Soy Melissa Davis, tengo 23 años y tengo un problema desde toda mi corta vida, y es el siguiente...
Mi vida nunca ha sido la más sencilla. Llevo una enfermedad desde que nací, que es Acromatopsia; mi visión es solo en blanco, negro y gris. Veo así desde que tengo memoria, pero se lo había dicho a mi madre recién a los cuatro años. Ella estuvo viajando conmigo para saber si hay tratamientos, si hay una cura para mi enfermedad. Pero viviré así toda mi vida.
Me pregunto cómo es que puedo manejar mis días sin dificultades algunas. Me miro en el espejo, pero no sé como me visto, si parezco un payaso con los colores llamativos, o simplemente la combinación no es lo mío. No sé de que color es mi cabello, los de mis ojos, o el de mi piel.
La compañía de mi familia y la de mis amigos me mantienen con los pies sobre la tierra. Mis mejores amigos Jaqueline y David saben mi problema de visión... No me dejaron sola en ningún momento, están ahí para mí y siempre se los agradezco. Sé que Dios me los mandó para cuidarme. Están como un imán que no se despegan.
Me acompañan a caminar cuando quiera hacerlo, o simplemente hacer compras que se necesita en casa, o mi hermano que está pendiente a mí en todo momento.
Vivo en Seattle. Aquí nací, me crié y actualmente vivo. Mis alegrías y tristezas quedarán para siempre apegadas en esta ciudad.