír igual ante mis frías palabras— o tal vez y yo no llegue a esa edad.
  • Ni siquiera lo vuelvas a mencionar Yildizim.
  • Es que todo puede llegar a pasar Peter.
  • Si tienes razón, pero hay que ser positivos y quedarnos con mi versión, es más bonita, ¿no lo crees?  —me quede callada imaginando por un momento aquel escenario y claro que era bonito, era hermoso y daría lo que fuera por que se cumpliera, sin embargo, todo lo feliz que imaginaba no se cumplía, al parecer esas cosas de felicidad no eran una opción en mi vida. Para cuando menos lo pensé una vez más estaba sonriendo y estaba por responder la pregunta cuando se escucharon unos pequeños golpes a la puerta.
  • Iré a ver quién es. —me levante y él solo asintió y sigue comiendo quedándose en compañía de Cato. Era extraño que alguien viniera pues solo había dos personas que venían una de ellas no necesitaba tocar la puerta y la otra ya se encontraba ahí, al abrir la puerta me encuentro con dos caras muy familiares que me ven sonrientes y yo solo me quedo ahí parada sin hacer ni decir nada.
  • Dana, nuestra chica favorita ven acá— dice la mujer emocionada abriendo sus brazos para que pueda acercarme a ella y abrazarla.
  • Rebeca teyze—(Tía Rebeca) digo finalmente sonriendo, mientras le doy un pequeño abrazo y luego saludar a la persona que estaba detrás— Emir amca —(tío Emir)
  • Kizim—(hija)dijo el respondiendo a mi abrazo — ¿nasilsin? —(¿Cómo has estado?) pregunto antes de alejarme a él, ambos me observaron al regresar a mi lugar, es especial la tia Rebeca, siempre lo hacía, ellos siempre hacían ese papel paternal que no les correspondía.
  • Ben iyiyim sen nasılsın, uzun zamandır görüşemedik —(estoy bien y ustedes ¿cómo han estado? hace tanto tiempo que no nos vemos)
  • biz de iyiyiz —(también estamos bien) —aunque veo que estas más delgada, ¿te has alimentado bien todo este tiempo?
  • Claro que sí, es solo parte del crecimiento no tienes de que preocuparte, es más justo estaba por terminar de comer, porque no pasan y les sirvo un poco.
  • Llegamos hace poquito y comimos cerca del aeropuerto así que no traemos hambre, pero una taza de café si te la aceptamos. —dice el tío Emir, mientras que ambos entran y se sitúan en la sala.
  • Lo siento no tengo, aunque si quieren les puedo hacer te o jugo de naranja.
  • El té estará bien.
  • Bien entonces ahora vuelvo—digo dirigiéndome a la cocina y al llegar ahí me doy cuenta que olvidado la presencia de cierta persona. Aunque suene raro al momento de ver aquellas dos personas paradas frente a mi después de tanto tiempo, que me olvide de todo a mi alrededor, estaba sorprendida y feliz por verlos, como no estarlo si eran muy especiales para mi pues eran los padres de Bahadir y siempre me cuidaron como si fuera su hija desde el primer día que nos conocimos.
  • Creo que tendremos que posponer lo de hoy—dijo el chico cuando me vio entrar a la cocina.
  • Si, lo siento demasiado no sabía que vendrían de haberlo sabido yo…
  • Oye no te preocupes lo entiendo, no pasa nada—dice mientras que yo comenzaba a preparar el té. —mira yo puedo esperar a que se vayan o tú los puedes distraer en lo que yo salgo por la puerta trasera.
  • ¿Qué? —pregunte dejando de hacer lo que estaba haciendo—¿de qué hablas? No de eso nada, si te quieres ir saldrás por la puerta de en frente, los presento, te despides y te vas, ahora que si quieres quedarte aquí lo puedes hacerlo, aunque no creo que se vayan pronto.
  • ¿estas segura? Porque digo podrían tal vez malinterpretar, verlo mal que estemos aquí los dos solos.
  • Por dios Peter, no digas eso—guarde silencio unos segundos para luego hablar nuevamente. —son los padres de Bahadir, los conozco y son de confianza sé que no dirán ni pensarán nada malo sobre que estuviéramos aquí solos, aparte no estábamos haciendo nada malo.
