Sobrevivo al último día de estudios, por así decirlo. La semana pasó volando y parecía tener la suerte de mi lado. Cinco de los seis exámenes las he aprobado sin problemas... El encierro en mi casa valió la pena. La falta de sueño y las horas sin ver a William son cosas de lo que me arrepiento, pero lo supo entender.
Ahora me encuentro en el campus a la espera de alguna noticia sobre el último examen y los nervios que siempre están ahí para torturarme. A mi lado derecho está David y a mi lado izquierdo Nick. Mi cabeza está en el hombro de David y su cabeza sobre la mía. Mi mano une a la de Nick, todos en silencio.
Ninguno nos miramos, nuestras mentes están en el resultado del examen, al menos para mí. No puedo pensar en otra cosa, ni siquiera en William, ni en un lugar paradisíaco. Esto me está matando, aprobándolo termino con todo... no más estudios, solo descansar un tiempo y después ocupar el lugar que me pertenece en la empresa de mi padre.
El profesor entra tan tranquilo al aula, como en cada una de sus clases, por algún motivo hay algo que no me cierra en él. Tiene pinta de ser un hombre bueno, a su manera... Pero no me convence. No soy la única que siente lo mismo, todos lo miran cuando se ubica en el escritorio, con nervios y mucha tensión.
- Buenos días.- saluda y le respondemos- Bienvenidos a los valientes que vinieron a saber de su futuro. Díganme sus apellidos y les diré si pasaron o no.
Miro alrededor del aula, el profesor estaba en lo cierto, diría que el 60% de la clase vinimos por nuestros resultados. Pasa por bancos preguntado lo recién dicho. Siete minutos después llega a mi lugar, diciéndole el resultado a David, suspira al saber que su carrera llegó a su fin.
- Señorita Davis, su resultado ha sido el mejor de la clase.- dice sin siquiera preguntarme el nombre- Felicitaciones.- asiento sonriéndole en respuesta.
Nick aprieta su mano en forma de puño al saber su resultado, pasa su brazo sobre mis hombros frotándome el brazo. Le da un suave puñetazo en el hombro a David, en respuesta lo saluda con sus dos manos y golpea su brazo. Después de las últimas palabras del profesor felicitando a los estudiantes que se recibirán salimos del aula más que contentos.
- ¿Qué les parece si salimos a festejar por la tarde?- pregunta David después de salir del campus.
- Podemos ir a un boliche esta noche. El clima se prestará para esto...
David y yo nos miramos sin saber que decir. Tanto mis padres como mis amigos dicen que sería peligroso salir de noche en mi estado. Piensa dice mi subconsciente.
- No voy a poder...- contesto tragando saliva- No salgo por las noches.
Nick levanta las cejas sorprendido y luego se ríe. Lo miro seria diciéndole con la mirada que es verdad lo que le he dicho y lo capta.
- Oh, ¿Es verdad?- asiento fingiendo enojo- ¿No eres mayor como para que no te dejen salir de noche?
Noto que David esta por contestarle de mala manera. Paso mi mano sobre su pecho para que no hable y siento que la palma empieza a transpirar. Lo retiro del lugar respirando profundamente y rezo para que mi rostro no tome el color rojo.
- Lo que pasa es que me da miedo salir por las noches.- David me mira con cara de no se te pudo ocurrir algo mejor- Sé que es raro, pero es cierto.
Miro a Nick esperando que me crea. Me mira con el ceño fruncido, buscando algún rastro de mentira, pero creo que no lo encuentra.
- Me sorprendes... Es por eso que te negabas a mis invitaciones en estos cuatro años.
- Si.- le asiento con la cabeza- Lo siento por no decírtelo antes, pero es algo en lo que no me enorgullece.
- Te agradezco que seas sincera,- me sonríe- tarde pero seguro.
- Trato de no ser muy sincera, porque suelo hablar antes de pensar...- digo recordando algunas peleas con mis amigos, mis hermanos, incluso hasta con mis padres cuando no coincidíamos en algo y me rió- Por culpa de mi sinceridad he tenido muchos problemas. David te lo puede decir.
Nick lo mira perdido en mis palabras, seguro ni se lo ha de creer.
- Una vez pasamos un mes sin hablarnos. Para mí fue una tortura, hasta que dejé mi orgullo de lado y me acerqué a arreglar las cosas.
- La vida no es todo de color rosa, pero tienes que llevarlo como puedas.- apoyo una mano en el hombro de David, riéndome- Puede que tengas más contras que pros y nadie sea perfecto... él no lo es, yo tampoco y tu menos.
- ¡Hey! Al menos déjame soñar.- dice enojado.
- Lo serías al menos un poco si mantuvieras una relación seria con una mujer.- lo miro a mi amigo que está a mi lado y veo que muerde sus labios- Pero las has usado para tu propio beneficio y las desechas. En estos años que te conozco, nunca me has presentado una novia.
- Yo...
- Tú nada.- lo interrumpo- Ahora nos marcharemos, nos veremos por la tarde y arreglamos, ¿Si?- me acerco hasta Nick para despedirme.
- Está bien, nos encontraremos en la cafetería que se encuentra a cinco cuadras de aquí ¿Les parece?- asiento- Entonces allí nos veremos, díganle a Jaqueline que vaya.
Me abraza elevándome del suelo, como si fuera una bolsa de papas. Siento algo duro sobre mis pies, se que es el suelo. Saluda a David con un abrazo diciéndonos que nos verá en la tarde.