Capítulo II - Premio

La tensión se sentía en el aire, sin embargo el chico de orbes amatistas tomaba su taza de café tranquilamente.

Abrió la maleta que traía consigo, de esta saco un tablero cuadrangular parecido al del ajedrez.

Termino de dar un sorbo a su taza de café el chico frente a él, poso su mirada en la suya para después esbozar una sonrisa ladina –¿Te ayudo?

Yo puedo hacerlo por mi cuenta –coloco el tablero en la mesa que tenían a frente, sonrió mientras ladeaba la cabeza para que su acompañante hiciera el primer movimiento al sacar las figuras que se encontraban en la maquina expendedora en su lado derecho –estando en tu lugar iría preparándome mentalmente para la mayor derrota de toda tu vida.

–Oh eres todo un caballero, dejarme elegir primero –sonrio– mientras giraba la manecilla donde fueron saliendo por cada giro una capsula diferente con un numero, el tricolor se detuvo al conseguir 5 de ellas –mmm esto me trae recuerdos, ¿Qué acaso Mokuba no lo jugaba de pequeño hasta que...

–Deja de hablar –le interrumpió mientras hacia lo propio con la maquina.

–Oh eso fue cruel, me harás llorar–sonrío descaradamente mientras hizo a un lazo su taza de café y tomo la primer capsula, entonces le miro fijamente –te aseguro que te derrotaré solo con este pero para no hacerte sentir mal tomaré las otras 4 aunque no las moveré de su sitio inicial mostró la capsula de Nv2.

–¿Eso crees? La suerte no esta contigo el día de hoy –mostró en una linea recta las 5 capsulas que iban de Nv4 y Nv5 ante él.

–Si que andas animado el día de hoy –le sonrió –Que comience el duelo.

–Coloco a Ganpo Nv 5 –sonrió –tu turno.

–Bien entonces coloco al frente a Boca Ojo Nv1

–Idiota ¿Acaso ya olvidaste como se juega? Vamos Ganpo Nv5 ataca a Boca ojo y pártelo con tu hacha en dos –Sin embargo el tricolor observo la escena sin inmutarse –Ahora coloco a Cobra'D Nv4 tu turno.

–Bien coloco a Gran Paa, Gran Paa ataca a Crobra'D.

–¿Pero que? ¿Acaso quieres tomarme el pelo? Si atacas a un monstruo del mismo nivel que tu monstruo ambos se destruirán al mismo tiempo –el tricolor rio ante su comentario– Acabas de mandar a tu mejor monstruo al cementerio ¿Acaso crees poder ganar con tus Nv1 y Nv2?

Sin embargo el tricolor le ignoro, miro las 3 capsulas que tenia aun –Coloco a Hombre Flor Nv1 y termina mi turno.

–Dinosaurio alado Nv5 ve y ataca a Hombre Flor Nv1 –el monstruo en un instante fue destruido –Creo que te sobreestimado, solo se cambia un poco el juego y ¿esta es la clase de rendimiento que puedes darme? No me hagas reír Yugi Mutou –como sea tu turno, Ja.

–Bien coloco a mi Castillo Maligno Nv1 y finalizo mi turno.

–JA, supongo que alguien mañana tendrá que levantarse temprano y hará el desayuno, ya quiero verte con la correa nueva que te compre –rio.

–Hablas demasiado Kaiba –bostezo el tricolor.

–Tks, Zaccah rojo Nv5 ataca al Castillo Maligno Nv1 –el castillo fue partido en dos por la mandíbula del enorme cabeza de hueso –¿Y ahora que harás? Solo te queda un monstruo, ninguno de un nivel decente para pelear contra alguno mio, ademas te tengo a mi merced –soltó una risa burlesca.

–Kaiba, Kaiba –negó con la cabeza– ¿No te has dado cuenta?

–¡¿Qué?!

–Cada uno de mis monstruo ayudo para mi victoria, te atrajeron a la zona que quería, vamos mira el tablero –observo como cada monstruo que tenia estaba en una fila diagonal en le campo, el tricolor sonrió –bien coloco a mi Trigan Nv2, como sabrás para combate de cerca es inservible pero tiene una ventaja, el ataque diagonal de sus alas causan una muerte segura incluso a monstruos Nv5, Vamos Picotazo de Huracán Decapitador –mando el amatista y los cuatro monstruos cayeron del tajo de aquella ave.

–Tú –le miro atónito.

Mientras el chico tricolor se levantaba de su asiento y se dirigía hacia el de orbes azules que le miraba lleno de odio soltó unas sonoras carcajadas –Vamos no seas mal perdedor –sonrió ladinamente– ya deberías de acostumbrarte, ¿Cuántas veces ya has perdido contra mi? Ja, –ahora se encontraba frente a su asiento, escucho el gruñido del castaño ante su gesto sonrió –aunque debo admitir que el juego me divirtió, ganarte como le gane a tu hermano, Ja que patético –el de orbes azules iba a refutar pero no tuvo tiempo de hacer ante el gesto del tricolor quien le había tomado del rostro para darle un cálido pero profundo beso, cuando se separo le miro estupefacto mientras el tricolor le miraba divertido - tomaré esto como mi premio, puedes irte mi pequeña mascota.