Dana
Por mucho tiempo el día de hoy había sido algo especial para mi pues era mi cumpleaños y mis padres cada año solían hacerme una fiesta con alguna temática y en cada una me divertía demasiado, era feliz, porque compartía aquel momento con toda mi familia y con todos mis amigos, luego lo especial se le fue quitando poco a poco. Cuando se divorciaron mis padres festeje mi cumpleaños con ambos, pero por separado, cosa que, aunque era diferente lo disfrute, al siguiente año ambos solo me mandaron un mensaje para felicitarme, sin embargo, Sayin estaba ahí para seguir haciendo de aquel día mas especial que los demás y cuando él se fue, deje de festejarlo, dejo de tener importancia, solo era como un día cualquier otro y era como pensaba pasarlo este año.
Voy a la escuela para tomar mis últimas clases pues ya estamos en la recta final, hace unos días con Peter hemos entregado nuestro trabajo de literatura y hoy finalmente nos dirán la calificación para saber si hemos pasado la materia.
Entro al salón y me dirijo al asiento que me fue asignado por todo el año escolar, en el que me sentare por última vez. Tomo mi teléfono una vez que me siento y veo dos mensajes.
Tía favorita
"Feliz cumpleaños, mi sobrina consentida, al fin 18, cada vez más viejita como tu tía"
Ver aquello me hace sonreír por primera vez en el día, respondo rápidamente y me dirijo al otro mensaje, mientras espero a que se llegue la hora de la clase que en si no falta mucho.
Tía Rebeca
"Feliz cumpleaños querida, que te la pases increíble, te lo mereces, no olvides lo mucho que te queremos"
Pd. Te hemos mandado una carta que encontramos hace tiempo, pero decidimos guardarla y dártela hasta hoy, cuando la leas sabrás el porqué.
Respondo el mensaje con un simple "gracias, yo también los quiero mucho" y no puedo dejar de pensar en lo último que me ha puesto, me da curiosidad de que se trata y no podré saber hasta llegar a casa, aunque tal vez sea pronto pues después de esto no tengo más clases, estoy pensando en irme temprano cuando Peter llega sentándose junto a mi e interrumpiendo mis pensamientos.
— Buenos días Yildizim, ¿Qué tal tus clases?
— Buenos días yakışıklı çocuk, todo bien hoy me dieron las calificaciones de matemáticas y me ha ido muy bien, he aprobado la materia, ¿Qué tal te ha ido a ti?
— Igual de bien que a ti, hasta ahora solo me falta por aprobar dos materias, incluida esta, para poder decir que he terminado otro año.
— A mi igual, aunque tendré que esperar hasta mañana para poder saber las calificaciones de Química.
La maestra llega haciendo que demos por concluida la conversación, comienza pasando a cada pareja a su lugar para darle sus calificaciones y en todo ese momento Peter y yo nos mantenemos en silencio además que el mensaje de mi tía me ha distraído un poco hasta que se llega nuestro turno.
— Muy bien, debo admitir que me han impresionado mucho pues creí que no lo lograrían, desde un principio se vio que no se llevaban bien y creí que eso afectaría su trabajo, sin embargo, creo que fue el trabajo quien les ayudo a llevarse bien y sobre todo a sacar la mejor calificación, ustedes dos han hecho una gran historia—escuchar aquello me hacía feliz, sabía que íbamos por un buen camino y que al menos teníamos otra materia aprobada— me ha encantado y espero que hagan una segunda parte.
— Ya estamos trabajando en eso y no se preocupe que una vez será usted la primera en leerlo. —habla el chico a mi lado.
— Eso espero. —responde la profesora sarcásticamente en modo de una orden—ahora eh aquí su calificación—dice mostrándonos la pantalla de su computador—han pasado con un merecido 100, pues como ya les he mencionado han hecho un gran trabajo con su proyecto final y además han hecho todos los demás trabajos que les he dejado, realmente han hecho muy bien todo durante el curso, ahora no les queda mas que ir y disfrutar sus vacaciones.
— Muchas gracias. —respondemos ambos felices para luego volver a nuestros lugares.
La profesora sigue dando calificaciones y cuando termina de hacerlo se para frente al grupo y comienza a dar el típico discurso de despedido y dando por concluido el curso para luego dejarnos salir.
Saliendo de la clase le digo a Peter que iré al baño y el solo asiente y me dice que estará en el jardín de la escuela y justo cuando desaparece de mi vista es que recuerdo que tenía otros planes.
Sigo al baño, en donde retoco un poco el maquillaje. Últimamente he usado con más frecuencia y aunque tal vez este mal me siento un poco más segura usándolo.
Salgo del lugar y comienzo a caminar hacia el jardín y es ahí cuando me doy cuenta lo solitaria que se siente la escuela, pues para estas fechas ya muchos han terminado todo por lo que prefieren ya no venir a la escuela.
Cuando llego al jardín veo a mis amigos quienes se aceran a mí con una sonrisa en su rostro, dejando al descubierto lo que tanto ocultaban, que era una sábana o mantel, aquellos que se usan para un picnic, y sobre el había comido y un pequeño pastel.
— Feliz cumpleaños— gritaron al unísono mientras que al mismo tiempo todos me abrazaban. Aquello me había echo ponerme sentimental pues, aquellas personas que había conocido hace poco se había ganado mi corazón con cada acción que hacían, una vez más sentía lo que era tener amigos, una vez más me hacían sentir alguien especial y que pertenecía a su grupo.
— Muchas, muchas gracias chicos.
— Te hemos preparado una pequeña sorpresa. —dicen señalando hacia el suelo. —tal vez no es mucho, pero…
— Es más que suficiente para mí—interrumpo—realmente con el simple hecho de que me felicitaran era más que suficiente para mí de verdad, esto es demasiado para mí, nunca nadie había echo algo así, enserio muchas gracias.
— Y todavía falta algo. —dice Fred viendo a los demás con complicidad.