  • Tienes razón—dijo finalmente—¿te ayudo?
  • No hace falta, he terminado. —dije tomando la bandeja. —anda vamos—comienzo a caminar y el me sigue, sé que está nervioso, aunque suele ser muy extrovertido he observado que cuando se relaciona con personas mayores suele ser un poco más callado hasta que agarra confianza. Por otro lado, los padres de Bahadir voltean a vernos al sentir nuestra presencia.
  • Oh cielo, no sabía que tenía compañía de haberlo sabido hubiéramos venido otro día. —dijo la tía Rebeca, mientras yo les sirvo el té.
  • No se preocupen por eso y por cierto soy Peter—dijo saludando a ambos de mano—mucho gusto.
  • Igualmente, yo soy Emir y ella es Rebeca, mi esposa.
  • Mucho gusto. —dijo ella al saludarlo y luego se dirigio a mi—O çok yakışıklı, sence de öyle değil mi? O senin erkek arkadaşın mı? —(él es muy guapo, ¿no lo crees? ¿acaso es tu novio?)
  • O değil—(no lo es) respondí mientras me sentaba y disfrutaba la reacción de Peter.
  • iki şeyden hangisi? —(¿cuál de las dos cosas?) volvió a preguntar la tía Rebeca y comencé a sentir la mirada de las tres personas sobre mí.
  • İkisi birden—(ambos) respondí finalmente ocasionando que Peter hablara.
  • ¿recuerdas que entiendo el idioma?
  • Evet— (si)
  • Ella sabe que soy guapo, solo no quiere aceptarlo—comenzó a hablar—como tampoco quiere reconocer que haríamos una muy bonita pareja.
  • Pues déjame decirte que opino lo mismo, aunque va a ser muy difícil convencerla, pero tienes mi voto a tu favor.
  • Teyze lütfen—(tía, por favor)
  • Kizim, el chico tiene razón hacen muy bonita pareja, además se ve que es buena persona, ¿cierto Emir? —pregunta volteando a ver al tío Emir quien solo se ríe de la situación y hace un movimiento con sus brazos.
  • Yo no sé nada de eso así que no me miren, prefiero no meterme en esos líos.
  • Será mejor que cambiemos de tema—dije para dejar de hablar de eso y para que la tía Rebeca no le siguiera subiendo el ego a Peter—por cierto ¿Cuánto tiempo se quedaran?
  • Muy poco—dijo el tío Emir serio y su esposa volteo a verme y luego a el—de echo hemos venido obviamente a visitarte—ambos sonrieron viéndome —pero también hay otra razón.
  • ¿Cuál? —sentía que lo que venía no me gustaría, lo sabía por sus caras y porque veía como el tío emir pensaba la mejor manera de decirme aquello
  • Después de tanto pensar hemos decidido que venderemos la casa y nos mudaremos a Estambul, nos quedaremos ahí definitivamente, por lo que no le vemos el caso tener una casa aquí.
  • Están seguros, digo esa casa está llena de recuerdos, no se podrían conservarla para cuando vengan.
  • Kizim es hora de soltar, sabes lo que pensaba el, y si por eso mismo es que no queríamos venderla, pero creemos que ya es tiempo soltar y dejar ir, además otras personas podrán darle un mejor uso que nosotros.
  • Exacto y además que no creo que regresemos o al menos no tan seguido, realmente ya no tenemos nada aquí. —hablo esta vez el padre de Bahadir.
  • Más que tú, pero podrías ir a visitarnos en vacaciones o cuando tú quieras, sabes que eres bienvenida siempre y además que nosotros pagaremos todos los gastos.
  • Lo sé—dije fingiendo una leve sonrisa—tienen razón.
  • Además, estaremos aquí mínimo dos semanas, en las cuales nos puedes visitar todos los días que quieras, podrías venir a ayudarnos a empacar y tirar algunas cosas—me miró fijamente con una sonrisa y yo hice lo mismo, luego se giró a ver a Peter— tu también eres bienvenido, la puedes acompañar cuando quieras, tal vez y encuentres algo que te gusté.
  • Gracias por la invitación. —respondió amablemente. —prometo hacerlo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.