Eran las nueve de la mañana, aún despertaba cuando Natalya, mi sirviente personal, estaba en mi habitación buscando algo en mi closet.
—¿Qué haces Natalya?
—¡Ah! Buenos días, señorita Jessie— Dijo ella, sin mirarme —Su madre me ha mandado a buscar un atuendo para su coronación, disculpe si la desperté—
Genial, resulta que el día que menos esperaba y que no me gustaba, estaba llegando: Mi absurda coronación. ¿Por qué absurda? Por lo innecesario que era ese evento, o sea, todos sabían que yo era la princesa, cuál era la necesidad de hacer tal evento tan estupido.
—No te molestes en eso Natalya— Dije alzando un poco la voz —Le dire a mi madre que cancele el evento—
Natalya me miró fijamente, ella sabía la razón por la cual no quería que hicieran la coronación. Aunque ella era mayor que yo, era mi amiga, le contaba mis problemas, como me sentía y de algunas cosas más.
—Me temo que eso no se podrá señorita Jessie— Empezó a acercarse a mi cama —Intenté convencer a su madre de que usted no quería que se hiciera el evento, que era innecesario pero, ella me dijo que no era asunto mío, que deje de entrometerme.
Suspiro, no por la respuesta de mi madre, si no por la forma en la que mi madre le respondía a Natalya. Mama siempre me decía que quiere despedir a Natalya, pero que no lo ha hecho solo por mí.
—Esta bien Natalya, yo intentare hablar con mi madre— Dije levantándome de la cama — Y por favor, deja de decirme señorita, puedes llamarme por mi nombre sin problemas—
—Lo siento señorita, es la costumbre—
Ambas nos miramos por unos segundos y luego nos reímos, le dije a Natalya que la vería luego, salí de allí y fui a buscar a mi madre y de casualidad me la encontré cuando iba bajando las escaleras.
—¡Buenos días hijita!
—Buenos días madre…— Dije de mala gana
—Justo iba a buscarte, tenemos dos cosas de las cuales hablar—
—Una es mi cumpleaños y la otra es…— Me hice loca, sabía obviamente que era la coronación.
—¡Tu coronación querida!— Se veía muy alegre hablando de eso… —Recuerda que es despues del dia de tu cumpleaños número catorce—
La mire con un gesto de disgusto, ella sabía lo que yo pensaba sobre ese evento y sabía que estaba en desacuerdo.
—¿Sabes lo que pienso sobre esto, verdad? Sabes que para mi es un evento completamente innecesario—
Mi madre se quedó en silencio, su mirada hacia mi era una expresión de enojo. A ella no le importaba para nada mi opinión o lo que pensaba sobre el evento, solo quería hacer la coronación y ya.
—Jessie…— Empezó a subir las escaleras —No quiero discutir esto contigo otra vez, la coronación se hará te guste o no—
—Estoy en desacuerdo madre…
—Eso no me importa, se hará la coronación y punto— Exclamó, y ya empezaba a alzarme la voz.
—Entonces no voy a asistir— Dije eso sabiendo que ella lo odiaría y se enojaría más. —Haz la coronación si quieres madre, pero no se a quien vas a coronar si yo no estare ahi, a Jhonathan si quieres, pero a mi no sera—
Ella me miró horrible, se le notaba mucho más el enojo, quería responderme pero fue interrumpida por alguien.
—Señorita Jessie…— Hizo una reverencia —La señorita Arya está aquí y desea verla— Mantuvo su posición de reverencia hasta que hable.
—Gracias por avisarme Christian, puedes retirarte—
Christian era un guardia del palacio, específicamente el que me protegía cada vez que salía del territorio del palacio o del reino.
Empecé a bajar las escaleras para ir donde mi amiga, no le di oportunidad a mi madre para que respondiera, no me importaba su respuesta así que solo me fui de ahí.
—Adios madre
Fui directo a la entrada del palacio aun estando en pijama, allí vi a Aria y a Sol, su madre, me acerqué a ellas, las saludé y las abracé a ambas.
—Mamá está arriba Sol
Arya y Sol son amigas muy cercanas de mi madre y mía, conozco a Aria desde que tengo 4 años, la considero como mi hermana.
Arya y yo nos quedamos charlando por un buen rato, le pedí a Natalya que se nos uniera ya que ella no tenía mucho que hacer, las tres hablamos, jugamos y cantamos como por tres horas.
—Oye Natalya— Dijo Arya —¿Es cierto que hace ocho años hubo una guerra contra los vampiros?—
«Guerra? Hace ocho años?» pensé, hubo una guerra hace ochos años y hace ocho años murió el rey, mi padre; esto era coincidencia? No lo creo, o bueno no sé, mi madre siempre me dijo que mi padre murió porque estaba muy enfermo y yo no recuerdo muy bien las cosas de mi infancia, no recuerdo que haya habido una guerra y menos con vampiros, supuestamente los vampiros y los humanos nos llevamos bien.
Me surgieron muchas dudas, dudas a las cuales no encontraba respuestas, estaba perdida en mis pensamientos hasta que un grito de Aria me trajo a la realidad.
—¡Jessie! Que pasa?! Hace rato no dices nada!—
—¡Ah! Lo siento, estaba pensando en otra cosa…—
—¿Qué pensabas?— Pregunto Natalya
—Nada interesante, tranquilas…—
En ese momento, Sol, la madre de Arya, la llamó porque ya se iban, Natalya y yo nos despedimos de ella, Natalya volvió a su trabajo y yo me quedé sola. Seguí pensando en mis dudas, fui a ducharme y pensé en cómo responder mis dudas sin preguntarle a mi madre, conociéndola, ella me mentiría.
Algo que me gustaba era leer y lo primero que vino a mi mente fue: La biblioteca del reino. Creí que entre esos libros encontraría respuestas a mis preguntas: ¿De verdad hubo guerra hace ocho años? ¿Cómo murió el rey del Reino Hiligth? ¿Los humanos y los vampiros de verdad estábamos en paz mutua?
—Y muchas mas preguntas que no se como formular…— Dije
Me vestí y fui donde mi madre a decirle que iba a ir a la biblioteca, estaba diciéndole algo a Christian, no puse mucha atención y solo me fui, Christian me acompañó. Llegué a la biblioteca, algunos hicieron reverencia por mi presencia pero yo dije que no era necesario. Empecé mi búsqueda en libros de la historia del reino, no sabía por dónde empezar así que empecé por historias.