Capítulo 22~ Ansiedad

Abrí mis ojos lentamente y observé mi alrededor, no era mi habitación, sin embargo, me era familiar el lugar, me moví un poco y fue hasta que me caí al suelo que me recordé que me había quedado dormida en un sofá y que la habitación era de Bahadir. Me levante en busca de mi teléfono y cuando lo encontré revise la hora, no había dormido más que cuatro horas.

Revise las notificaciones, tenía mensajes de Fred y de Ari, al parecer se habían enterado del accidente y aunque quería responderles, los deje para después, pues no tenía la energía necesaria para responder mensajes a pesar de que, si quería hablar con alguien, por lo que entre a Instagram para ver si Peter estaba activo, aunque seguramente estaría durmiendo igual que todos los demás.

Error.

Estaba despierto al parecer pues aparecía activo, así que sin pensarlo más decidí marcarle y así poder hablar un poco con alguien, sonó un par de veces antes de que pudiera escuchar su voz.

• ¿Tampoco puedes dormir? —dijo con tranquilidad al otro lado.
• No, aunque ya he dormido un poco, ¿tu haz dormido algo?
• No, he tratado de hacerlo, pero no puedo y te iba a llamar, pero creí que estarías dormida y no quería despertarte.
• Lo hubieras echo, aunque necesitas dormir, ¿Por qué no lo intentas?
• Porque al cerrar mis ojos todo viene a mí una y otra vez.
• Lo entiendo perfectamente, podrías intentar pensar en otra cosa, tal vez y si pones música eso ayude.
• Ya lo he intentado, pero no puedo.
• Se me ocurre algo. —hable luego de unos minutos de pensar en algo.
• ¿Qué cosa? —pregunto con curiosidad.
• Puedo contarte un cuento, suena muy aniñado lo sé, sin embargo, puede ayudar a que esos pensamientos del accidente desaparezcan un poco.
• Bien, hagámoslo, aunque tienes que prometer que tú también vas intentar dormir más.
• Lo hare, no te preocupes, ahora solo relájate, escucha e imagina lo que vaya contando.
• Vale, lo hare, puedes comenzar cuando quieras.
• Había una vez…….

Comencé a decir continuando con la historia y cuando finalmente termine mis ojos comenzaban a cerrarse una vez más, le pregunte a Peter si seguía despierto, sin embargo, no respondió, dándome a entender que había conseguido dormir, por lo que una vez más cerré mis ojos quedando en un profundo sueño.

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Peter

Abro mis ojos y todo a mi alrededor esta en completa oscuridad, tomo mi teléfono y me doy cuenta que son pasadas de las dos de la tarde, al parecer la idea de Dana ha funcionado y he podido dormir, entro a su chat y le escribo un mensaje.

“Gracias por ayudarme a que pudiera dormir”

Me levanto, pongo a cargar mi teléfono y abro las cortinas para que, entre un poco de luz, busco ropa limpia y me dirijo al cuarto de baño para ducharme. Al sentir el agua helada sobre mi cuerpo comienzo a relajarme haciéndome querer quedarme ahí por más tiempo.

Cuando finalmente estoy cambiado y listo bajo las escaleras dirigiéndome a la cocina en donde escucha las voces de mi hermano y madre, quienes probablemente estén con lo de la comida pues mi padre no tarda en llegar.

• ¿Por qué Pitel sigue dormido? ¿puedo ir a despertarlo? —pregunto mi hermano menor.
• Tu hermano está un poco cansado, se ha desvelado un poco anoche, por eso es que aún sigue durmiendo.
• Y ¿Por qué él se puede dormir tarde y yo no?
• Porque él es mayor que tú.
• Entonces cuando tenga su edad también lo podré hacer, ¿cierto?
• Si.
• Vale, pero ¿entonces puedo ir a despertarlo ya? Estoy un poco aburrido y el prometió que hoy me enseñaría un truco nuevo para jugar básquet. —dijo desanimado y entonces fue que decidí colarme en la conversación.
• Y claro que lo hare, de hecho, ya estoy listo.
• Siiii—dijo el pequeño emocionado— iré por el balón. —hizo un movimiento de bajarse de su asiento, pero la voz de mi madre lo detuvo.
• Alto ahí, que primero tienen que comer para que agarren energía, Peter no ha comido nada en todo el día.
• Vale. —dijo mi hermano, tomando su asiento otra vez.
• Oye Pitel, ¿hoy no viene tu novia a comer con nosotros?
• No, no podrá venir—le mentí un poco porque de alguna manera a su vez era verdad— y además aun no es mi novia.
• ¿Por qué? —volvió preguntar, era la consecuencia de tener un hermano pequeño de 5 años, siempre se la pasa preguntando la razón de todo lo que hacemos o decimos y está bien lo entiendo, pero aun así suele ser algo que me puede llegar a desesperar.
• ¿Por qué, que?
• Ambas cosas.
• Porque una tuvo un inconveniente y lo segundo pues porque ella no quiere, aunque pensándolo bien no se lo he preguntado directamente.
• Y ¿Por qué no se lo has dicho? ¿tienes miedo de la respuesta?
• Tal vez. —respondí con sinceridad
• No debes tenerlo, sabes yo también lo tenía—mi madre quien había estado concentrada con algo de la comida, observo a mi hermano prestándole más atención a lo que iba a decir —pero me anime a preguntárselo a una niña y me dijo que sí.
• Lucas Walker, me puedes explicar lo que acabas de decir —dijo mi madre en un tono serio y su rostro se mostró igual —¿acaso tienes novia?
• No— dijo con total tranquilidad, mi madre le veía seria y yo trataba de ocultar mis ganas de reír ante aquella escena—porque hace unos días terminamos. —voltee a ver a mi madre quien al igual que yo quería reírse.
• No lo puedo creer —dice mi madre tomando una vez más su postura seria para luego soltar la risa y decir— Peter tu hermano ha tenido novia antes que tú, ¿Por qué no le pides ayuda?
• ¿es enserio? —hable, siendo yo ahora el que tomaba el tono serio.
• Puedo hacerlo, te puedo ayudar para que te diga que si —dijo mi hermano con inocencia.
• ¿Quién va ayudar a quién? —pregunto mi padre quien iba entrando a la cocina, mientras se aflojaba su corbata.
• Papá —grito Lucas emocionado brincando a sus brazos—¿sabía que Peter no tiene novia?  Así que le voy ayudar a que la chica que le gusta acepte ser su novia.
• ¿Enserio? Pero ¿tú qué sabes de esas cosas? Estas demasiado chico para andar con esas cosas.
• Aunque no lo creas tiene más experiencia que tu hijo mayor —dijo mi madre riendo.
• Ay por favor mamá, basta ya de tanto Bullying.
• Eres un dramático hijo. —respondió ella.
• Quién sabe de quien lo habrá aprendido—dijo mi padre acercándose a mi madre para darle un beso.
• Seguramente de ti. —le respondió ella.