Yo Sin Ti... ©

Capitulo 26

Han pasado tan solo unas semanas del comienzo del nuevo año. David y Jaqueline empezaron a recriminarme de comenzar a reunirnos como lo hacíamos en tiempo de universidad. Nick también me ha insistido, ya que lo he dejado de lado en este último tiempo.

 

En realidad, desde que William ha regresado, no nos reunimos más... Los he dejado de lado. Ellos saben el tiempo que me ha llevado acostumbrarme a su ausencia en mi vida y que volviera así sin más, fue como un balde de agua fría. Eso quedo en el pasado, solo pensare en el presente, en el hoy... En el ahora y en que no se irá de mi lado.

 

Este día es especial y el mejor de los 365 que tiene el año, al menos para mi familia y mis amigos. Hoy es 23 de enero... Así es, es mi cumpleaños numero veinticuatro. Josh como siempre lo ha hecho, será un imán. Pero esta vez será el doble, Kate también estará como una garrapata, ¡En serio, son iguales! Pero me agrada y estoy tan segura que es la mujer ideal para mi primo, son tan para cual. Una de las tradiciones de mi día especial, es ir a la empresa de mi padre, porque sus colegas me acogen desde que tengo seis años. Otra es comer en Mc Donalds, somos unos fanáticos del cuarto de libra y pisamos el lugar una vez al año. Pero esta vez es diferente... William está conmigo y con eso me conformo.

 

Siento la electricidad que recorre todo mi cuerpo, seguido del tacto de William por mi columna vertebral, que hace removerme del lugar y desaparece esa sensación. A los pocos segundos, vuelvo a sentirlo de nuevo y saltando de la cama me siento, posando mis pies sobre el suelo sin abrir mis ojos. Escucho la risa que me despierta de mi profundo sueño.

 

- Buenos días, mi princesa.- el colchón se mueve detrás de mí y sus brazos me rodean el abdomen.- Feliz cumpleaños.- besa mi cabello.

 

- Hola cariño, gracias. ¿Era necesario despertarme de esta manera?- giro mi cabeza y lo miro a los ojos- Me hubiese gustado que sea de otra manera.

 

- ¿De qué manera?- siento como la sangre sube a mi cabeza y le niego- No me gusta removerte del lugar, pero no te pongas triste, pasarás la mañana con tu familia y el resto del día conmigo, sin dejar pasar a los chicos.- acaricia mi mejilla besándome la frente y se levanta de la cama.

 

Está vestido solo con un bóxer oscuro, lo que me deja una gran vista de su ancha espalda bien trabajada. Me levanto de mi lugar caminando hasta ubicarme detrás de él, paso mis brazos sobre su musculoso abdomen y apoyo mi frente en su omóplato derecho cerrando los ojos. Sus manos sobre los míos hace que corra de nuevo esa electricidad despertando algo dentro de mí, se siente tan bien...

 

- Te amo, ¿Lo sabes?- le pregunto después de un minuto de silencio, besando su omóplato.

 

- Yo te amo mucho más.- da la media vuelta, haciendo lo mismo en mi frente, nariz y labios.

 

- Mejor nos vestiremos antes de encerrarte conmigo y no salir de aquí.- paso mi mano de su hombro a su pecho, sintiendo sus latidos- Los años han pasado, pero tus latidos tienen la misma reacción ante mi tacto... Me encanta.- le sonrío avergonzada.

 

- Solo tú haces que mi corazón lata frenética. Mi mente te quiere y él te ama.- dice refiriéndose por ultimo a su corazón. Me toma la mano y besa mis nudillos, por lo que mis piernas flaquean ante su acto.

 

 

Ally y Robert me han sorprendido con el desayuno que consiste en una taza de café, un vaso de jugo de naranja junto a unas tostadas y un trozo de torta con una pequeña vela. Me saludan, felicitándome por un año más de vida y están contentos haciéndome saber de lo feliz que esté al lado de su hijo. Les respondo con un gracias abrazándolos... Ellos son mis segundos padres, siempre han estado cuando más los he necesitado. Cuando William se fue, ellos me recibieron con los brazos abiertos, quedándome horas encerrada en su habitación respirando su aroma, perdiéndome en un profundo sueño.

 

William me promete llevarme a casa y se dirige a Portland a entrenarse, ya que tardaría más de lo normal al darse de baja de un equipo que lo tenía en lista. Pero en cuanto ese problema esté solucionado, podrá empezar a jugar con normalidad, como siempre lo ha deseado. A mí me tiene de los nervios que esté frustrado porque lleva cuatro meses del comienzo de temporada y no puede pisar una cancha. No suele demostrar sus problemas, ya que su objetivo fue buscarme, como lo prometió hace siete años. Estas son consecuencias con las que hay que lidiar para llegar por lo que alguna vez ha llegado. Tendrá mi apoyo en lo que él decida y sea lo mejor para su futuro.

 

- Iré solo un par de horas, pero mañana tendrás que ir conmigo hasta allí.- dice una vez que estaciona el vehículo en la entrada de la casa de mis padres- Van a hacer una recepción, y por el poco tiempo que llevas trabajando, muchas personas se llevan bien contigo.

 

- Me alegra oír eso, pero ¿Cómo lo sabes?- me acerco a él a besarle su mejilla y acariciarlo.

 

- Van a tener que saber que eres de mi propiedad...- hace caso omiso a mi pregunta y siento sus músculos tensarse- Las cosas que he oído de tus colegas, no son para nada caballeroso.



#45595 en Novela romántica
#7300 en Chick lit

En el texto hay:

Editado: 09.04.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.