Normalmente en las historias de princesas, las princesas viven felices, con la mejor vida, llevándose bien con sus padres e incluso, disfrutando su vida siendo princesa pero, ese no es mi caso. Soy todo lo contrario, no me gusta ser princesa, odio serlo de hecho, no me gusta la vida que tengo, me llevo un poco mal con mi madre y odio vivir en un palacio.
Soy el tipo de princesa rebelde que está en desacuerdo en todos los eventos reales que tengan que ver conmigo.
A diferencia de mi hermanito, que ama pertenecer a la familia real y adora ser un príncipe, yo estoy deseando no ser una princesa, estoy deseando morir y volver a nacer siendo solo una simple persona, sin tener que cargar con un título de “princesa” que ni siquiera quiero tener.