Core.
<< —Háblame de tu mamá.
Estas sesiones emotivas con el psicólogo me dan nauseas.
—Es la persona más optimista que conozco… a veces da miedo.
—Tal vez deberías escucharla más seguido.
—Sí, claro.
— ¿Nunca se han sentido solas?
—Qué directo, doc—me miró mal—. Yo estoy acostumbrada a estar sola, pero creo que a ella le hubiera venido bien un poco de compañía.
Aunque sé que en el fondo a mí también. >>
§
Toda esta situación era horrible, había tratado de apoyar a Alex, a su hermano y a su padre en todo lo que podía aunque igual había estado mal por la situación.
Todo iba mejorando progresivamente aunque el más afectado era Alex, amaba a su abuela y con obvias razones, ella era un gran ser humano.
La señora Jones siempre me ayudó en mis momentos difíciles en la clínica. Me contaba varias historias y yo en compensación le leía. Y el verla tan solo los días que iba a terapia hacía mejor mi semana aunque solo hablara con ella por media hora.
Pocas personas así de agradables puedes encontrarte en la vida.
El luto de los días pasados no me había permitido hablar con Alex sobre lo del otro día y estaba bien, lo entendía, necesita su espacio.
Tal vez ahora no era nuestro momento como él había dicho. En realidad estaba empezando a pensar que nunca sería nuestro momento.
Siempre hay algo que impide que se den las cosas.
Pero ahora tenía otras asuntos de que ocuparme, mañana será el examen de admisión a la universidad y ahora estoy con Collins hablando de lo complicado que es.
Se ofreció a darme algunas asesorías para pasar el examen al igual de explicarme lo que enseñaban en pedagogía, ya que su novia había estudiado eso y yo no quería tomar una mala decisión.
Se había convertido en mi profesor favorito y yo en su alumna favorita, pasábamos varias horas extra clase juntos para que me diera asesorías en lo que se me complicara pero eso hacía que muchos rumores se esparcieran sobre que yo era ahora su conquista o algo así.
Habían surgido a causa de Ellie, o eso creía yo. Los demás solo le seguían la corriente y yo no podía frenar eso.
No pude hace casi un año, menos puedo ahora.
Pero bueno, pronto saldré de este horrible instituto lleno de chismes y rumores.
Estaba platicando muy animadamente con Collins hasta que mi celular vibró. Me disculpé con él y contesté.
Era Charlie.
— ¿Qué pasa?
—Necesito que vengas al hospital. Vas a tener un hermano.
(...)
—No es nada cómodo venir al hospital en menos de un mes—dijo Alex sentándose a lado de mi en la sala de espera del hospital—. Pero al menos esta vez es por una buena razón.
Me dio un café y le agradecí.
Habíamos estado aquí toda la noche. Ya había nacido el bebé pero yo no podía pasar.
—Si bueno, ese bebé no sabe lo que le espera. Yo que él me hubiera quedado adentro—estaba empezando a ponerme de malas.
Quiero conocer a mi hermano y no me dejan pasar aún, ni siquiera me han dicho si mamá está bien
—Oh vamos, la vida es maravillosa, hay que valorarla—me sonrió.
Era la primera vez que escuchaba eso de él, tanto positivismo daba miedo, pero estaba feliz por él.
—Bueno, veo que alguien comió caricaturas—me burlé de él.
—Que chistosa—me abrazó por los hombros y yo me recargué en él.
— ¿Es bueno tener un hermano menor?
Estaba muy nerviosa, claro que yo si tenía un hermano. Pero nos conocimos años después y sobre todo quiero que él tenga una bonita infancia, no como la mía.
A este niño lo conocería desde ahora, formaría parte de su vida y eso es aterrador. Quiero ser un buen ejemplo a seguir.
—A veces es como un infierno de mocos y juguetes tirados—dijo haciendo una mueca—. Pero, es una de las mejores cosas que me han pasado en la vida, seguro lo será para ti también.
—Espero, estoy nerviosa la verdad—él iba a decirme algo pero Charlie vino a buscarme diciéndome que ya podía pasar.
Recorrimos varios pasillos y finalmente llegamos. Alex estaba acompañándonos ya que no teníamos más familiares.
Max llegaría en dos horas ya que hoy era su cita para ver su futuro campus y se encontraba muy lejos por eso.
Al entrar, mi mamá estaba con el bebé, en realidad nunca había cargado uno, pensaba que eran muy frágiles y yo los rompería o les haría daño. Pero en cuanto cargué a ese niño quede encantada.