Corrían sin parar para llegar a tiempo, al menos evitar quedarse fuera debido a cierto maestro de educación Física que divisaron cerrando la reja.
Karita –Sensei frunció aún más su ceño al verles, no era nada nuevo ver a Katsuya con sus amigos corriendo por llegar antes de que le cierren el portón en la cara, pero algo curioso resaltaba esta vez su compañero de andadas no era Honda si no Mutou, aquel renacuajo que le daba el peor dolor de cabeza, pero cuando sus miradas cruzaron no pudo evitar sentir su piel erizarse, aquello le había dejado con la concentración puesta en el par dejando de lado la presencia del joven ejecutivo que venía llegando, Seto Kaiba .
El tricolor bajo el paso, el rubio le imito al ver lo que hacía por su parte Seto quien venía detrás seguía con el mismo paso calmo y tranquilo, la escuela no era de su interés, si venia era por algo más, o mejor dicho alguien.
Los tres pasaron casi al mismo tiempo, sin poder moverse de su lugar sintió el estremecimiento de su cuerpo que le hacía recordar al mismo que tenía cuando estaba junto a cierto albino aunque no recordaba porque, desde hace varias noches atrás tenia sueños extraños donde se veía a sí mismo en un enorme tablero como un simple personaje de juego para su diversión.
El rubio abrió la puerta y los tres tomaron asiento, Anzu al ver pasar a Yugi cerca le señalo que se acercara un momento para decirle algo en el oído curiosa de que hayan venido los 3 juntos, por otra parte Honda y Otogi hacían burla a Katsuya por su habitual habito de llegar tarde, Seto solo limito a observar las risas que compartían el conjunto de tarados, de pronto la mirada de ambos chocaron, una sonrisa burlona se asomó en los labios del tricolor, pero antes de que pudiera decir o hacer algo ante su burla el profesor llego.
La hora del receso llego, casi todos habían salido del salón menos tres estudiantes en particular, el rubio se levantó con una sonrisa en los labios y fue al lugar del tricolor, le tomo de los hombros por detrás diciendole –¿Qué tal una revancha Yugi? –el tricolor sonrió de lado.
–¿Nunca te rindes verdad?
–No pienso quedarme siempre en tercer o segundo lugar –se separó para ir a su asiento y sacar de su mochila a su Monster Figther Emaada Asesino, un reptil robusto con mirada furiosa.
Vio de rojo el fruncir del otro chico que estaba con ellos, sonrió ante la visión, se inclinó a su maletín y saco su Monster Figther Alti, una esfera con extremidades con dos antenas en la parte superior del cuerpo.
Un gruñido se hizo presente por parte del estómago del tricolor –Rayos olvide mi almuerzo.
El rubio bufo –Pues tendrás que pedirme otra cosa porque iba pedirte lo mismo -ambos empiezan a conectar sus pistolas de duelo.
–Bueno siempre puedo pedirte como castigo que me busques cómoda ¿No? -sonríe confiado.
–¿Nunca te contienes verdad? Ni con tu mejor amigo –le mira desafiante y empieza aprovechar que el tricolor bajo su guardia, apretando el botón para dar un golpe.
–El tricolor presiona bloqueo constantemente sin perder contacto visual –Nunca, ni contigo me contendré
–Por algo soy tu A M I .. . –desvía su mirada hacia el castaño– G O.
-gruñe pero para su sorpresa nota que el de ojos miel si bien empezó el duelo de una manera algo baja, tenía una mirada de suma concentración -
Solo se podía apreciar como ambos daban tantos golpes como bloqueos, provocando que sus compañeros del alrededor empiecen a rodearlos para presenciar su juego
–Vaya has mejorado bastante Jonouchi, como era de esperarse de ti, nunca me decepcionas–sonríe sin perder concentración.
–Ya te lo dije –sonrió– No creas que siempre estaré tercero o segundo –le atina un golpe al Monster Fighter de Yugi provocando que casi le dé a su punto debíl pero el tricolor acierta al mismo tiempo una patada al costado de "Emaada Asesino"del rubio, haciendo quede inhabilitado por la vibración durante 3 segundos– ¡Oh rayos!
–Yo gano –aprieta el gatillo y activa el movimiento especial de su "Alti" al dar un "Puñetazo Tornado Macho" causando que el robusto monstruo de su contrincante saliera volando parando a unos centímetros del castaño de orbes azules.
–Me faltaba tan poco y de alguna manera te sales con la tuya –sonrió mientras mira la dulce sonrisa que se asomaba de los labios del tricolor quien se apoyó del respaldo de su silla hacia atrás.
–Pero al menos fue lo más divertido que hice en esta mañana –mira disimuladamente al castaño que le devuelve su mirada llena de odio.
Editado: 02.12.2019