Alex.
<< — ¿Ahora por qué no estás fastidiando a nadie como de costumbre? —Max me pegó en la cabeza.
No le iba a decir que porque la única persona que me apetecía molestar había desaparecido de la faz de la tierra.
—No tengo ganas.
—Ajá. ¿No será que extrañas a alguien?
Obviamente los dos ya sabíamos de quien hablábamos.
—Me sinceraré contigo por cinco segundos. Sí, extraño su molesta presencia y lo único que espero es que esté bien. Ahora no volvamos a hablar del tema.
§
Me desperté con el sonido de varios golpes de la entrada de mi casa.
¿Quién sería a las siete de la mañana? Mi hermano tenía partido de fútbol y salía hasta la tarde por lo cual mi padre estaría con él. Tampoco esperaba visitas, mucho menos tan temprano.
Me puse un pantalón para salir a abrir y Core estaba parada en frente aún con su vestido de ayer.
—Hola—dijo mirándome. Debí de ponerme una playera—. ¿Puedo pasar?—me hice a un lado para que pasara y fuimos a la sala.
— ¿Qué pasa?
— ¿Cómo estás?—dijo arrastrando las palabras.
— ¿Sigues ebria?
— ¿Cómo lo sabes?—entrecerró los ojos.
— ¿Vas a dejar de hacerme preguntas cuando te estoy haciendo una?
— ¿Tal vez?—la mire enojado—. Está bien, ya paro con las preguntas.
— ¿Vas a contarme por qué sigues ebria?
Habían pasado unas seis horas, ya debería de estar bien.
—Bien—dijo suspirando y tomando asiento en mi sillón—. Cuando decidiste abandonarme en casa de Luke fui a la otra fiesta con Max, Sam, Luke y Lisa, bebí más y un Luke enojado dijo que me llevaría a casa pero yo quería seguir bebiendo así que lo convencí para que me comprara más alcohol, tequila para ser exactos, y volvimos a mi casa ya que mi madre y Charlie no estaban, continué bebiendo lo cual el hizo muy poco así que pasamos un tiempo agradable, luego él se fue y yo decidí ir a acostarme pero luego recordé que te había besado y no podía estar sin aclarar las cosas contigo porque en poco tiempo te has vuelto algo así como mi amigo y solo pensaba en que si no hablaba contigo tal vez nunca más me tratarías como los amigos-enemigos que somos y ya, eso es todo. En realidad no entiendo como ya es de mañana, qué raro funciona eso del día y la noche.
—Solo dime que no besaste a Luke o a alguien más estando ebria.
Me interesaba saber que no fuera repartiendo besos a todo el mundo, podría traerle muchos problemas, es eso.
— ¡No! No haría eso con él, menos con un extraño. Tuve la oportunidad de besar a Luke pero no quiero que eso pase así, sé que tal vez siga sintiendo algo por él pero debo averiguarlo en mis cinco sentidos. ¿Me perdonas por haberte besado?
—Promete que ya no harás tanto desastre cuando estés ebria y que me harás caso cuando me obligues a ir a una fiesta contigo.
—Haré lo que pueda—la volví a mirar mal—. ¡Está bien!
—Te perdono, pues.
—Bien ahora iré a dormir—dijo bostezando.
—No te dejare ir así bajo los efectos del alcohol.
—Vivo cruzando la calle, tonto.
—Aun así ahora no te dejaré sola como ayer. Así que ve a mi cuarto y duerme un poco, yo iré a comprar algo de desayunar.
Core.
Cuando desperté un horrible dolor de cabeza y mal genio abundaba en mí. Salí de la casa de Alex dejándole una nota:
Iré a bañarme y esas cosas. Espero que cuando vuelva ya tengas mi lindo desayuno. Gracias por todo, cerebro de pájaro.
P.D.: Debo buscarte un apodo más corto.
Regresé a mi casa a bañarme y a tomar mucha agua, después volví a la de Alex y desayunamos juntos.
Al poco tiempo llego su papá y su hermano Devon.
—Oh, hola Core, ¿Cómo estás?
—Muy bien señor, gracias—le sonreí y saludé a Devon.
Era todo un angelito, apenas tenía ocho años y era la imagen de la inocencia. No entiendo porque Alex dice que es un demonio, a mí me trata bien cada que vengo y eso últimamente es muy seguido. Digamos que es incómodo estar en la casa cuando Max y Sam se quedan solos en su habitación.
—Estábamos pensando ir al parque de diversiones. ¿Quieres ir con nosotros?—me ofreció.