El aire gélido se mete lentamente a mis pulmones, mis hombros se alzan y luego descienden con calma, el viento tiene un ligero olor a pólvora y la luz del pasillo tintinea con pereza, en la soledad inminente, la oscuridad avanza sin rumbo, ningún sonido, ni siquiera un llanto, no existe nada más que aquel estrecho callejón; al fondo un rosal se extiende en el camino creciendo bajo mis pies, finalmente, a lo lejos escucho olas, un mar cercano.
Mi cabeza gira y mis ojos se posan en un pequeño farol a la derecha, al tomarlo una puerta mediana, de madera y tintada de blanco se presenta ante mí, parecen horas las que paso ante ella, la admiro como si fuera algo indescriptible, se siente ajeno y lejano, como un alma a la que pudieras atravesar con la punta de los dedos,
Tomo el pomo y abro la puerta, al otro lado un cálido manto de arena se desliza por debajo y al horizonte, pequeñas islas iluminan lo que parece ser el basto océano; a mi lado aparece una sombra blanca, traslúcida, como una repetición vieja de un videojuego, camina hacía la orilla, sus orbes se tornar de un azul acuoso, tan bello como la bioluminiscencia en el agua; parece ser la persona más hermosa que he visto.
Pasados unos instantes comienza a sumergirse en el agua hasta que desaparece, y en el cielo una marca destella con fuerza; detrás se enciende fuego.
Al abrir los ojos, la luz entra débilmente y mis pómulos se sienten húmedos, había estado llorando, ¿Por qué?
ME SIENTO SOLO
Los pensamientos matutinos me atacan y vuelcan mi escaso optimismo por la vida, aunque siempre sonrío, no entiendo el dolor ardiente que eso me causa, y la razón por la que incluso sabiendolo lo hago.
¿Eso es ser amable o solo un masoquista?
Quiero pensar que fui yo, quiero ser feliz al pensar que me eligió a mí y no a otros, porque esta limpieza me esta matado, pero me traerá felicidad, ¿Es eso cierto?, mi cabeza, mi cuerpo, mi conciencia y mi yo se encuentran agotados; pero me siento agradecido por sufrir, por pagar, no se siquiera lo que estoy haciendo, pero me conforta pensar que estoy sanando mis errores, que estoy compensando el sufrimiento que ocasione; porque a final, comprendí que, si existen otras vidas, en todas, fui un desgraciado sin remedio.