Llegamos a mi casa, nos ubicamos en la cocina hablando con mi madre cuando escuchamos golpe en la puerta... Ya han llegado los que faltan para comenzar a comer. Mi estómago no aguanta más del hambre que tengo.
El almuerzo ha sido entretenido, Mike nos cuenta su vida en Boston, cuanto tiempo le queda para recibirse. Está estudiando abogacía, es el segundo año, lo cual le faltan cinco años para terminar. Participa en torneos de tenis para la universidad.
Nos retiramos todos de la mesa, Caroline y Mike fueron a nuestro cuarto. Mientras yo guío a David y a Jaqueline al cuarto de invitados. Al abrir la puerta, está iluminada por la luz del sol que entra por las ventanas. Mi madre supuso el motivo de que invitara a mis amigos a casa, ya que ellos vienen por la tarde.
Les dije que se sentaran en las sillas que están dispersas por el cuarto y yo me siento en la cama. Me remuevo incómoda, queriendo buscar las palabras.
- No sé por donde empezar...- les digo mirándolos.
- Quizás podrías empezar por el principio.- dice David y lo miro mal.
Miro a Jaqueline, ella asiente y se que va a esperar a que esté preparada para que le cuente. Siempre he admirado ese lado de ella.
- Con William nos conocimos en la biblioteca, cuando no coincidíamos con los horarios de descanso, iba a refugiarme allí. Pero antes de eso, me había dado cuenta de que me seguía hasta aquí o algo así.- respiro profundo y sigo hablando- Un par de meses después lo encuentro sentado en el lugar donde solía sentarme, por la luz.
- Debiste suponerlo desde un principio las intenciones de él hacia tí, diría que eso era una clara señal.- dice Jaqueline.
- Ahí empezamos a hablarnos, a conocernos; al ser el chico popular no quería que se rumoreara la "noticia"- le marco con los dedos las comillas- de que se hablaba con una chica que no era de su clase.
- Nunca ha pasado conmigo...- habla David frunciendo el ceño.
- Es diferente, nuestra amistad siempre estuvo a la vista de todos.- le contesto- Incluso antes de que fueses popular y las chicas se te tiraran encima tuyo.- nos reímos con Jaqueline.
- Si, que recuerdos... Nos agarraban del brazo para arrastrarnos lejos de tí y lo peor de todo es que se peleaban.- nos reímos aún más.
- Cuando se acercó a mí, no se ha separado hasta el día de su graduación. Había pasado unas semanas antes de se los presentara, y me dieran semejante sermón.- digo levantando las cejas ante ese recuerdo.
- No era de fiar.- dice David- Sabes la reputación que ha tenido en ese tiempo.
- Lo sabía pero no por tí, sino por el profesor Johnson. Creo todavía ustedes lo recuerdan.- ellos asienten- Ese mismo día que empezábamos a hablar, le había dicho que me había dado cuenta de que me seguía hasta aquí. Él se sorprendió.- me río ante en gesto que mostró ese día- Lo invité que me acompañara, me estaba esperando junto a la escalera...
- ¿El día que nos dijiste que no querías que te esperáramos para hablar con el profesor?- pregunta Jaqueline entrecerrando sus ojos.
- Eso fue un pretexto y lo siento.- los miro en modo de disculpa- Quedé con él en que iríamos juntos y además admitió que me seguía desde el primer día de clase.- ellos se ríen- No sé que les parece tan gracioso, cuando lo veía que nos seguía, lo había tildado como psicópata.- Sus risas aumentan más.
- No me sorprende.- me contesta David todavía riéndose- Si no lo hubieses reconocido, le dirías a tus hermanos que corrieran a casa.- lo miro mal y niego con la cabeza.
- La cosa es que ese día me esperó, pero pensé que se escaparía y no fue así. Salí del aula, llegué hasta él y nos quedamos hablando. El profesor salió del aula de donde estaba y nos habló... Y me advirtió lo mismo que tú, solo que por anticipado.
- Pero no le hiciste caso a nadie, amiga mía...- dice Jaqueline y asiento.
- A pesar de que veían su lado malo, supe que tenía un lado bueno y lo mostraba.- se miran entre ellos, no saben a lo que me refiero- Miren, la amistad de años no se lleva de la misma manera que una amistad de días o meses.
- Eso lo sabemos.- me sigue contestando Jaqueline.
- ¿Por qué nosotros nos hicimos amigos de él?- pregunta David- Recuerdo que pasaba tanto tiempo contigo y hablaba con nosotros...
- Por eso, de alguna manera supo aceptar el combo completo.- le digo sonriendo- Lo que aceptó sus amistades.
Les cuento la amistad que ha tenido con Benjamin, sus tratos con Caroline y lo bien que se llevaba con mis padres. Que venía todas las tardes a jugar videojuegos con mi hermano, hasta que entró al equipo de básquet e íbamos a los entrenamientos.
Traté de no mencionar que el día que se quedó a dormir en casa por los nervios de entrar al equipo. Ni que esa noche durmió conmigo, sé que pondrán el grito en el cielo. Será mucho peor que se enteren que lo ha hecho desde esa noche hasta el día que se fue. El motivo de mis ojeras que vieron durante un tiempo era motivo de que William no estaba a mi lado.